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1.

Una casa blanca y elegante

El blanco obró la magia de iluminar esta casa de indianos de la costa del Maresme, que data de 1865. De hecho, entre sus paredes, la Navidad siempre es blanca, incluso aunque no nieve. Tules y adornos de inspiración nórdica se despliegan entre paredes y muebles níveos después de una intensiva reforma que la llenó de luz, amplitud, elegancia y vida. De hecho, es tan bonita, que en esta casa se rodó un anuncio navideño.   

Mesita de Foimpex y lámpara de Cottage Little House. Alfombra de Ikea. Cojines dorados de Zara Home y estampados de Azul-Tierra.

2.

Salón radiante

Para darle un aire provenzal y realzar su antiguo carácter, su propietaria ideó la chimenea, el armario del dormitorio y las librerías del salón, aprovechando antiguas puertas y dos alacenas originales.  

Mesa de centro de India & Pacific. Portavelas de House Doctor y candelabros de Acanto. En la chimenea, espejo de Mavi Lizan y estrellas de Marisa Bernal.

3.

Un comedor envuelto en tul

Toda la casa se ha decorado para Navidad siguiendo la estética presente durante el resto del año, aunque incrementando los toques dorados y brillantes que nos instalan en el periodo navideño. 

Lazo de tul de Acanto y árbol de Velafusta con adornos de tul de Marisa Bernal. Caja de Foimpex y regalos con papel de Scrap House.

4.

El punto nórdico

Destacan los objetos en blanco que se suman a la pureza del resto del ambiente –más si son como estos ciervos tan nórdicos– y mucha madera, responsable de lleva la calidez. Tan solo el verde de los arreglos y los toques de oro rompen la continuidad y marcada presencia del blanco.

5.

Una casa que ahora se abre a la luz

“Era oscura, con muchas habitaciones. Tiré tabiques, construí apeos y lo blanqueé todo. ¡Mi marido asegura que si se hubiera dejado, también lo habría blanqueado a él!”, bromea la dueña.   

Cristalería y vajilla de Azul-Tierra. En la pared, corona de Scrap House.

6.

Abierta al jardín

Una de las virtudes de esta casa es su conexión con el exterior, dejando casi que la naturaleza se cuele en este paraíso blanco.  

Mantel con estrellas de Coton et Bois y, debajo, mantel de lino de Mavi Lizan. En el suelo, velas redondas de Calidallum.

7.

En la puerta

Detalles dorados y ramas verdes ofrecen un conjunto redondo y crean un ambiente mágico, como si el hada de las nieves fuera a aparecer. “Hasta compro poinsettias blancas. Y visto la mesa con las sábanas blancas bordadas de mi madre”, nos cuenta la propietaria de esta magnífica casa de campo. 

Corazón dorado de Jardiland y bolas de Foimpex; las del suelo son de Luzio.

8.

Detalles con mensaje

Todo suma en la decoración navideña de esta casa. Y no pueden dejar de estar presentes los mensajes tradicionales de estas fechas. Así un alambre dorado se suma a estos buenos deseos rodeado de delicadas florecillas y bolas navideñas

“Paz” dorada diseño de Marisa Bernal. Bolas de cristal de Foimpex. 

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9.

Delicados detalles en las sillas

Decorando los respaldos de las sillas, se han colocado pompones de la diseñadora Marisa Bernal, capaces de potenciar el aspecto etéreo de la decoración de Navidad de esta casa rústica. 

10.

Muy personal

Todo en la mesa está cuidado con mimo. Desde las tarjetas identificativas con detalles en tul para saber dónde debe sentarse cada comensal, pasando por la cubertería dorada, hasta las copas talladas.    

Tarjetas diseñadas por Marisa Bernal. Cubiertos y bajoplatos dorados de Zara Home.

11.

Una cocina rústica que vive la Navidad

“Los armarios de la cocina, que quería de estilo tradicional, los encargué con la misma moldura, y los pinté con una mezcla de pigmentos, cal y cola blanca de carpintero”, explica la propietaria.  

Cocina de Smeg. Cornisas y muebles hechos a medida. Salpicadero de mármol y aplique de Mercantic. Taburete de Els Encants. Bandejas pasteleras de Acanto y boles de Azul-Tierra. Parrilla para colgar útiles de cocina hecha por un herrero y decorada con una guirnalda de Jardiland. La lámpara de techo es de Vinçon. Mostrador de la cocina, antiguo, de Otranto. 

12.

Todo en blanco

También en el dormitorio se respira la esencia más pura del blanco, que, gracias a los suelos de madera y a las texturas abrigadas, no resulta frío. Son claves la alfombra de pelo largo, así como las mantas de lana sobre la cama y en el banco de la ventana. 

Ropa de cama confeccionada con tela de las colecciones Mónaco y Sierra de Casamance. Alfombra y guirnalda de Ikea.

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En el ventanal

Se ha aprovechado el espacio bajo la ventana para colocar un banco de obra a medida con espacio para guardar y flanquedado por dos grandes armarios con puertas acristaladas, aunque decoradas con un visillo, lo que aporta elegancia, así como acentúa el toque clásico de esta casa.

Cojines de Azul- Tierra. En los armarios, adornos de Luzio.

14.

Al detalle

Sobre la cama se ha elegido ropa de cama, textiles y mantas que oscilan entre varias tonalidades entre el blanco y el beige, que ayuda también –como la madera– a dotar de calidez a este elegante dormitorio.  

Cojín con ciervos de Casamance. Papel musical de Scrap House.

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