Las interioristas de El Mueble se pronuncian: estas son las tendencias que ya NO les gustan

Siempre se acudía al dorado para aportar glamour a todo, pero con los años se ha demostrado que hay más opciones. Para la interiorista María Just, el dorado ha perdido puntos. "He aborrecido en 2020 y lo que llevamos de 2021, los acabados dorados en muebles, piezas de decoración, patas de mesas o en bases de puf".

¿Aún tienes una en casa? Pues es el momento de que vayas diciéndoles adiós a estas figuras. Asun Antó tiene claro que son piezas "muy difíciles de poner", y reconoce: "aún no he encontrado un espacio que me lo pida".

¡Mejor olvídate! El terciopelo sienta mejor en las casas de otoño-invierno. "Nunca entenderé los terciopelos en casas de verano", nos cuenta Asun Antó. Y es que las casas de verano están para disfrutarlas "en un ambiente fresco. No me imagino llegar a casa después de un baño en el mar y sentarme en un sofá de terciopelo", afirma contundente.

Aunque sigue siendo uno de los estilos más aclamados, ha ido perdiendo fuerza. "El estilo y la decoración en general de las líneas nórdicas ha llegado a cansarme pese a que al principio me convenció", reconoce la interiorista Eva Mesa. 

Esta tendencia de estilo industrial tuvo su éxito e interioristas como Paula Duarte confiesan que eran partidarias de añadirlas. Ahora, ella misma confiesa que se "ha abusado mucho de ello". Tanto, que en sus proyectos, la interiorista ha sustituido esta opción "por vidrieras con marco lacado en blanco o madera en su tono natural".

Hace unos años las rejillas estuvieron por todas partes: cómodas, lámparas, armarios, mesas auxiliares... Para la interiorista María Just, "cuando predominan en exceso, y la vemos por todas partes, acaba por parecerme excesivo y poco original".

Está por todas partes y sigue siendo una de las opciones preferidas en algunos espacios de las casas. Sin embargo, de verlo tanto, quizás, se ha quedado algo obsoleto. Para la interiorista Pia Capdevila, el estilo industrial, confiesa que ya le "cansa". 

Las casas muy recargadas saturan. Para Pia Capdevila este tipo de casas no encajan con su forma de decorar las casas. "Nunca encajarían conmigo las tendencias barrocas ni recargadas".

Para la interiorista Paula Duarte, este estilo no es uno de sus favoritos. "Se ha vuelto un estilo excesivo, sobre todo en textiles: muchos flecos, motivos geométricos, con mezclas de algodón y lana". 

Hasta hace poco causaban sensación, pero con el Covid-19 se buscan casas más hogareñas y cálidas con muebles funcionales, prácticos y coquetos. Aunque Paula Duarte reconoce que le gustan algunas piezas contemporáneas "de autor", no suele incluirlas en sus proyectos. 

"Me cansa el exceso de los tonos pastel, creo que hemos abusado", comenta a El Mueble la interiorista y habitual colaboradora de proyectos, Pia Capdevila.

Fue una tendencia que vimos por todas partes: desde los suelos, techos, encimeras, hasta accesorios para el baño. Sin embargo, no gustan demasiado a interioristas como Asun Antó. "Los mármoles y dorados por toda la casa, hacen que las casas sean frías, como un hospital".

Las plantas no deben faltar en las casas, pero es cierto que hay tendencias como los jardines verticales que ya cansan. Así lo confiesa también la interiorista Natalia Zubizarreta: "me he quemado de tanto ponerlos".

Es cierto que aún tiene su público, pero con los años ha ido perdiendo protagonismo. Se buscan casas prácticas, sencillas, pero que también sean cálidas y desprendan sensación de hogar. En esto está de acuerdo la interiorista Pia Capdevila: "el minimalismo puro, yo no lo encuentro nada cálido". 

Causaron furor en las casas, incluso interioristas como Natalia Zubizarreta confiesan que les dio muy "fuerte" la tendencia de la madera de wengué. Ahora no se llevan y Natalia tiene claro que no apostaría por ellas en sus proyectos.

Los muebles con efecto brillo son una tendencia que no gustan y esto lo tiene muy claro, Natalia Zubizarreta. "Parece que vuelven los acabados en brillo para muebles de cocina, materiales…¡No me imagino volviendo a recomendar el acabado brillo en una cocina!".

Aunque aportan calidez, hay que reconocer que estas alfombras no son nada prácticas. Requieren bastante mantenimiento y además se ensucian con facilidad. "Las alfombras peludas son algo que me cuesta mucho, por el aspecto desaliñado y la dificultad de su mantenimiento y limpieza", reconoce Asun Antó. 

¡Ay cuando nos dio por los suelos de terrazo! Y pensar que ahora casi no se ven en ninguna casa. Para Asun Antó, nunca veremos en sus proyectos este tipo de suelos. "No puedo evitar que me transporten a un momento en el que estaba prohibido".

"Evito siempre mezclar diferentes tipos de madera", reconoce Natalia Zubizarreta. "Si mezclo, siempre intento que haya un hilo conductor. Por ejemplo, un roble más claro con una madera de cerezo que es algo más anaranjada".

Este tapizado se ha convertido en tendencia en los últimos meses, pero para interioristas como María Just, cree que está tapizado está "un poco saturado". "He de decir que los diseños originales de estos sofás, de Pierre Augustin Rose, me parecen geniales y muy envolventes, sinuosos..., pero creo que, como todo, cuando se interpreta y se reinterpreta y se vuelve recurrente, te acaba cansando", confiesa.