Esta casa en la Costa del Sol demuestra que se puede ser estilosa y elegante a un un precio asequible... ¡El sueño es posible!
Con varias piezas low cost, esta casa en la Costa del Sol nos enseña cómo decorar con buenas ideas, mezclando detalles asequibles con otros más caros. ¿Quieres verla?
Una casa de nueva construcción con jardín en la Costa del Sol suena bastante a paraíso, pero a esta vivienda le faltaba algo de alma. Se encargaron de proporcionársela las decoradoras Isabel Flores, Nuria Almansa e Isabel Font. ¿Su toque mágico? Conservar el fondo de color de la casa en blanco -que evoca la playa y la frescura que los dueños deseaban- y salpicarlo con notas de color.
Resulta que el estilo mediterráneo puede ser rompedor, una casa familiar puede ser ‘chic’ y hay piezas ‘low cost’ que bien combinadas provocan un efecto ‘wow’. ¿Entramos?
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Porche con sofás y cojines de Maisons du Monde. Mesas auxiliares de Ixia. Lámparas de Better & Best. Sillones de Ikea.
El Mueble / Felipe Scheffel
Un porche de lujo asequible
Antes de la intervención de las decoradoras Isabel Flores, Nuria Almansa e Isabel Font, esta casa en la Costa del Sol, era nueva con excelentes acabados, pero le faltaba "algo". Ellas se encargaron de vestirla con toques de color, piezas lowchic y muchísima belleza, empezando por un porche casi balsámico.
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Porche con comedor exterior con sillas, de Adelaya.. Lámpara de techo, de Gasija. Mesa, de Wood Factory.
El Mueble / Felipe Scheffel
Un viaje a la selva
En el porche, por ejemplo "introdujimos un tono amarillo, que da mucha vida", nos cuenta Flores. Combinado junto al bambú, presente en la mayoría de las piezas, la sensación es la de trasladarse a una selva amable y colorida.
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Comedor con papel pintado de Gancedo. Mesa de Adaleya. Sillas de ratán de Ixia. Alfombra de yute de KP. Lámpara de Ixia.
El Mueble / Felipe Scheffel
A todo color
El corazón que palpita en la casa es el espectacular papel pintado del comedor, cuyas notas de color se extienden por una casa luminosa que desmonta muchos mitos en decoración. “Como en la casa predomina el blanco, ese fue el tono que potenciamos y pusimos toda la fuerza visual en el papel pintado del comedor”, explica Flores. Impresiona, ¿verdad?
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Comedor con manteles y servilletas de lino de dE.Lenzo. Jarrones, vajilla blanca y copas de cristal de El Corte Inglés. Platos con ribete azul antiguos, de herencia familiar. Flores de Colvin.
El Mueble / Felipe Scheffel
Miguitas de color
Con el fondo claro de la casa como un lienzo en blanco, este trío de decoradoras logró la continuidad con destellos aquí y allá de los colores del poderoso papel pintado; una continuidad muy fácil de seguir en el día a día por ejemplo a la hora de poner la mesa.
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Salón con sofás de Ormoss, mesas de Maisons du Monde, butaca Paula de Majestic retapizadas con tela ikat de Ribes y Casals. Cuadros de Laura Zambrana de Zam.Rod. Cortinas de Gancedo.
El Mueble / Felipe Scheffel
Un salón bien jugado
Isabel también jugó con los potentes tonos del papel de Gancedo (fucsia, azul y verde) y repartió ‘miguitas’ cromáticas por el resto de la casa. “Los cuadros sobre el sofá tienen los mismos colores, pero difuminados, como en acuarela”, prosigue. Un truco genial nada forzado.
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Salón con sofás de Ormoss. Pufs de El Corte Inglés. Cojines de dE.Lenzo. Alfombra de KP. Lámparas de Better & Best. Mesa de centro de Maisons du Monde. Chaise longue de IKEA.
El Mueble / Felipe Scheffel
Un sofá con truco
El sofá bajo esos cuadros mide cerca de cuatro metros, pero los muebles alrededor (especialmente las butacas retapizadas en un precioso ikat mallorquín) dan flexibilidad al salón. “Era un espacio complicado, porque es muy alargado y con un pilar en medio, y los dueños no querían que lo dividiéramos”, explica la decoradora, “así que para unificar, encargamos en Ormoss un sofá en lino lavado a esa medida y pusimos otro igual, pero más pequeño, enfrente”.
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Chaise longue de IKEA, mesa de Ixia, cojines de De.Lenzo, alfombra de Leroy Merlin, lámpara de Maisons du Monde, velas de Vila Hermanos.
El Mueble / Felipe Scheffel
Un rincón de lectura
Cada vez más viviendas recuperan un espacio relajado para leer en soledad aunque, como en este caso, esté inmerso en el salón familiar. Así practicamos a la vez la introspección, la extroversión y la buena decoración. ¿Adivinas de dónde es la chaise longue? ¡Ikea!
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Vitrina de madera con puertas de cristal correderas.
El Mueble / Felipe Scheffel
Todo conectado
El salón cuenta con varios ambientes, a los que se accede desde la entrada de la vivienda. Por un lado, el gran salón, por otro, la zona de lectura con el chaise longue y, por otro el comedor.
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Recibidor con consola y banco de Casa, cuadros de Ixia, jarrones de El Corte Inglés, corales de Gajisa, cestos de Ikea y alfombra de Leroy Merlin.
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El recibidor lleno de luz
El privilegiado clima de la Costa del Sol sumado a la inteligente distribución de la vivienda permite que desde casi cualquier rincón interior se pueda ver el majestuoso jardín, al que la casa se abre mediante varias puertas balconeras.
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Cocina pequeña con distribución en U y muebles blancos.
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Abierta al comedor
La pequeña cocina en distribución en U también está abierta a otro comedor, más pequeño. Sus muebles blancos con efecto brillo y sin tiradores ofrecen un aspecto moderno que encuentra la calidez en los accesorios del comedor.
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Comedor con mesa redonda y sillas de fibras naturales.
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Un comedor más pequeño
Y es que este comedor, más que otra cosa, es un office que complementa la cocina abierta. La mesa redonda es cómoda, ya que favorece la comunicación. Su sobre en verde, el mismo que el de los cuadros, es otra de esas pinceladas de color que las interioristas han incluido en cada estancia, siendo el blanco como el lienzo perfecto.
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Dormitorio con papel y alfombra de Leroy Merlin, banco de Casa, cómoda, butaca y espejo de Maisons du Monde, lámpara de Better & Best, jarrones de El Corte Inglés.
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El dormitorio vegetal
Ya en el dormitorio principal, de nuevo nos abraza la naturalidad. Vemos estores de un lino ligero como una gasa, y ligereza vemos también en el papel pintado con plumas verdes, a juego con el cabecero y la butaca a los pies de la cama: “Vuelve el verde, pero empolvado”, se despide la decoradora. Y nos deja con toda esa frescura... e inspiración.
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Dormitorio con cómoda, espejo y lámpara, de Better&Best.
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Aliados con la luz
En el dormitorio principal, la cómoda de madera al natural ofrece ese toque cálido. Encima, un espejo ventana se encarga de multiplicar la luz que entra por el gran ventanal que da acceso al exterior.
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Dormitorio con acceso al exterior y butaca de Maisons du Monde.
El Mueble / Felipe Scheffel
La frescura siempre presente
En todas las estancias, la frescura no nos abandona gracias a detalles que huelen a verano: lino en cortinas, estores y cojines; madera lavada en mesas; corales de todos los tamaños y colores; alfombras de yute y lámparas y sillas de mimbre.
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Dormitorio con cabecero en capitoné, papel pintado y armario empotrado.
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El otro dormitorio
En el segundo dormitorio también se ha empapelado la pared, con un estampado más discreto que deja que el cabecero con capitoné se luzca con estilo. Tampoco se ha dejado al azar el almacenaje, con un gran armario empotrado en blanco.
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Dormitorio con tocador al lado de la ventana y alfombra de Leroy Merlin.
El Mueble / Felipe Scheffel
Detalles que suman
Como hemos visto en toda la casa, la clave ha sido mezclar piezas de gran calidad con otras low cost. En este dormitorio no podemos dejar de mirar el bello tocador de estilo clásico, complementado con una cómoda butaca.
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Las decoradoras Isabel Flores y Nuria Almansa.
El Mueble / Felipe Scheffel
Isabel Flores y Nuria Almansa, decoradoras
Junto a Isabel Font se han encargado de cubrir de belleza atemporal esta preciosa casa que es tan espectacular ahora como dentro de 20 años.