1. Una casa de montaña moderna y súper acogedora Una casa de montaña no tiene por qué ser rústica, de hecho, se puede ser de montaña y moderna sin renunciar a la calidez y al encanto de las construcciones típicas de la zona. Y esta casa, en el Valle de Arán, es buena prueba de ello. Forrada de madera, es súper acogedora e invernal, pero con un look moderno y atemporal. ¿Te has fijado en la escultural chimenea? Sofás de Manuel Larraga y chimenea diseño de la decoradora Carmen Caubet, responsable de la reforma de esta casa. Una zona de día diáfana pensada para compartir en familia Para disfrutar de una zona de día amplia y comunicada, donde la luz fluyera y el confort, visual y térmico, de la chimenea se disfrutara desde cualquier rincón, la decoradora Carmen Caubet eliminó dos pilares que fragmentaban el espacio. Además, aprovechó la reforma para aclarar la madera y devolverle su belleza original, eliminando las capas de barniz que la oscurecían. Mesa de comedor diseño de Carmen Caube y realizada por José María Torres. Sillas de cuero de Hanbel. Un dormitorio abuhardillado muy acogedor La belleza del espacio, con su techo a dos aguas revestido de madera, las vistas de la ventana-cabecero al paisaje nevado y la elección de textiles calentitos, como las lanas o las pieles suaves, convierten a este dormitorio en un remanso de paz donde guarecerse del frío invierno en la montaña. Descubre todos los secretos de esta casa . Mesitas de Ethnicraft. Mantas y cojines de Teixidors. Alfombra de Peausserie Sabatier. 2. Una cabaña revestida de madera en los Pirineos franceses ¿Qué mejor refugio para disfrutar del invierno que esta espectacular casa rústica ? Está a pie de pista en una pintoresca villa en los Pirineos franceses y su look de cabaña finlandesa, revestida de madera, le suma encanto y la hace más cosy . Y no es casual, ya que su construcción fue llevada a cabo por Nordika Chalets. Para su construcción se potenciaron las vistas, con las montañas nevadas como telón de fondo, que son una clara invitación a disfrutar del invierno al lado del calor del fuego. Sofás de Home Spirit. Cojines de La Maison, Teixidors y Margarita Ventura. Comer con vistas a las montañas nevadas La planta principal de esta cabaña es abierta, con la zona de día diáfana, así disfrutas de las hipnóticas vistas sobre la aldea de Les Angles, el lago Matemale y el macizo de Cambre d’Aze desde cualquier punto. Y comer con este paisaje, ¡qué lujo! De la cocina, pequeñita pero con mucha personalidad, nos gusta su combinación de madera antigua con la encimera de granito negro. Con esta luz, ¡se lo podían permitir! Mobiliario de cocina diseño de la decoradora Isabelle Materra con encimera de granito. Mesa de PNP Furniture y sillas de Gescova. Un dormitorio de madera con vocación de refugio El dormitorio es una invitación a no salir de la cama. Totalmente revestido de madera de alerce, cuenta con un altillo y el baño en suite. Un auténtico refugio para hibernar mientras esperamos el deshielo en el exterior... No te pierdas el resto de espacios y detalles de esta cabaña de montaña . Aplique, de Sophie Bataglia. 3. Un tríplex con las mejores vistas y un look muy british Una casa que te acoja, en la que estés cómodo y te sientas envuelto de calidez. Esto es lo que se buscaba con la reforma de este trípex en la Val de Ruda, que se abrió a la luz con estas ventanas de tejado que miran a las montañas nevadas para que el "peso" de la madera no oscureciera el espacio. Ahora, luz y calidez están a la par. Sofá rinconero de Frajumar con tapicería de Crevin. Una chimenea escultórica que decora y da "calorcito" de hogar En una casa de invierno, sobre todo si esta está en la montaña, ¡no puede faltar una chimenea! Y el equipo de Dröm Living, responsables del interiorismo, diseñaron esta a medida que integra su leñero, tan práctico como decorativo por sí solo. Cesto de Catalina House y banqueta de Maisons du Monde. Un dormitorio arropado por el papel pintado Si en el comedor de este tríplex de montaña los frentes de la alacena se han entelado con una tela a cuadrados, en el dormitorio se ha optado por un papel pintado que es una imitación textil de un típico estampado escocés para revestir y decorar la pared del cabecero y sumar calidez y carácter. Y aunque las vistas que nos devuelve la ventana son nevadas, dentro, no se puede estar más a gustito... Papel pintado escocés, de Leroy Merlin. Aplique, de Vermissen. 4. Una cabañita en la Cerdaña rústica y con toques de verde Esta cabaña en la Cerdaña es rústica, con un punto tradicional y con toques de estilo que le suman personalidad y acentúan su calidez, como el original papel pintado de pelo de potro, "muy cálido y acogedor, en este color verde caqui oscuro", explica la decoradora Jeanette Trensig, de Cado Interiors, responsable de la reforma de esta casa, que ha pasado de sombría a estilosa. Espejo y banco de Cado. Papel pintado con textura de piel, de Élitis. Un salón con una chimenea de piedra con mucho encanto La gran protagonista del salón es la chimenea de piedra, que recuerda a las tradicionales de esta zona. Su mix de piedra y madera la convierte en una pieza decorativa por sí sola. También el precioso techo de vigas es un activo de la decoración, que la decoradora se encargó de "transformar" con la reforma. "Todo estaba cubierto de un pino tan tratado que resultaba oscuro, pesado, así que lijamos y barnizamos el techo", explica la decoradora. Sofás, cortinas, banqueta y mesa de centro, de Cado. Alacena, de Becara, decapada por Jeanette Trensig. Una buhardilla extra acogedora La buhardilla es una mega suite que cuenta con zona de estar, una minicocina, un baño, una biblioteca y un escritorio. Aunque no es esto lo que nos gana, sino la combinación de la madera, presente en suelos y techos, con este suave tono piedra verdoso empleado en paredes y muebles. Una combinación que funciona a las mil maravillas y que suma carácter y un extra de calidez a esta casa . Juego de cama de lino crudo, almohadas verdes y plaid verde de Filocolore. Manta de Zara Home. 5. Un pequeño refugio blanquito y de aire nórdico en los Pirineos Sí, el blanco también es para las casas de montaña. El look escandi ha llegado, también, a los Pirineos y son muchas las casas que han teñido sus techos de madera (y suelos, en este caso) de blanco para ganar luz. Y esto es lo que se hizo en esta casita de apenas 100 m 2 , además de abrir más ventanas para que las bonitas vistas y la luz natural colorearan los interiores. Mueble de chimenea de Ventura Estudio, butaca retapizada con tela de Kirby House y mesa de Batavia. Una planta diáfana muy funcional y más amplia Esta casita tiene apenas 100 m 2 ... ¡organizados en cuatro plantas! De ahí que el espacio fuera un bien que debía mimarse. Precisamente, para ganar sensación de amplitud, la zona de día se planificó en una sola planta diáfana y es la escalera la que hace de separación visual entre la cocina –que integra el comedor– y el salón. Cocina a medida de Docu Lleida con diseño de Ventura Estudio. El dormitorio que es la reina de las nieves El blanco, presente también en el resto de la casa , se impone en el dormitorio, donde se han teñido paredes, suelos y techos. Solo se ha dejado del color de origen las vigas, que son de madera de abeto teñido en nogal oscuro, el mismo color que estaba en toda la casa antes de la reforma. El resultado es un dormitorio tan sereno como acogedor. El refugio perfecto para disfrutar del invierno en la montaña. Mesita de noche de Ethnicraft. Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter .