Bancos de jardín: ¡no querrás volver a entrar en casa!

Un banco de madera es el acompañante perfecto para una zona de piscina. Para que sea más cómodo, colocar con una colchoneta gris, del mismo color que los respaldos, como en este jardín. Y no te olvides de añadir unos cojines extra para mayor confort. ¡No querrás salir de ahí!

En una zona de porche, nada queda mejor que un banco de jardín mirando al césped (o la piscina, si la tienes). Para crear un salón de verano en el exterior, añade un par de butacas y una mesa de centro. ¡Ya lo tienes! 

Si tienes un comedor en el exterior con una mesa de piedra, sustituye las tradicionales sillas por unos bancos de jardín también de piedra. El conjunto respirará un aire rústico y te aseguras que no se estropea con el tiempo. 

Una buena ubicación para un banco es bajo una de las ventanas que da al jardín y convertirlo en tu lugar favorito para ver el atardecer, disfrutar de un buen libro o, simplemente, relajarte. 

Si tienes un viejo banco que ya no te gusta prueba a darle una mano de pintura a la tiza. Tendrá una imagen completamente renovada y debajo de un porche te asegurarás de que no se estropea. También hay pinturas para muebles de exterior si lo vas a tener a la intemperie.  

En este rincón del jardín, se ha utilizado una pared como soporte para un banco que sirve de asiento del comedor, con el mismo acabado que la mesa. La clave está en conseguir unos buenos anclajes que aseguren su estabilidad.    

Los bancos de jardín de forja son los más tradicionales. Lo mejor es que dotarán al ambiente de un aspecto romántico y vintage muy característico. Unas colchonetas y unos cojines de exterior lo harán más cómodo. Elígelos de colores claros para suavizar su efecto.    

En una zona cubierta, como este porche, lo más adecuado para contar con espacio en el que sentarse es planificar un banco de obra que haga esquina. Así no se pierde ni un centímetro y se aprovecha toda la zona cubierta. Después, con añadir una mesa y un par de puff tendrás tu salón exterior listo para disfrutar.   

Si el espacio no es muy grande, un banco volado es un mueble perfecto para una terraza pequeña. No ocupa espacio visual y te permitirá colocar debajo algunas cajas para guardar. 

Un banco de forja es perfecto para un decorar un patio pequeño como este. En blanco, su imagen será más liviana. Y acompáñalo de una mesa del mismo material. Después, rodéate de tantas plantas como puedas y ¡parecerá un jardín! 

Si quieres dotar a tu comedor de exterior de un toque rústico, elige unos bancos de madera que acompañen a una mesa del mismo material. Lo mejor es que podrás moverlos cuando quieras o colocarlos debajo de la mesa cuando no se estén utilizando. 

Como salido de la propia pared, este banco de jardín luce el mismo acabado que las paredes de este porche de madera. Unas mesas tipo tronco incrementan su innegable estilo rústico. ¡Qué acogedor!