¡Hola! Soy la decoradora Pia Capdevila y quiero compartir con vosotras 7 errores muy habituales que suelen cometerse a la hora de reformar un piso pequeño. Evítalos y seguro que la reforma será todo un éxito. 

Piensa que, en un piso pequeño, cada cm cuenta. Y saber aprovechar cada rincón muerto o zona de paso innecesaria es clave para arañar unos más que necesarios metros. Sé imaginativa, inspírate en las ideas de las revistas de decoración, bucea en las cuentas de Instagram de tus decoradores e influencers preferidos y, siempre que puedas, asesórate por un profesional, sabrá encontrar las mejores soluciones para tu casa.  

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Un piso de 60 m2 reformado por Pia Capdevila.

El Mueble

1. creer que tu piso es más grande... o más pequeño

Es uno de los errores más comunes a la hora de reformar una casa pequeña: sobredimensionar las medidas de nuestro piso o, por el contrario, visualizar los espacios más pequeños de lo que en realidad son. ¿El resultado? Que los muebles no encajen con las medidas reales de la casa. O se verán demasiado grandes, abigarrando el espacio y haciéndolo visualmente más pesado y pequeño de lo que es. O, por el contrario, crearás un efecto de mercadillo, con pequeñas piezas que parecerá que "bailen" en los espacios.

¿Un infalible para acertar? Los muebles a medida, porque se adaptaran como un guante al espacio. Además, podrás diseñarlos a tu gusto y acorde a tus necesidades. Su inconveniente es que son más caros y que, en caso de mudanza, no siempre podrás llevártelos contigo. 

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Detalle de libreri´a a medida con trasera de papel pintado.

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2. No aprovechar las paredes

Cuando tenemos poco espacio es muy importante trabajar en vertical. Estantes, librerías... No temas apostar por un gran mueble en el salón o llevar los armarios del dormitorio hasta el techo. Si los unificas con el color de las paredes, creando un efecto empanelado, se integrarán de manera natural con el espacio sin recargar el ambiente. De hecho, en el salón, es mejor un gran mueble que integre varias funciones (librería, mueble de tele, la chimenea, armarios...), que no varios pequeños, que crean más desorden visual.

3. No poner mesa de centro

Es un gran mito y un gran error en salones pequeños: prescindir de mesa de centro. Hay que buscar una pieza versátil, ligera o con varias funciones. En este sentido, las mesas nido son una muy buena opción, porque en el espacio que ocupa una tienes dos, dando mucho juego a la hora de organizar la tertulia.

Detalle de mesas de centro tipo nido

Detalle de mesas de centro tipo nido.

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4. Pensar que las alfombras empequeñecen

¡Cuando es todo lo contrario! Las alfombras ayudan a marcar espacios, delimitan zonas y realzan la decoración. De hecho, un truco infalible para espacios pequeños es apostar por una alfombra grande en vez de varias pequeñas. 

5. Usar colores muy oscuros

El color blanco es el mejor aliado para espacios pequeños, porque multiplica la luz y la sensación de amplitud. Pero si quieres darle "más color" a tu piso, hay una paleta enorme de tonos neutros con los que podrás jugar y sumar personalidad a tu casa sin renunciar a la sensación de amplitud. Mi consejo es que es mejor abusar de tonos claros en la base de la casa, y reservar los más oscuros a modo de color acento para los textiles, alguna pieza destacada, los cuadros… 

Dormitorio con cabecero tipo murete y gran alfombra

Dormitorio con cabecero tipo murete y gran alfombra.

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6. PINTAR paredes y techo del mismo color (Y QUE NO SEA BLANCO)

Personalmente, soy partidaria de pintar el techo blanco en pisos pequeños, porque se logra una mayor sensación de amplitud al contrastar paredes con el techo. Por el contrario, cuando se unifica el techo con el color de las paredes, se consigue crear mayor unidad visual, lo que se conoce como “efecto bombonera”.

7. Colocar televisores demasiado grandes

Convertir nuestro salón en una pequeña “sala de cine” es fácil hoy en día, con la enorme oferta de televisiones XL del mercado. Pero corremos el error de no respetar las proporciones y que el televisor se convierta en el protagonista del salón.

No solo es un error a nivel estético, sino también es contraproducente para nuestra salud visual, ya que la distancia entre el sofá y el televisor debería ser, aproximadamente, tres veces la medida de la diagonal de la pantalla. Por ejemplo, si tienes un televisor de 55 pulgadas, la distancia entre el sofá y la televisión debería ser de unos 4 metros.

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