Un piso fresco y luminoso vive ahora una segunda juventud tras la reforma

La interiorista Paz de Tord le dio la vuelta a este piso como si de un calcetín se tratara. Dónde antes había un piso anticuado ahora hay un pisazo moderno lleno de buenas soluciones. 

La primera decisión que tomó Paz a la hora de plantear la nueva distribución del piso fue aliarse con la estructura alargada del piso para separar la zona de noche y la de día. Y esta última la organizó abierta –con el salón comedor y una zona de biblioteca– y reservó para el salón el espacio más amplio, ya que es dónde van a hacer más vida. ¿Los dobles estores? "Son un guiño a la naturaleza clásica del piso", sostiene Paz.

¿El verde? "Es el color de una nueva vida, ¿no? La idea era dar un toque más informal, cañero, a un piso que en cuanto estructura no deja de ser un piso clásico de Sarrià. Se le da este color, que es sobrio pero a la vez no cansa, para darle más vitalidad", sostiene la decoradora. 

Sí, a los espacios abiertos, pero que cada cosa tuviera su sitio. Con esta idea organizó la zona de día Paz, de ahí que usara un mueble bajo que se prolonga desde la librería para separar visualmente la zona del comedor de la biblioteca. Y para conectar ambos espacios, el color verde, que se prolonga hasta la trasera de la biblioteca. 

"Esto anteriormente era una pequeña habitación, pero al separar la zona día de la de noche, esta habitación se abrió para romper la idea del pasillo largo. Y aprovechamos este espacio para crear la biblioteca, porque al propietario le gusta mucho leer". La biblioteca queda abierta pero recogida por un mueble lacado que la envuelve y la separa del comedor. "Los huecos asimétricos de la librería le dan más dinamismo, así no queda tan lineal". 

"Nos interesaba que la cocina pudiera cerrarse en un momento dado si estabas haciendo un guiso. Así que ideamos una estructura con paneles a modo de biombo. Con una parte central fija y dos puertas correderas de madera igual que biombo de cristal. Cuando están abiertas te hacen de revestimiento de las paredes de la cocina", explica Paz.

Para que la cocina y el office disfrutaran de más luz, se planificó la parte central acristalada que, además, permite que haya un contacto visual entre la cocina y el resto de la casa. "Buscamos un híbrido entre una cocina antigua, totalmente cerrada y las más modernas que quedan totalmente abiertas. Con esta solución, para ir al salón ves la cocina, pero sin la idea extrema de una cocina totalmente abierta que te deja toda la casa oliendo a comida", sostiene Paz. 

Se aprovechó la parte central fija de la estructura para ubicar el banco del office, que se planificó con espacio para guardar. De hecho, el office es el corazón de esta cocina, de ahí su ubicación privilegiada y su decoración "cañera, con la lámpara de colores y las sillas naranjas. Aquí es donde se cuece todo lo de una familia. Y debe ser la zona central", sostiene Paz.

"Como que la nota de color la dábamos en el office, para la cocina apostamos por tonos neutros, como el visón de los armarios y el antepecho gris", explica la interiorista. 

No tenían mucho espacio, porque al piso se accede por el medio. Así que idearon esta solución que funciona y decora: "Entro, vacío el bolsillo en la repisa, dejo el bolso en el banquito, cuelgo la chaqueta en el colgador, y hago vida. Lo que antes se hacía con la consola y el armario, aquí lo hemos reunido en la mínima expresión: un punto de luz para recoger la zona, una baldita y los colgadores". ¡Y listos!

En el dormitorio, como el armario a pie de cama ocupa mucho espacio, Paz optó por una decoración muy liviana: un par de cajones volados a modo de mesilla y dos flexos empotrados. Y reservó para el cabecero la nota animada: “Es un panel de madera decorado que apenas ocupa, pero que da un punto fresco al dormitorio”.

El verde, como en el comedor, es el protagonista del baño en suite, con una ducha amplia y cómoda y un bajolavabo con mucha capacidad. "Le dimos el punto de verde al mueble que tenía la baldosa".