El verde es el color de la temporada. Aunque estamos acostumbrados a otoños de arenas, ocres, marrones y terracotas, este año las tendencias nos traen un color más vital, en plena conexión con lo natural. Porque el verde simboliza la naturaleza, pero también es sinónimo de frescura, de relax y de equilibrio. Por eso nos gusta tanto. Y lo mejor es que este otoño lo veremos en su faceta más oliva, pero también con matices desempolvados y hasta con toques de aguamarina. Te ayudamos a combinar el verde y este otoño, sacar todo el partido al color. 

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1.

Combina el verde con tonos ocres

sofa verde con cojines y plaid marrones

Sofá y mesa de centro, de Deteca. Mesa auxiliar y lámpara de sobremesa, de Coton et Bois. Librería, de Merc&Cía. Espejo, de Malana's Workshop. Cojines y cerámicas de Zara Home. Alfombra, de IKEA.

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Este otoño se lleva un verde deslavado que nos regala todas sus ventajas pero en un tono poco saturado que encaja perfectamente en cualquier tipo de decoración. Y es precisamente gracias a ese carácter suave que queda genial con tonos mostazas y ocres. Si el verde se destina a una gran superficie, como un sofá, unos cojines o mantas de estos colores le darán vidilla.  

2.

Y con el beige

Sofá beige con cojines verde aguamarina.

Sofá, de la Sofatería. Mesa de centro, en Merc&Cía. Mesita redonda, lámpara de sobremesa y espejo, de Coton et Bpis. Plantas, de Mayflower.

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Otra de las variedades de verde que triunfan este otoño es el verde aguamarina. Este color que bebe ciertos matices de azul es fresco y recuerda un poco al verano. Sin duda, una llamada a mantener el buen tiempo en casa, aunque sea con el color. Y este tono fresco y veraniego queda genial sobre una base beige. Juntos, el efecto es elegante, pero también desenfadado y fresco. 

3.

El verde se luce sobre el blanco

Office blanco con manteleri´a verde

Mesay si llas, de El Corte Inglés. Lámpara de techo, de Kave Home.

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En estancias en las que el blanco es el color predominante, el verde deslavado, pero un poco oscuro, es perfecto para avivar la decoración. Y el efecto es fresco, desenfadado y alegre. En una mesa blanca, como la de este office, un mantel en verde oscuro y una vajilla en verde aguamarina traerán las tendencias de forma discreta, pero efectiva.    

4.

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5.

Queda genial con los marrones

Cojines marrones y verdes.

Combina con varios colores y texturas para dar movimiento

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Si preguntas a cualquier que cómo combinar el verde te dirá que los tonos marrones son su mejor acompañante. ¡Y tienen razón! Ambos colores están muy presentes en la naturaleza y, combinados, son el perfecto símbolo del otoño. Sobre un fondo claro, como un sofá beige o blanco, destacará mucho más. Y un consejo: combina el verde liso con varios estampados en marrón y con distintas texturas. El efecto no es para nada aburrido, sino muy decorativo.  

6.

Siempre con madera

Comedor con mesa de madera y pared con arrimadero y papel pintado.

Papel pintado, de Jan Churchill, en Piccolo Mond. Arrimadero pintado en color Sof Teal, de Jotun. Mesa y sillas, en Taller de las Indias.

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Si hay un material que encaja a la perfección con este tono de verde deslavado que se lleva esta temporada es la madera. Su calidez es el contrapunto perfecto a la frialdad del verde, pero es que además, se ayudan mutuamente a destacar. También las fibras son muy adecuadas para combinarlo. 

7.

Perfecta pareja del blanco

Dormitorio con ropa de cama blanca y verde.

Cabecero, banqueta, estor de lino y apliques, diseño de Coton et Bois. Láminas, en Carolina Blue. Alfombra, de Papiol.

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Sí, el blanco pega con todo. Y, por supuesto, también con el verde oliva. Pero puesto que se trata de un color oscuro que puede ser muy potente, lo mejor es aplicarlo en pequeñas dosis: unos cojines sobre la cama o el sofá, una mantita decorativa, el tapizado de un mueble o, incluso, en los colores de los cuadros.  

8.

No tengas miedo a 'abusar' del verde

Dormitorio con carpintería verde.

Cabecero a medida con apliques de latón.

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Una de las ventajas del verde deslavado, es color tan en tendencia de este otoño, es que es delicado y no cansa. Por eso se puede destinar a grandes superficies, como la carpintería de un armario o como la funda nórdica, siendo la protagonista de la cama. Pero sí que es cierto que, si lo destinas a piezas de cierto volumen, deberás acompañarlo de otros colores que den luz, como el blanco o el beige.    

9.

Verde, blanco y beige: una trío bienavenido

Dormitorio con ropa de cama verde beige y blanca.

Mesita, de Kave Home. Lámpara, en Catalina House. Cortinas y estores, de Leroy Merlin.

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Si, por un lado, el verde se entiende muy bien con el blanco, y, por otro, también hace buena pareja con el beige, ¿por qué no mezclar los tres colores en la decoración? El blanco servirá para dar luz, el beige llevará la calidez y el punto de color lo pondrá el verde. ¿El resultado? Cálido, acogedor y muy muy personal. 

10.

Qué bien te queda el mostaza

Dormitorio con paredes en verde.

Dormitorio con banqueta, de Mercader de Venecia. Ventilador, de Faro

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Uno de los colores que mejor combina con el verde deslavado (y casi con cualquier verde) es el mostaza. Su alegría y calidez compensa la sobriedad y del verde, destacando con viveza. Cuando el verde deslavado es el color predominante, aplícalo este mostaza en cojines, mantas o el tapizado de una pequeña descalzadora. 

11.

Y mejor aún si le sumas blanco

Salón con boiserie pintada de verde.

Butacas y mesas de centro, de VP Interiorismo. Cojines, de Kover Studio, Zara Home y Filocolore. Cuadro, de Poster Club. Alfombra, de KP.

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Si al verde deslavado lo iluminas con blanco y le aportas calidez con el mostaza y la madera, el resultado es un ambiente elegante y sofisticado, lleno de luz y que responde a la perfección a las tendencias. Añade, además, pequeños toques de negro para que el efecto moderno sea mayor. 

12.

Dame terracota

Dormitorio con lampara de sobremesa y foco de pared.

Cama, de La Maison. Fundas nórdicas, cojines lisos y plaid, de Filocolore. Papel pintado, en Arte. Cuadros, de Carmen Figueras. Cojines de flores, de Pepitablanca. Mesita de Ferro BCN.

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Si el verde deslavado es tendencia este otoño, el terracota lleva siéndolo varios. Por eso combinarlo no es una idea descabellada. Y es que los colores opuestos combinan genial, porque uno calienta y el otro refresca. Y destacan más sobre un fondo blanco como en la ropa de esta cama. 

13.

También te favorecen los naranjas

Pared de cabecero decorada con cuadrícula de madera pintada en verde

Mesita de noche, lámpara y cabecero, diseño de Jeanette Trensig.

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Si el terracota y el mostaza te quedan bien, ¿cómo no ibas a combinar a la perfección con los colores más anaranjados? La clave está en la saturación del color. Como ves, en este dormitorio el cabecero luce un verde mucho más saturado y por eso, las colchas y cojines en naranja destacan mucho más. Atrévete con el color y verás cómo cualquier estancia se llena de vida. 

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