El piso que quitó las puertas de su salón para abrirse a la luz y ganó una cocina que no pierde detalle (con planos y presupuesto)

"Tenía 2 habitaciones porque los antiguos dueños usaron la tercera para ampliar el salón. Nosotros volvimos a ganarla para la niña. Quitamos el gotelé, las carpinterías, el parqué. Hicimos los baños, la cocina...”, explica Paula sobre la reforma, pues ganar luz y reorganizar el espacio era algo prioritario. La entrada ahora recibe luz de la cocina gracias a unas correderas acristaladas. Paula, además, ha jugado con el papel pintado y el espejo redondo para duplicar la claridad. 

Por las mismas razones que en la entrada, luz y amplitud, Paula ha eliminado la puerta del salón. "Aquí diseñé una librería detrás del sofá. Podría haberla situado delante con la TV, pero no quería que esta se viera nada más entrar", nos cuenta. 

Las tapicerías de base neutra le han ayudado a reforzar esa sensación de amplitud. Lino en estores y cortinas, para tamizar la luz, y lino con 40 % de poliéster en las fundas del sofá para facilitar su limpieza. Para unificar, Paula ha puesto en casi toda la casa un laminado, de Parador, de alta calidad (1 cm de grosor) que imita madera con elegantes rodapiés altos: "Tiene su mismo tacto, color y sonido al pisarlo". 

La estantería ha permitido rentabilizar la pared detrás del sofá sin robar espacio visual. El techo se ha rebajado para empotrar focos: iluminan la librería y ofrecen luz indirecta al salón. Además, la zona inferior lleva correderas y aquí se guardan vajillas, manteles... Está lacada en blanco roto para integrarla mejor. 

Colocando el espejo de cuarterones junto a la ventana conseguimos reflejar la luz y lograr sensación de amplitud. Este es de hierro, mide 80 x 120 cm y lo tienes en Maisons du Monde por 139,90 €. Sin olvidar, los estores que son traslúcidos. Son de lino 100% lo que los convierte en ideales para tamizar la luz. Finalmente, a los lados podemos encontrar caídas de lino forradas. 

Y en los dormitorios, como en el resto de la casa, ha apostado por tonos que potencian la claridad: grises, tostados, blancos rotos, rosas empolvados.

Frente a la cama la interiorista ha diseñado una gran zona de armarios con tocador, de dominio exclusivo de Marián, la propietaria. Y a la entrada, un vestidor para su marido. Sí, Paula ha cumplido de sobra la lista de deseos de su dueña y ha creado un refugio familiar acogedor con una decoración moderna que perdurará en el tiempo. 

Como el tocador, el cabecero tapizado también está hecho a medida y en lino. Las tachuelas lo enmarcan en la pared. Sin olvidar, el toque que aporta la alfombra y el cojín de rayas. El papel de pared es también una idea muy decorativa y práctica para destacar la pared del cabecero. El papel tiene una textura que imita lino estampado. Es vinílico, así que se limpia fácilmente. 

El dormitorio infantil dispone de un papel pintado muy original. Una tendencia que se ha puesto muy de moda en los últimos tiempos y le aporta un toque único al dormitorio. Los cojines y la ropa de cama van acorde con los tonos del dormitorio principal. 

En el baño infantil el color lo pone el bajolavado, los azulejos tipo metro y el espejo. La diseñadora nos confiesa que "no me gustan los acabados de hospital". Un baño superligero gracias al espejo y al mueble volado con gavetas. 

Un recibidor superalegre da paso a la cocina (situada a la derecha), con forma de L y el salón. El pasillo conduce al baño, al dormitorio principal en suite, al cuarto infantil y al estudio. 

Es moderna, pero tiene el carácter de las de antes. En muy pocos metros, office, cocina y zona de lavado. El mobiliario es una melamina de muy alta calidad, superresistente con estructura de DM. Tras la reforma, esta es la cocina soñada por su dueña. "Pero antes era un tubo oscuro y tenía salida a un lavadero que era donde llegaba el sol", explica la interiorista.

"Todo ese espacio lo he integrado en la cocina, que tiene varios frentes: cocción, fregadero y almacenaje, un triángulo de trabajo que evita desplazamientos. El frente de cocción, oculta arriba la campana", indica Paula. "Es un grupo filtrante con gran capacidad de succión, no hace ruido e incorpora leds potentes con una luz agradable que se puede programar. Bajo la placa, un cajón para los útiles de cocinar y gavetas para las ollas. En el frente de almacenaje se han integrado los hornos", añade. 

"Antes todo este espacio era una salida a un lavadero, un espacio que casi todos los vecinos tenían cerrado con cristaleras", nos cuenta Duarte. "Lo he amueblado arriba con un módulo que oculta la caldera y he hecho un falso techo para esconder las instalaciones. Al lado, un armario para detergentes. Debajo 2 módulos para la lavadora y la secadora, una abre la puerta a la izquierda y la otra a la derecha para que el paso de la ropa sea cómodo". 

Crear una zona para comer y desayunar era uno de los deseos de la propietaria. Paula ha abierto el office a la luz con este ventanal y lo ha aislado térmicamente. Le ha dado carácter con el suelo porcelánico que imita a la antigua baldosa hidráulica, el papel y un zócalo alto. "He puesto una mesa de 70 cm en la que comen cómodamente hasta 4 personas", nos cuenta.  

• Una vitrina con cuarterones de cristal. Es estrecha, con poco fondo. Aligera y le da mucho encanto a la cocina. "Desde el salón o el recibidor es lo primero que se ve y quería algo muy estético". En ella Marián guarda todo lo del desayuno. Debajo está el lavavajillas oculto. 
• Juego de revestimientos. Paula ha combinado papel y azulejo de escamas con un resultado muy decorativo. "Arriba ha puesto papel vinílico, de Pepe Peñalver, igual que al fondo del office. Se puede limpiar con un paño húmedo. En otras zonas he usado un esmalte sintético mate. Aunque es más caro, da mejor resultado que la pintura plástica, que termina saltándose". El papel lo ha combinado con azulejos de pasta blanca, "más duros que los de pasta roja". 
• Bajo el fregadero. Aquí el espacio se ha aprovechado con dos gavetas. La de arriba lleva un recorte para el sifón y es muy práctica para los estropajos y el lavavajillas. En la de abajo están los contenedores de basura. 

En una parte está la zona de trabajo y en la otra, la de office, que comparte espacio (algo menos de 3 m²) con la lavadora y la secadora. El mobiliario de la zona del fregadero y de la placa de cocción hace una L perfecta. Detrás, a un lado de la puerta, los armarios con el frigorífico, el congelador y los hornos aprovechan toda la pared de lado a lado y de suelo a techo.