Cómo pintar un mueble vintage paso a paso

Para conseguir el efecto desgastado o envejecido que estás buscando, la mejor opción es utilizar pintura a la tiza. Elige una de calidad y de base mineral. Ofrecen un acabado más natural y no se cuartean, a diferencia de las acrílicas. ¿Sabes qué es el chalk paint? 

Para pintar muebles vintage, lo más aconsejable es utilizar la brocha en vez de el rodillo en todos los pasos. Las cerdas de la brocha ofrecen una textura más llamativa y con un resultado más vintage. En cambio, con el rodillo se consigue un acabado más uniforme. Pero, ¿qué brocha? Con las de pelo corto y duro, las pinceladas quedan más marcadas y se emplean para encerar o para la decoración con esténcil. Utiliza las de pelo largo y blando si prefieres un acabado más liso y para las superficies más grandes.

Pintar muebles vintage en gris es una de las alternativas más habituales. Elegante, con clase y versátil en cualquiera de sus tonalidades, desde las más claras, como la de la imagen, a otras más intensas. Encaja igual de bien tanto en ambientes modernos como en otros más clásicos. Otra opción es el blanco en cualquiera de sus muchas tonalidades. 

Pintar los muebles es una constante en decoración para actualizar tu hogar. No pasa de moda. Puedes utilizar varios métodos para dotarlo de ese aspecto vintage que buscas. Una de las más conocidas es la técnica del decapado, que ofrece un aspecto desgastado y antiguo. Este método simula el paso de los años en la pintura. Básicamente consiste en eliminar parte de la pintura para que se vea la capa inferior o, directamente, la madera. 

Tanto si quieres es recuperar un mueble viejo como si quieres dar un aspecto vintage a uno nuevo, lo primero que debes hacer es preparar el mueble. Elimina tiradores y herrajes y arregla lo que sea necesario –una pata, la puerta, etc.–. Si es nuevo, puedes utilizar un punzón para hacerle algunas marcas –diferentes entre sí– como si fueran restos de carcoma. Le dará un aspecto antiguo más logrado. 

Si está pintado o barnizado, tendrás que lijarlo por completo con una lija de grano fino o medio. Cuando termines, limpia bien toda la superficie con un paño y un pincel secos para quitar todo el polvillo. 

Si quieres darle un aspecto vintage a tu mueble, tienes varias opciones. Elegir un color y que se perciba ligeramente la madera o bien elegir dos colores (o más), uno más oscuro que otro –que sería la primera capa–. Para este tipo de trabajo no es necesario aplicar imprimación, ya que lo que queremos es que se vea el fondo cuando retiremos la pintura. 

Si quieres un efecto envejecido en un mueble actual de melamina, antes de aplicar la pintura tendrás que tratar la superficie. Aplica una capa de imprimación para que la pintura no se desconche con el tiempo, ya que este tipo de superficies son menos adherentes. 

Tanto si has elegido dar una capa de pintura –y que se aprecie la madera original–, como si vas a dar dos o tres, deja que la pintura seque entre capas. Si quieres un efecto sutil, elige dos tonos similares. En cambio, si buscas un resultado más llamativo, elige dos colores con mucho contraste, como el blanco y el verde de la imagen.

Este es el paso más delicado y con el que conseguirás el efecto envejecido. Para que parezca natural, lija los salientes del mueble como esquinas, ángulos y curvas. Ve haciéndolo poco a poco y con una lija de grano fino. Asimismo, aplica diferentes presiones para que el resultado no sea uniforme y resulte realista. 

Para un resultado duradero y natural, lo más recomendable es aplicar una mano de barniz incoloro mate o cera incolora para chalk paint. Si el mueble es de mucho uso, es más recomendable la primera opción, ya que estará sometido a mucho trote. En cambio, si la pieza tiene un carácter más decorativo que funcional, aplica cera. Es muy fácil y deja un acabado muy sedoso. 

Otra opción para lograr un aspecto vintage en el mueble es aplicar la cera saltándose el paso del lijado. Si aplicas una sola capa de pintura a la tiza y después una cera oscura, el efecto envejecido está asegurado. Si eliges un tono oscuro y quieres un aspecto empolvado en el mueble, elige una cera blanca. Puedes aplicarla con un trapo limpio y que no desprenda pelusas –los de algodón son perfectos– o con una brocha de cerdas suaves.

Aplica la cera cuando la pintura esté bien seca. No sobrecargues el paño o brocha para evitar que haya exceso de cera y extiéndela por la superficie. Espera unos 15 minutos para que absorba la cera y retira la cera sobrante con un paño limpio, sin apretar demasiado y con movimientos circulares. Si es una pieza de mucho uso, tal vez sea conveniente aplicar más de una capa, pero sin esperar a que se seque. 

Esta técnica se conoce como esténcil y es ideal para dar un punto más personal y original al mueble. Los hay de mil formas y dibujos, desde letras a motivos vegetales. Para utilizarlos, lo más adecuado es fijarlos con cinta de pintor –para que no se muevan mientras pintas– y utilizar un pincel para esténcil. Tienen la punta redonda y son bastante flexibles. Asimismo, descarga un poco de pintura del pincel antes de aplicarlo. Hay dos técnicas para pintar con esténcil: con pequeños toques o en movimientos circulares. 

Si lo que quieres es dotar a tu mueble vintage de un estampado original y continuo, utiliza un rodillo para pintar motivos –se venden así–. Antes de aplicarlo sobre el mueble, haz varias pruebas en un papel para decidir en qué dirección quedará el motivo decorativo.