Le sobran pretendientes: estos son los colores que combinan con el gris en decoración

Una de las grandes virtudes del color gris es que puede combinarse prácticamente con cualquier otro color. ¡Es la gran ventaja de los neutros! Eso sí, el efecto que se consigue es distinto. Tonos vibrantes como el rojo o el turquesa harán que resulte menos serio y los cálidos como el mostaza le aportarán luz. Pero también hace muy buena pareja con el resto de neutros. 

Una forma de conseguir más calidez es combinar el color gris con tonos tierra. Ocre, mostaza, arena o camel son colores que se entienden muy bien con el gris, ya sea en sus tonalidades más claras o más oscuras. Y es que estos colores propios de la naturaleza ayudarán a dar un poquito de calidez. Puedes añadirlos en pequeñas pinceladas, como las fundas de los cojines u otros elementos, como unas cestas de fibra natural.  

¿Quieres seguir aprendiendo cómo combinar colores? Te presentamos un mismo sofá que se transforma con 3 combinaciones distintas de cojines. ¿Cuál prefieres?

Entre los colores que combinan con el gris, el negro es una opción elegante y atemporal. Claro que no puede ser cualquier gris. Debe ser un gris medio y los toques de negro muy controlados. Aquí son las sillas y las pantallas. También hemos de procurar que el resultado no quede demasiado frío, por eso añadieron una madera al natural, ni moderno, por eso conservamos las sillas clásicas.

Un resultado muy urbanita, neoyorquino, incluso. Utilizar diferentes tonos dentro de una misma gama es éxito. Asegurado si incluimos más de dos tonos. Y más si lo acabamos de redondear con complementos cromados.

Es una combinación luminosa y natural, sin complicaciones. Combinar el gris con el lino natural da como resultado una pareja muy bien avenida que lleva funcionando muchos años y que no pasará de moda.

Es curioso lo luminosa que puede ser la combinación del color gris oscuro con el blanco. Es como si el blanco multiplicara sus poderes. El resultado es moderno. Y no es una opción limitada, sino que puede aplicarse en cualquier estancia, desde la cocina, pasando por el salón (este es de la nueva casa de la interiorista Paula Duarte), hasta el dormitorio.

Si quieres dar vida al color gris, nada como combinarlo con cualquier tonalidad cálida. El rojo es perfecto para ello. Puedes añadirlo mediante cojines lisos y estampados. Para darle más luz, mejor que estos tengan otros tonos claros, como el beige o el blanco. 

Otro color que combina con gris a la perfección es el magenta o color vino. Ayuda a dar calidez al gris, pero no solo eso, sino que también aporta un aspecto más elegante y moderno. Para que la combinación no se coma toda la luz, acompáñalos de colores claros como el blanco o el beige. 

El mostaza es un color que combina muy bien con el gris. ¡También con el oscuro! Si tienes miedo a que su fuerza decorativa se coma la luz y empequeñezca el espacio, el mostaza contrarrestará ese efecto.  

El azul, en sus variantes más claras y más oscuras, es un buen acompañante del gris. Aportará mucha frescura si eliges tonalidades claras, como en este sofá, mientras que si te decantas por otras más oscuras, el efecto será elegante y sofisticado. Ahora, el efecto puede resultar un poco frío, por lo que no está de más añadir elementos en madera que suban la temperatura. 

Si el azul claro aporta luminosidad al gris, el azul petróleo acentúa su carácter elegante y sofisticado. Puedes incluirlo en una pieza grande, como el sofá del salón o el cabecero de tu dormitorio. Después incluye textiles en tonalidades más claras de azul y gris. Y no te olvides de añadir elementos en madera o fibra natural que aporten calidez.  

Otra combinación de gris y azul, aunque con distintas intensidades, es esta. Un gris oscuro con matices cálidos y en grandes dosis puede hacer uso de turquesas, aguamarinas y cualquier color frío entre el verde y el azul. En este salón, el turquesa sirve para restarle seriedad al color de la librería y el sofá, convirtiéndolo en un espacio cálido, con un look más fresco y con un punto hasta veraniego.  

Esta es una combinación clásica, pero que casi podríamos jurar que funciona en todos los estilos. Y es perfecta porque juntos consiguen destacar y definirse dentro de sus sutilezas. Si buscas un color que combine con el gris, ¡el blanco nunca falla! Además, lo ilumina y le da frescura. ¿Se puede pedir más?

Especialmente si ambos son claros y si el verde es delicado y acuático. Las maderas decapadas en gris consiguen en esta buhardilla un efecto ligero y envolvente, que nunca conseguía la madera natural. Es una buena opción para pintar vigas que cogen protagonismo pero no peso.

Si quieres un efecto más informal y joven prueba a combinar el color gris con tonos pasteles, mint, verde agua... Ayuda a suavizarlo, restarle seriedad y el resultado es moderno y atemporal. 

Cambia totalmente de estilo si quieres combinar un gris claro como el perla o un oscuro como la pizarra. Pera también puede ser frío cuando empieza a acercarse a los verdes y a los azules. O más cálido cuando roza la frontera del beige como el que vemos en la foto (toda una tendencia conocida como el greige).

Estos tonos tiene la gran virtud de aportarle calidez sin perder dio un ápice de su sobriedad. Además de con las telas, también podemos conseguir este efecto con las fibras naturales, el cuero...

Esta mala fama no siempre merecido de ser un color demasiado frío, desaparece cuando se combina y cedemos parte del protagonismo a la madera. Claro que también puede ser al revés: el gris es un buen antídoto para que espacio con mucho peso de la madera, queden demasiado rústicos, clásicos o pesados. 

Cuando optamos por un gris claro, nos encontramos con las ventajas y los inconvenientes de los tonos neutros como el blanco y el beige, que necesitan un color de contraste para que no queden sosos. Aquí vemos lo bien que queda combinar el gris con rosa y materiales cálidos como la madera.

El azul oscuro también es un color que combina con el gris y sirve para dar intensidad sin salirse de los patrones clásicos a las combinaciones para un salón. En el fondo de la librería, además de estilo, conseguimos ganar profundidad.

Cuando esta combinación es puramente bicolor, además de cálida es impactante y moderna. Además de un buen recurso para compensar la falta de luz del gris y darle vidilla. Con cojines, cuadros, pantallas... consigues ese efecto.