7 recibidores para pisos pequeños de 3 interioristas llenos de ideas para copiar

La decoradora Begoña Susaeta, de Sube Interiorismo, sabe que el dúo formado por blanco y madera es infalible para decorar un recibidor pequeño. Su sola presencia lo llena de calidez y luz. En este proyecto, además, ha buscado ampliar visualmente el recibidor, dejando su paso abierto hacia el salón y abriendo una ventana en el tabique que da a la cocina. Así ha ganado sensación de continuidad y el recibidor parece mucho más grande de lo que, en realidad, es. Lo ha decorado con un elegante banco con capitoné para descalzarse y dos espejos. Todo, en blanco y madera. 

En este recibidor la interiorista Begoña Susaeta ha optado por un gran frente a medida para sacar partido al espacio. Se compone por dos armarios empotrados, perfectos para guardar chaquetas y otros complementos, y un banco para descalzarse en el centro. Sus frentes en blanco se funden con techos y paredes y hasta con el suelo de roble blanqueado que se prolonga en el resto de la casa. Mucho blanco y muebles a medida llenan de luz y hacen crecer este recibidor que tiene el toque de calidez de las fibras. 

De nuevo, el color blanco y el paso abierto a la luz son la base de la decoración de este recibidor decorado por la interiorista Begoña Susaeta que así gana sensación de espacio. Está decorado con una consola que combina pie en aspa metálico y madera a juego con el espejo rectangular. La consola da brillo y un toque elegante al espacio y el espejo colocado en vertical incrementa, también, la sensación de altura. 

Sustituir el tabique por una pared acristalada fue el primer paso para llenar de luz y profundidad este recibidor, a priori, oscuro y estrecho, reformado por la interiorista Paula Duarte. Los cuarterones de cristal hacen de separador del recibidor sin tapar la claridad que llega desde la cocina contigua. Lo recorren dos zapateros Hemnes de Ikea. "Parece un mueble a medida pero, son dos zapateros de Ikea que adapté con un tablero de madera", explica la propia Paula. Además de ganar espacio para 16 pares de zapatos, su sobre sirve de vaciabolsillos. Completa el recibidor, un banco para descalzarse.

En su propia casa la interiorista Paula Duarte se atrevió a pintar la pared de un color gris intenso gracias a que la gran puerta acristalada baña el recibidor con mucha luz natural. La pared está decorada con una consola, de hierro y madera, de aire industrial, y un espejo redondo con marco de madera. En paralelo, el recibidor cuenta con un frente de armarios empotrados, un auténtico desahogo para toda la casa. Sus puertas correderas son la mejor opción para no interferir el paso estrecho con la apertura de las puertas. 

En este recibidor la interiorista Natalia Zubizarreta ha concentrado toda la decoración en una única pared. El papel pintado de inspiración textil le da elegancia y enmarca la ligera consola que combina blanco y madera. Tiene poco fondo, dos cajones para lo más pequeño y una práctica repisa para guardar los complementos en cestos. Unas puertas correderas abren el recibidor al salón y el espejo crea una falsa ventana y multiplica la luz. 

En este otro recibidor decorado por Natalia Zubizarreta la decoradora ha vuelto a jugar con el papel pintado para dar personalidad al mini recibidor. Le ha dato un estilo sofisticado y mucha luz con una consola que combina mármol blanco con perfiles dorados junto con un espejo con marco en acabado oro y objetos decorativos en dorado y cristal. El toque cálido y natural lo ponen el ramo en verde y la lámpara y la alfombra de fibras. Es una apuesta por el menos es más.