A la hora de reformar nuestra casa, a veces un simple cambio puede ser clave para todo el proyecto. Es lo que ocurrió en esta vivienda del centro de Bilbao. Con 90 m2 útiles, estaba tan compartimentada que ladistribución desequilibraba toda su funcionalidad. Los propietarios, empujados por la necesidad de un cambio en la decoración, no esperaban que el estudio de interiorismo Moralima Studio fuera a dar a su casa el giro de 180 grados que no sabían, pero que tanto necesitaba.
Al cambiar la cocina de su sitio original, consiguieron conectar las zonas comunes de tal forma que, visualmente, duplicaron su amplitud. Abierta y con mucha luz, los deseos de los clientes fueron conseguidos al instante. Salón, comedor y cocina conectados, un despacho, tres dormitorios... un hogar de lo más completo para disfrutar en familia. Los tonos neutros y las vigas a la vista, han sido los puntos elementales para dar con el toque alegre y cálido que tanto querían. El cambio es impresionante. ¿Lo vemos?