Antes y después: el piso de los muebles con chalk paint de una pareja instagramer

"La encontramos anunciada en una aplicación de venta de objetos de segunda mano. Estaba pintada con pintura acrílica negra brillante y habían resaltado unas tallas con spray verde", cuentan Silvana y David. ¡Verás qué cambio! 

"Tras una buena limpieza y varias capas de chalk paint blanco tiza, lijamos zonas estratégicas para conseguir un efecto desgastado. La protegimos con cera incolora sacándole bien el brillo y se convirtió en la niña de nuestros ojos. Nos encanta combinación del blanco con las vetas grises del mármol", nos cuentan. ¡Qué bonita!

"Lo compramos a un particular que nos contó que era de origen alemán, de legado familiar", cuenta Silvana. ¡Ahora parece otro! 

"Nos pareció perfecto para David, que suele teletrabajar. Un mueble robusto y amplio. Para contrarrestar el carácter serio del escritorio y darle un aire más desenfadado decidimos probar una pintura mineral en un tono azul. Tras un lijado inicial y unos arreglos en los detalles, el resultado después del pintado fue espectacular. Las puertas tienen un óvalo que dudábamos si pintar o no. Suerte que tan solo lo lijamos porque el dibujo que tiene crea un contraste perfecto con el azul. La piel del sobre estaba deteriorada y la sustituimos por una color camel a juego con la butaca, que también tuvimos que volver a tapizar. El resto del sobre lo lijamos a conciencia para dejar un color lo más natural posible que luego resaltamos con cera incolora", explican, como sumo detalle ¡y cariño!

"Es el único mueble que compramos ya restaurado y que no modificamos. Y es que nos encantó tal cual estaba, en ese precioso tono negro mate y con el sobre en blanco. Nos pareció perfecto para equilibrar el salón". La combinación con una tele moderna es perfecta.

Silvana y David pueden disfrutar de una amplia terraza, que también han decorado con muebles que ellos mismos han restaurado o reciclado. "Este banco lo adquirimos de segunda mano", explican. ¿Quieres ver cómo luce ahora? 

"Lo desmontamos completamente y lijamos las tablas de madera. Utilizamos chalkpaint blanco tiza, pero únicamente le dimos unas pinceladas dejando entrever parte de la madera, con el fin de conseguir un efecto muy desgastado. La protegimos con barniz al agua mate. La parte central del respaldo la pintamos de gris antracita para conseguir un bonito contraste. Para la estructura utilizamos pintura negra efecto forja". Ahora lo disfrutan ¡muchísimo!

"Lo compramos a un particular y decidimos pintar el sobre con gris antracita y el resto con blanco tiza", cuenta Silvana de uno de los rincones que más disfruta.

Así se ven feísimas. ¿Quieres ver el cambio?

"En las sillas y las patas de la mesa dimos pinceladas sin llegar a cubrir toda la superficie, pues queríamos que tuviera un aspecto muy desgastado. Nos encanta el contraste entre la delicadeza de unos tonos suaves y el deterioro por el paso del tiempo. Para protegerlos utilizamos barniz mate al agua", cuentan estos aficionados que parecen ¡todos unos profesionales! 

"El anterior dueño se había deshecho de ella. La verdad es que estaba en bastante mal estado, con tablas dobladas y rotas", recuerdan David y Silvana. ¡Te va a encantar cómo quedó!

"Nos pareció muy original la idea de haber utilizado dos ménsulas como patitas. Y además, confesamos que nos encanta transformar algo y que vuelva a recobrar la belleza. Sustituimos las tablas en mal estado, pintamos la madera con chalk paint blanco y las patas con pintura efecto forja. ¡Ya teníamos mesa de centro para el banquito!". ¡Genial!

"Queríamos tener algo único y especial en nuestra terraza y se nos ocurrió hacer un pequeño mueble bar. Para crear la estructura del mueble contamos con la ayuda del padre de David, a quien le explicamos nuestra visión y supo plasmarla a la perfección. Tan solo hicieron falta las maderas de dos palés, un par de juegos de bisagras, dos cadenas y dos cierres. El acabado se lo dimos nosotros con un buen lijado, pinceladas de chalkpaint blanco tiza, el lettering y barniz mate al agua. Ahora es uno de nuestros muebles auxiliares más preciados". ¡Super original!

"Compramos un portarretratos grande con diseño vintage de segunda mano", cuentan David y Silvana. ¿Quieres ver cómo está ahora? 

"Pintamos la madera que viene de fondo con pintura de pizarra negra y el marco con chalk Paint blanco tiza. La frase la escribió David pues tiene mucha facilidad para el lettering". Desde luego, ¡es único!

"Las compramos a un particular y estaban bastante deterioradas. Sin embargo, nos encantaban y valía la pena todo el trabajo", cuenta Silvana.

"Primero se reforzó la estructura, las lijamos e hicimos un tratamiento anti - carcoma. Luego las pintamos con chalkpaint rebajado con agua para dejar entrever los defectos de la madera. Resaltamos las tallas con cera oscura. Finalmente, volvimos a tapizar el asiento con espuma y una tela gris suave para que se integrara en nuestro comedor", ¡vaya cambio!

"Dimos con un anuncio donde apenas se apreciaba. ¡Suerte que fuimos a verla! Nos enamoramos completamente", recuerda la pareja. No creerás qué cambio...

"Teníamos claro que la pintaríamos de blanco para aligerarla y darle un aire más dulce y romántico. Tras varias capas de chalk paint blanco tiza, lijamos las zonas que se desgastarían de forma natural y la protegimos con cera trasparente", cuentan. ¡Qué bonita ha quedado! 

Continúa el look del resto de su piso, muy acogedor, con blanco, madera, y muebles recuperados por ellos.

"Compramos un espejo de segunda mano para poner sobre la cómoda colonial del dormitorio", cuentan. ¿Quieres ver cómo quedó...?

"También utilizamos el chalk paint blanco tiza rebajada con agua, porque queríamos darle un efecto muy desgastado y que no tapase completamente la base dorada sobre la que íbamos a pintar y que nos encantaba. Con ayuda de un paño humedecido, conseguimos darle el aspecto deseado, eliminando el exceso de pintura". ¡Ha quedado genial!

"Somos una pareja de 44 y 42 años, informático y administrativa. Empezamos a vivir juntos en una gran ciudad pero al poco decidimos mudarnos a un pueblo pequeñito. Y es que nos enamoró la tranquilidad y las preciosas vistas a la montaña. Vivimos en un dúplex muy soleado y con una amplia terraza. Mis padres, artesanos y comerciantes, me transmitieron el amor hacia las antigüedades y las piezas hechas a mano. Me crié rodeada de muebles antiguos, que ellos mismos restauraban", nos cuenta esta lectora que nos seguía en Instagram y ¡a quien nosotras también seguimos ahora!

"El padre de David se dedicó toda la vida a trabajar la madera y sigue hoy en día enseñándole y apoyándonos en algunos de nuestros proyectos. En este dúplex empezamos prácticamente de cero y hemos ido adquiriendo muebles en anticuarios o particulares y brindándoles una nueva vida. También nos encanta el reciclaje creativo y tenemos varios muebles realizados con palets. Cada día vamos aprendiendo cosas nuevas de este maravilloso mundo de la restauración, pero sin duda para nosotros el ingrediente secreto es el amor. Y es que a todo lo que se le pone amor se vuelve magia", cuentan. ¡Estamos de acuerdo!