En una casa de pueblo del 1800 donde la vida pasa más despacio y las estancias siempre han sido las mismas, tocaba darle un aire actual a una cocina reformada por última vez hace unos 50 años y donde cada fin de semana se reúne una familia en la que cada vez son más. Los propietarios hablaron con el estudio de la interiorista Natalia Marchal en Navarra para que ella misma se encargara de darles su cocina de ensueño. ¡Y así ha sido! Ahora ya no parece la típica cocina vieja de casa de pueblo, sino que es un rincón coqueto y luminoso mucho más moderno, aun sin perder su esencia. 

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Antes y después: el gran cambio de una cocina anticuada a acogedora y moderna

Antes y después: el gran cambio de una cocina anticuada a acogedora y moderna

La interiorista Natalia Marchal se encargó de transformar una cocina anticuada que hacía más de 50 años que no se actualizaba en un espacio abierto, luminoso y acogedor. ¡Nos ha enamorado!

2.

Antes: una cocina envejecida y pasada de moda

Cocina antes de la reforma.

Cocina antes de la reforma.

Natalia Marchal

La cocina partía de una medida total de unos 25 m² dividida en dos estancias distintas: la conocida recocina de antaño, convertida en una despensa con el paso del tiempo, y la zona donde cocinar que situaba también la mesa de madera que hacía de "office". 

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Después: una cocina moderna y estilosa

Cocina después de la reforma con muebles blancos, electrodomésticos modernos y office con mesa de comedor de madera pintada de blanco y sillas a juego.

Cocina después de la reforma con muebles altos con campana, modelo Frecan. Electrodomésticos, de Siemens. Tiradores en negro, modelo Gola. Suelo porcelánico, modelo Beren Greige, de Living.

Natalia Marchal

La interiorista planteó un cambio total de la cocina haciendo de los dos espacios uno solo mucho más funcional que contara con una gran mesa que se pudiera ampliar para acoger invitados, según se necesite en momentos puntuales, pero que a diario fuera algo más pequeña. La puerta de salida a la terraza marcaría el punto divisorio entre el office y la zona de cocinar. 

El mobiliario del office está compuesto por una mesa extensible de corte clásico con ruedas y unas sillas de madera a juego. El aparador, que llama la atención, es de la misma colección que la mesa. Los cojines de las sillas han sido confeccionados a partir de un mantel de lino estampado. 

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Antes: la cocina estaba compartimentada y mal nivelada

Cocina antes de la reforma.

Cocina antes de la reforma.

Natalia Marchal

La reforma comenzó con el derribo de los tabiques y la apertura de una puerta que comunicara con el garaje para permitir otro acceso a la estancia desde la calle, una de las peticiones de los dueños. Se nivelaron las paredes y el techo, el cual tuvieron que bajar para que la estancia para facilitar la instalación de la iluminación.

El suelo original, que presentaba una leve diferencia de alturas entre ambas habitaciones de la cocina, también se niveló por motivos estéticos y de seguridad. De esta forma, la cocina ahora sí que queda a la misma altura que las puertas de acceso y la de la terraza. 

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Después: el office es de estilo clásico, pero sofisticado

Cocina después de la reforma con mesa de madera, sillas blancas y aparador blanco con reloj, flores y lámpara.

Office con mesa extensible modelo Provence de Maisons du Monde. Cojines de las sillas, de Zara Home. Aparador, de Maisons du Monde. Sobre el aparador, lámpara de sobremesa de Vical Home. Cuadros, reloj y jarrones con flores del estudio de la interiorista. Papel pintado, modelo Carioca, de Casamance.

Natalia Marchal

De esta forma y una vez asentadas las bases, se comenzó a colocar los diferentes materiales. El suelo lleva un porcelánico a juego con su rodapié. El resto de las paredes, que pertenecen a la zona del office, se revistieron en papel pintado para darle una sensación más elegante y acogedora. El modelo seleccionado puede limpiarse fácilmente con un paño húmedo y es resistente a los roces de los muebles gracias a su grosor y acabado vinílico. 

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Antes: una despensa abarrotada con muebles muy viejos

Zona de despensa antes de la reforma.

Zona de despensa antes de la reforma.

Natalia Marchal

Hubo bastantes contratiempos, según explica Natalia, como tener que sacar la ventilación por el techo hacia el tejado, pasando por la habitación superior, dado que en casas antiguas con muros exteriores de piedra resulta imposible sacar una toma.

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Después: una estancia luminosa con mucho espacio de almacenaje

Cocina después de la reforma con mesa de comedor de madera, sillas blancas y lámpara redonda.

Cocina después de la reforma con lámpara de techo, de Ineslam. Cojines, con tela de Zara Home.

Natalia Marchal

El mobiliario de cocina se planteó en dos zonas. Una se vistió con una composición que mezcla muebles de madera y de melamina en acabado porcelánico. Una pared de columnas blancas contienen el frigorífico, horno y microondas y ofrecen almacenaje. La otra pared con mueble bajo sirve para cocinar y tiene el fregadero.

El módulo situado arriba de la zona de cocción sirve para guardar, mientras que los módulos bajos sirven para guardar los cubiertos, las cacerolas, la zona de cubos de basura y la vajillla. El toque lo dan los tiradores de asa negros de la zona de columnas blancas, muy originales. 

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Antes: en la estantería de la despensa no cabían más trastos

Estantería en la zona de despensa antes de la reforma.

Estantería en la zona de despensa antes de la reforma.

El Mueble

El mayor cambio de todos, sin embargo, se realizó sobre la partida de electricidad: estaba totalmente obsoleta y fue necesario prestar mucha atención a esta parte de la reforma para asegurar que tanto el alumbrado como los nuevos electrodomésticos funcionaran sin problemas. 

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Después: una cocina muy especial para una casa con historia

Cocina con puerta de cristal de madera que da acceso a la terraza.

Cocina con encimera y frente, modelo REM. Campana, de Frecan.

Natalia Marchal

Después de la reforma, la encimera es mucho más estilosa, moderna y cuenta con iluminación red regulable en el frente para cocinar mejor. La joya de la corona de la cocina es, sin embargo, la puerta de madera acristalada que permite el acceso a la gran terraza con vistas a la naturaleza. Una solución genial para disfrutar de los desayunos o comidas al aire libre en un paisaje privilegiado que ningún interiorista experto puede conseguir. 

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Plano de la cocina antes de la reforma

Plano de la cocina antes de la reforma.

Plano de la cocina antes de la reforma.

Natalia Marchal

Esta estancia antes de la reforma mantenía la clásica distribución de una cocina de casa de pueblo antigua con una zona para cocinar, con una mesa de madera pegada a una de las paredes laterales, y otra pequeña habitación que hacía de despensa, pero en la que casi no había espacio para guardar nada, pues los muebles de antaño no eran tan prácticos ni estaban preparados para ello. 

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Plano de la cocina después de la reforma

Plano de la cocina después de la reforma.

Plano de la cocina después de la reforma.

Natalia Marchal

Después de la reforma, la familia podrá disfrutar de largas comidas y cenas en familia y sus propietarios podrán elaborar sus recetas tradicionales con mayor comodidad. 

Presupuesto del proyecto

Reforma general (materiales incluidos): 13.665 €

Trabajos de pintura y empapelado (papel pintado incluido): 1.890 €

Mobiliario de la cocina: 12.900 €

Electrodomésticos: 3.390 €

Mobiliario y decoración: 6.630 €

38.475 €

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