Casas de lectoras: el sofisticado ático de 95 m2 con baño y cocina abiertos de Anna en Tarragona

"Soy lectora de El Mueble desde que tengo uso de razón. Recuerdo a mi madre leyendo todos los domingos vuestra revista y cogiendo ideas para redecorar la casa, cuidar las plantas y cocinar. Hace tiempo que soy suscriptora de vuestra newsletter, con la que disfruto muchísimo y me he inspirado para poder reformar y decorar mi hogar. Creo que lo poco que sé sobre colores, texturas, iluminación, espacios etc. lo sé gracias a vosotros". Así se confiesa nuestra lectora de hoy, Anna García, que vive en este atrevido y colorido ático en el centro de Tarragona.

"Esta casa fue propiedad de mis abuelos maternos, desgraciadamente el año pasado falleció mi abuela, y decidí emprender la aventura de reformar el ático y aún sigo manos a la obra. Me gusta el diseño, la arquitectura, el interiorismo y el arte. Soy una publicista de 29 años apasionada por las texturas, el color y la mezcla de estilos", relata la protagonista de hoy.

"Me encantaría ser una de las ganadoras para homenajear a mis abuelos. Ellos trabajaron muy duro para poder comprar el ático de sus sueños y que sus hijos, nietos y todas las amistades gozaran de este espacio. ¡Y lo consiguieron con creces!", confiesa Anna.

"Siempre quise convertir el piso en un espacio abierto y diáfano donde los protagonistas absolutos fueran la cocina, el comedor y la terraza. Espacios dónde he sido especialmente feliz y dónde he vivido grandes vivencias con mis abuelos. Cuando empecé la reforma, mi ilusión era conseguir que la vivienda transmitiera personalidad y desprendiera mucha vida. Ahora, cada vez que entro por la puerta siento que este lugar es MI HOGAR. ¡Y eso me hace muy feliz!", detalla nuestra lectora.

"El ático tiene 95 m² y una terraza de más de 120 metros. La vivienda consta de 3 habitaciones, 2 baños, un comedor, cocina, cuarto de la colada y 3 terrazas (una interior y dos exteriores)", describe.

"Para mí todas las estancias son especiales, ya que tengo infinidad de recuerdos de mi infancia y juventud. Pero, si tengo que quedarme con una elijo el espacio abierto de cocina-comedor. Un espacio singular, lleno de vida y con vistas a la ciudad de Tarragona donde nos seguimos reuniéndonos amigos y familia para disfrutar", confiesa Anna.

Cuando se quedó con el piso de sus abuelos, Anna decidió reformarlo: "Cuando decidí emprender esta aventura el piso necesitaba una buena reforma (puertas, cocina, suelo, ventanas, baños, etc.), pero tomé la decisión de hacer una transformación integral y cambiar la distribución que había para sacar mejor rendimiento al espacio. Así que tiré todos los tabiques, prescindí de los pasillos y unifiqué algunas estancias para ganar luz y espacio visual. Además, opté por materiales translúcidos y cristal para dar mayor amplitud al hogar".

"Reconozco, también, que tengo devoción por el dormitorio principal. Cuando decidí unir el baño con la alcoba mediante puertas correderas transparentes, parecía una locura y la mayoría de personas me decían que no lo hiciese. Pero seguí mi instinto y gusto y ahora ¡me parece una bendita locura!", añade.

Esta es la terraza de más de 120 m² que está en proceso de decoración.