No hay nada como los testimonios reales para tomar el pulso de lo que se cuece en vuestras casas. Maniacos de la decoración desvelan lo inconfesable, para que sepamos qué les obsesiona en el dormitorio . Nada pesado para decorar la pared del cabecero Begoña es una adicta a la deco. "Nunca pondría algo pesado para decorar la pared del cabecero por muy valioso, trendy o decorativo que fuera", su manía tiene que ver con " ¿y si se me cae en la cabeza? Dormir todas las noches de mi vida con algo sobre mi cabeza… Mira, va a ser que no". Nada de un punto central de luz sobre la cama "No puedo con una lámpara colgando sobre la cama en mitad del techo", señala como manía decorativa Alejandra. "¿De qué sirve ese punto? Realmente me horroriza. No podría conciliar el sueño si tuviera uno. Veo mucho más práctico distribuir focos en la zona del cabecero y mesitas de noche y delante del armario ". No a las camas pegadas a la pared por un lateral "No soporto las camas pegadas a la pared sin poder acceder por los laterales", indica Marta. "No es cómodo, no puedo hacer la cama, ni acceder… Me da coraje". Además, cuando las camas quedan pegadas a la pared por un lado, con poco espacio para pasar, los roces son inevitables, estropeándose la pared en poco tiempo. Y tú, ¿ qué distribución prefieres para el dormitorio ? Mejor que no haya espejos frente a la cama "¿Una manía en el dormitorio? ¡Claro! No me gustan los espejos colocados frente a la cama " y tampoco "poner cosas debajo de las ventanas", declara Olga cuando le preguntamos. Y añade risueña: "En general, podría decirte muchas cosas". Que la colcha no llegue al suelo Susana nos dice que tiene una manía importante con que "la colcha no arrastre por el suelo. Me pone nerviosa pensar que algo pueda trepar desde él y llegue a mí mientras estoy descansando ". Y la verdad, ahora que lo lees, ¿no se te pone la piel de gallina si lo piensas? Odio a las camas bajas y los tatamis Así de claro lo tiene Bárbara cuando le preguntamos por esa manía decorativa para el dormitorio. La primera es "que la cama tenga una altura cómoda, nada de camas bajas ni tatamis". No solo son algo incómodas en el uso, sino también a la hora de cambiar las sábanas . Y añade que otra de sus manías es vestir la cama "siempre con fundas nórdicas, tanto en verano como en invierno". Textiles a juego entre cama y cortinas Otra manía que comparten Bárbara y Gonzalo es que "los textiles de la cama estén coordinados con las cortinas o estores que visten las ventanas". A ambos les altera cuando no es así. Podemos añadir que esa combinación puede ser de colores, estampados y tipo de tela. Cabeceros que no sobresalgan apenas respecto a la pared Otra de nuestras lectoras, Virginia, seguidora desde hace muchos años de nuestra revista, lo que la convierte en una experta en decoración, señala que " prefiero que los cabeceros no sobresalgan demasiado respecto de la pared en la que apoya la cama ". Muchos cojines en la cama en su sitio cada mañana Pili suma otra manía que la que escribe, comparte: "No me puedo ir de la habitación por la mañana sin hacer la cama y volver a colocar la montaña de cojines en su sitio. ¡Me encanta vestir la cama con muchos cojines ! ". Manta sobre la cama y cojín grande Por su parte, Andrea también destacó su manía decorativa para el dormitorio en unos segundos. ¡Lo tenía claro! "Tiene que haber una mantita encima de la cama y, al menos, un cojín grande. ¡Ah! Y me gusta que haya un espejo en la habitación (el mío está en una de las puertas del armario). Un cabecero confortable que no se mueva Susana aporta una nueva manía que puede que compartas con ella: " El cabecero del dormitorio debe ser acolchado . Odio apoyarme en él y que se mueva el cojín o sentir la dureza de la pared en mi cabeza". Zonas de paso despejadas en el dormitorio Julia y Luis coinciden en que les gusta que el dormitorio tenga zonas de paso fluidas. " Sin nada por medio que interrumpa la circulación " y Luis añade que le molesta especialmente, convirtiéndose en manía persecutoria que "la alfombra no esté centrada en el espacio". La orientación de la cama: no puede mirar a la puerta de acceso Miguel tiene una manía que casi se podría denominar superstición. " La cama no puede quedar orientada hacia la puerta de acceso . No me gusta que mi cabeza, cuando estoy tumbado, mire a la puerta". ¡Esto le ha hecho incluso descartar la compra de algún piso! El acceso al baño integrado: muy disimulado "Si el dormitorio cuenta con un baño integrado, esa puerta me gusta que quede visualmente a ras de la pared, es decir, que cuando esté cerrada se mimetice son molduras ni marcos y con un picaporte que apenas se aprecie ", confiesa Begoña, que buscó esa solución en la última reforma que realizó en su casa. Maribel, sobre este tema, indica que si el baño está abierto, siempre debe tener algún elemento de separación: "ya sea un biombo, un murete, otro elemento y suelos diferentes entre baño y zona de descanso". La pared frente a la cama bien decorada Carmela aporta su granito de arena a este más que decálogo de manías: " No puedo ver la pared que queda frente a la cama despejada . Necesito que hay decoración en ella con algún mueble, aunque sea de poco fondo". En caso contrario, señala, que le parece que está mirando a un muro y le inquieta. Una alfombra junto a la cama siempre "Yo necesito una alfombra junto a la cama para que al acostarme y descalzarme o cuando me levanto, mi pie descalzo no note el suelo. ¡Un detalle que me hace sentir muy bien!", aporta Gema. La pared del cabecero en un tono que resalte Leticia -y coincide con Bárbara- tiene una manía decorativa con la pared del cabecero: " Tiene que estar pintada en un tono más oscuro que las demás de la estancia . Puede ser con color o con un papel pintado". Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .