Un piso pequeño de 80 m2 repleto de ideas ingeniosas, bonitas y baratas para aprovechar al máximo el espacio // CON VÍDEO Y PLANOS

El salón está ubicado en la esquina con mejor luz y el objetivo ha sido aprovecharlo muy bien, con muebles a medida que les resulten prácticos para el día a día. La gran peculiaridad de este piso es que el salón comedor forma una L, en la parte exterior de la vivienda, la que recibe más luz. Así lo han aprovechado la arquitecta e interiorista de esta reforma. Ciertos cambios, como los suelos, las carpinterías de las ventanas o la pintura son los responsables de que ahora, en este piso, prime la luz. 

También buscaron unos suelos a juego: “Cambiamos el suelo, había un parqué antiguo y lo sustituimos por láminas de roble. Ganamos unidad en todas las estancias y un estilo más actual”, explica la arquitecta Mar Marcos, encargada de la reforma. Renovar las ventanas en color blanco también contribuyó al cambio. "Eran muy oscuras y decidimos pintarlas de blanco", explica Olga. ¡El efecto luminoso es espectacular! 

En el comedor apostaron por las maderas claras. "La madera es el hilo conductor para dar calidez a todos los espacios", señala Olga. "Buscamos una madera clarita que combina bien con otros materiales. En el comedor, diseñé a medida una mesa de roble macizo. Con las sillas de fibras y la lámpara queda genial", explica.

Hicieron varios muebles a medida estratégicos. "Si te fijas bien, todo el perímetro del piso está aprovechado para almacenaje", nos explica la arquitecta Mar Marcos. Lo más importante, fue la distribución en tres partes clave: la librería del comedor, la zona del televisor y el despacho. 

El comedor se sitúa junto a la mesa. Aquí, un mueble a medida sirve de gran aliado. La estética es la misma: es blanco y con estantes vistos de madera. Para darle un aspecto más cálido, se colocaron apliques dorados en la parte superior. 

"Fue una de las peticiones de la propietaria y nos sirvió de inspiración para crear los demás muebles del piso", comenta Olga. Este va desde el salón al despacho y esconde la TV con una puerta corredera. Mide 5,5 x 2,70 m y, debajo, las puertas tienen moldura. 

En el salón, frente a la ventana, se ha creado una zona de TV, con un segundo sofá a medida y una librería a medida. Esta esconde la TV con un panel corredero (lo has visto en la imagen anterior). También decidieron añadir al resultado final unas puertas correderas que funcionan como paneles y que llegan hasta el techo, diseñadas por Mar Marcos, y que consiguieron la magia que buscaban: el despacho se cierra y se convierte en un dormitorio. “Y cuando está abierto, es una extensión visual del salón”.

Este espacio se convirtió en una habitación de lo más polivalente. "Vivo con una de mis dos hijas, pero la otra pasa mucho tiempo en casa y quería que pudiera disponer del despacho como habitación cuando viniese", nos explica Fátima, la propietaria de la vivienda. Ubicado al fondo del salón, el despacho se convierte en dormitorio cuando viene a casa la hija de la propietaria. Unas puertas correderas lo abren o lo cierran. La librería a medida del salón continúa en este dormitorio y le ofrece almacenaje. 

Desde el mueble del salón, que esconde la televisión, al sofá a medida bajo la ventana, que esconde varios cajones que aumenta el almacenaje de la casa. Y todas estas soluciones a medida son las que convierten a este piso en un espacio bonito, polivalente y funcional. 

La zona de trabajo se integra a la perfección en la decoración del salón, pero es que, además, la habitación cuenta con un sofá cama, que se abre o se cierra según se necesite.

La cocina es blanca, con unos cajones amplísimos, un diseño de Olga Gil-Vernet, hecha a medida. También cuenta con otro detalle muy importante: las puertas y los frontales de los cajones llevan una moldura sobrepuesta que junto a los tiradores de look antiguo aseguran un aire acogedor. 

Esta pequeña mesa de madera cuadrada es perfecta para el día a día. Decidieron diseñar un banco corrido a medida y así ganaron asientos extra. 

Los muebles blancos con molduras de la cocina encuentran la calidez en la encimera y los estantes de madera que se han colocado junto a la ventana para no impedir el paso de la luz. Por su parte, el fregadero tipo farmhouse contribuye a un estilo rústico actualizado. 

"La cocina está en la entrada, junto al recibidor. Tiramos el tabique que la separaba del salón y diseñamos un cerramiento acristalado con una gran puerta corredera", explica la arquitecta. "Ganamos luz y sensación de amplitud, sin perder un espacio independiente".

"Aprovechamos la entrada para hacer armarios. Pero la clave fue disimularlos: en la parte baja, pusimos un arrimadero idéntico al del salón, y en la parte alta lo pintamos como la pared", desvela Olga. Ha quedado práctico ¡y muy discreto! 

La clave para aprovechar el dormitorio fue usar colores suaves, blanco y beige, que lo agrandan y amplían. También dejar las ventanas despejadas y poner unos estores de lino, de un tono crudo que deja entrar una luz muy cálida y acogedora. 

El dormitorio tiene dos ventanas grandes que van de pared a pared. Para aprovechar al máximo el espacio, Olga diseñó un armario zapatero con puertas. Mide de fondo apenas 30 cm y les resulta muy práctico. Además, no tapa las vistas y también oculta el radiador.

El cabecero tapizado de lino se puede desenfundar y muy cómodo. La pared también está forrada con lino. "El objetivo era que, combinado con un gris muy suave, diera calidez al dormitorio", declara Olga.

El dormitorio también cuenta con mucho espacio de almacenaje gracias a los armarios a medida que llegan hasta el techo. También desde la estancia se accede al baño. 

Para dar más amplitud al baño, se revistió la zona de la ducha con un azulejo tipo metro de color gris azulado, que limita la zona. El mueble de baño de madera se planificó sobrevolado, de manera que no se come el espacio. 

El baño aprovecha todas las paredes. En la entrada, a la derecha, se encuentra el mueble de baño, con la ducha al fondo. Por su parte, el inodoro, se ha colocado en la pared de la izquierda. 

En este piso vive la propietaria, Fátima, con una de sus hijas. De la reforma se ha encargado la arquitecta Mar Marcos y de la decoración y el diseño de los muebles, nuestra estilista Olga Gil-Vernet.