1. Antes: una casa anclada en el pasado Esta es la historia de una pareja de toda la vida que vivía en constante movimiento y que, al parar, se dio cuenta de que había llegado el momento de transformar su casa en el pequeño paraíso con el que siempre había soñado . ¿Su aliada para conseguirlo? Amaia Elias, interiorista y consultora oficial de Marie Kondo . Después: la bienvenida a una nueva etapa Si algo caracteriza las reformas de Amai Studio, es que priorizan satisfacer las necesidades de las personas que vivirán allí. En este caso, lo tuvo muy claro: "quise crear un hogar para disfrutar y poder pasar más tiempo con ellos mismos ". Y el recibidor que da la bienvenida tras las puertas verdes, es toda una declaración de intenciones. Orden, luz y espacio La casa no tenía muchas ventanas, así que uno de sus objetivos fue conseguir una buena iluminación. ¿Qué hizo? Eligió tonos blancos y creo espacios abiertos . “Un espacio demasiado blanco puede pecar de frío, pero en este caso, se ha encontrado el equilibrio perfecto", explica. 2. Antes: dividido por estancias Antes los espacios estaban delimitados y separados. Lo cual dificultaba que corriera la luz a través de la casa. ¡Error! La armonía era un requisito imprescindible para este matrimonio. Por eso Amaia ha seguido la misma estética en toda la reforma. Después: un solo espacio donde todo fluye ¿El material estrella? La madera decapada en blanco . "Toda la estructura de la casa, incluida el tejado, está renovada con este material y para ello solo dejamos en pie la fachada de la casa". Ahora la planta baja es un solo espacio con el recibidor, la cocina, el comedor y el salón, ¡todo en uno! Y un pequeño baño de cortesía tras la escalera. Un murito para el televisor Para hacer el salón más acogedor, creó un pequeño murete de obra que diferencia los espacios y que sirve, por un lado, para colocar el televisor y, por el otro, para sujetar la barra de desayuno de madera. Además de utilizar los mismos materiales en toda la casa, también ha sido fiel a los colores y las texturas. 3. Antes: una cocina separada Una de las habitaciones hacia la función de cocina. Y viendo el estado en el que se encontraba, poco pudieron aprovechar. Pedía a gritos una transformación con todas las letras. Después: una cocina blanca con detalles dorados Como ahora está abierta al salón, "ayuda a que la casa tenga muy buen flujo. La buena circulación entre los espacios aporta tranquilidad y es justo lo que esta pareja necesitaba", detalla. ¿Qué más ayudó? La luz, su mobiliario blanco impoluto y la encimera de mármol de la isla. 4. Antes: una segunda planta con techos altos En el segundo piso, los techos abuhardillados con vigas de madera le daban un toque rústico y sumaban calidez al espacio. Amaia respetó los orígenes de la casa y le sumó un toque clásico al diseño de la nueva planta, ¡que transformó por completo! Después: un nuevo dormitorio con un cabecero dos en uno Esta casa queda en la cumbre del pueblo y se pueden ver las montañas desde la ventana del dormitorio. Por ello, "a pesar de que el espacio no ayudaba, quise colocar la cama hacia la ventana". ¿La solución? Crear un mini pasillo desde la entrada hasta el baño mediante una cómoda, que hace de cabecero, separador y mesillas . De modo que ha quedado espacioso y libre de obstáculos. Y un baño en suite acogedor y práctico Tras la puerta corredera se accede al baño, "decorado con baldosas verdes que dan sensación de armonía y rompen un poco con la estética del resto de la casa", cuenta la interiorista. ¡Qué original! Con vestidor integrado Otra de las necesidades de esta pareja de jubilados era disponer de un espacio para el autocuidado, ¡al completo! La idea de Amaia fue integrar el vestidor en el baño y "crear un rincón donde pudieran cambiarse de ropa, darse una ducha relajante o incluso pasar tiempo frente del espejo". ¿Qué te parece? La interiorista Amaia Elias con Marie Kondo La reforma ha estado realizada por Amaia Elias, que es interiorista y cuenta con la certificación oficial de Marie Kondo de experta en orden. *Agradecimientos: Amai Studio