Maribel Verdú, actriz: "Yo lo de la cocina lo llevo fatal, a mi me encanta comer y además soy muy agradecida"

El estrés de la rutina, la falta de tiempo de la que disponemos y el auge de los servicios de delivery que nos traen a casa todo lo que necesitamos en apenas unos minutos, hacen que cada vez sean menos las personas que pasan tiempo frente a los fogones, sobre todo esas a las que no les gusta cocinar, como Maribel Verdú.  Y es que, en MasterChef, la actriz confesó que le encanta comer, pero que cocinar... no termina de ser lo suyo.  "Yo lo de la cocina lo llevo fatal, a mí me encanta comer, y además soy muy agradecida, a mí me invitas a casa a comer y como no cocino, ¡lo disfruto todo tanto!", confesaba en el programa.

Cuando tenemos invitados, sin embargo, la presión por convertirnos en unas buenos anfitriones, sí que nos hace pasar algo de tiempo en la cocina, aunque tan solo sea para preparar unos aperitivos. Es aquí cuando una cocina abierta con vistas al salón o al comedor se convierte en la mejor alternativa, para no desatender a nuestros invitados mientras les preparamos un plato de gildas, una tablita de quesos o unos vinos.

Y, aunque podemos seguir el ejemplo de Vicky Martín Berrocal y apostar por una cocina con puertas paneladas, si buscamos crear amplitud y un ambiente diáfano, lo mejor es decantarnos por una cocina pequeñita comunicada con el comedor. ¡Inspírate con estos ejemplos de El Mueble! 

 

5 cocinas abiertas ideales para los menos cocinillas

Si no te consideras un chef experto, pero aun así quieres una cocina bonita, práctica y bien aprovechada, estas cinco cocinas abiertas te van a encantar. Son funcionales, acogedoras y perfectas para quienes prefieren la comodidad sin renunciar al estilo.

1. ¿Isla o mesa de comedor? Ambas

Una buena forma de sacar el máximo partido a tu cocina, aprovechando el espacio, es utilizar la zona que iría destinada a la isla como una mesa. Puedes darle una mayor versatilidad decorándola con sullas y, de esta forma, tu cocina se convertirá en mucho más que en eso, en una zona de comedor, de reunión o, incluso, de teletrabajo. Apostando por los tonos claritos, además, conseguirás darle un extra de frescura y amplitud, convirtiéndola en una estancia muy luminosa.

2. Adiós puertas, hola comunicación

Cuando tenemos tabiques de obra o paredes que no podemos quitar, una buena opción es suprimir las puertas de la cocina, para que conecte con el comedor y, así, aprovechemos la entrada de luz natural de ambas estancias, convirtiéndolas en un espacio diáfano mucho más amplio y luminoso.

3. Comedor súper integrado

Si buscamos dar un toque desenfadado a nuestra cocina, podemos inspirarnos en las típicas casas del Mediterráneo y apostar por una cocina abierta, cuya barra se convierta, por un lado en eso y, por el otro, en el respaldo para un sillón que forme la mesa del comedor. Crearemos un espacio tan original como funcional, con un toque rústico y la mayor practicidad que nos podamos imaginar.

4. Distribución en L para cierta intimidad

Si lo que queremos es una cocina abierta al comedor pero que mantenga cierta intimidad, lo mejor es, siempre que la distribución nos lo permita, ubicar la cocina en forma de L respecto al comedor. Esta disposición ayuda a definir los espacios sin necesidad de levantar muros, crea una transición más fluida entre zonas y permite mantener cierta separación visual que aporta calma sin perder conexión.

Por otra parte, con un aire más moderno, podemos apostar por una cocina con una isla a doble altura que, al mismo tiempo de cumplir su función como desayunador, cree una especie de muro con el comedor, que divida las energías de ambas estancias.

5. Completamente abierta al comedor

Por último, si queremos que nuestra cocina conecte con el resto del hogar, tanto del comedor como del salón, la mejor opción es apostar por un diseño en tonos neutros que encaje con el del resto de espacios, para conseguir que ambos estén en armonía. Además, utilizando algunas baldas para colocar cuadros que estén en relación con algún elemento del salón, conseguiremos que, visualmente, la cocina sea entendida como una extensión del mismo. Además, es vital utilizar algunos elementos comunes entre ambas zonas para crear esa sensación de continuidad, como la misma paleta de colores, las plantas, la madera...

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