Durante años, si pensábamos en cómo pintar una cocina pequeña, la respuesta era casi automática: blanco o, como mucho, blanco y madera. Colores claros, luminosos y neutros para ganar metros visuales en la cocina. Y aunque esa fórmula sigue funcionando, los interioristas están demostrando que hay vida (y mucho estilo) más allá del blanco total.

De hecho, cada vez más cocinas pequeñas apuestan por el color. Eso sí, no cualquier color ni de cualquier manera. La clave está en saber usarlo, dosificarlo y combinarlo bien para que no reste luz ni haga más pequeño el espacio. Colores suaves, envolventes, equilibrados o con un punto vibrante: todo depende del efecto que busques. Pero lo que está claro es que hoy las cocinas admiten más variedad cromática que nunca. Y sí, pueden ser pequeñas… y tener mucho estilo.

nuestras expertas, a favor del color

  • Paula Duarte, interiorista: "Si eliges bien el color, puedes crear una cocina con muchísima personalidad". 
  • Paula Duarte, interiorista: "Si una cocina blanca no se combina con madera, fibras vegetales o algún elemento cálido, puede parecer un laboratorio, sobre todo con suelos grises y azulejos hasta el techo
  • Clara Masllorens, interiorista: "Mi opinión es que hay que atreverse. Utilizar color en las cocinas es esencial, ya que aporta personalidad y carácter al espacio. Si bien una cocina blanca siempre es una elección "segura", puede resultar un poco monótona."
  • Clara Masllorens, interiorista:  "Suelo recomendar colores que no sean "tendencia", ya que esto puede llevarnos a cansarnos de ellos con rapidez.
  • Natalia Zubizarreta, interiorista: "A pesar de que hay sistemas de antihuellas, las cocinas negras suelen ser bastante sucias. Las manchas de grasa o de huellas digitales le quitan vida y pulcritud a la cocina