Cómo decorar tu terraza: 45 ideas que tienen en cuenta su tamaño y forma. ¡Infalibles!

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Cuando los metros escasean en la terraza, lo más adecuado es colocar un conjunto de comedor plegable. Además, si es una segunda residencia, será más cómodo para guardarlo cuando no estéis. Si quieres incluir alguna planta de exterior, ten en cuenta el clima de la zona, podrás dejarlas en la terraza cuando no estés y no se estropearán.

No siempre tenemos que convertir la terraza en un espacio para compartir. También puede ser un refugio para desconectar leyendo un libro o echando una cabezada. Una cómoda chaise longue (más si es de estilo clásico como este) dará un puntito romántico a tu terraza y hará de ella un templo de desconexión. 

Cuando te hagas con los muebles de la terraza, además de su estilo, debes tener en cuenta si tendrás espacio para guardarlos en interior o bajo techado (en cualquier caso, siempre es aconsejable protegerlos con una funda si se dejan en exterior). Si van a estar a la intemperie todo el año, apuesta por materiales resistentes como las fibras sintéticas. Las hay que imitan a la perfección el ratán natural.

Otro recurso para decorar terrazas pequeñas es elegir piezas con un diseño ligero. Un banco suspendido o de metal y una mesa de diseño depurado dejarán pasar la luz y no comprometerán la amplitud. Añade con las butacas el toque más deco. Las de cuerdas son cómodas y resistentes.

Destina un rincón de una terraza grande a un salón exterior. Para aprovechar mejor el espacio, planifica un mueble de obra. Con unos colchones y unos cojines lo convertirás en un espacio cómodo y estiloso. Incluye siempre piezas que regalen un asiento extra y que ocupen poco, como una butaca o unos pufs.

Si los materiales (suelos, paredes y techo) de tu terraza son muy oscuros y además es pequeña, prueba a colocar un mobiliario en blanco. Regalará cierta luminosidad que le roban los colores oscuros de los revestimientos. 

Un comedor exterior en la terraza cambiará por completo vuestros veranos. Si no es cubierta, instala una pérgola o un toldo que os proteja del sol. Otro recurso para refrescar el ambiente es llenar la terraza de plantas de gran tamaño. Puedes incluir incluir algún pequeño árbol frutal. 

Si blanqueas las paredes de tu terraza no solo conseguirás que el espacio sea más fresco y luminoso, sino que conseguirás darle cierto estilo andaluz. Más aún si lo llenas de geranios y muchas plantas. 

En cuanto a los colores de los cojines, decántate por colores suaves y claros, que no te cansen, como en esta terraza, en la que el punto de color lo ponen las plantas. 

Si echas de menos tu pueblo cuando estás en la ciudad, lleva un poquito de su espíritu a tu terraza mediante la decoración. Una pérgola de madera y cañizo, unas plantas trepadoras y plantas, muchas plantas, te ayudarán a conseguirlo. Añade una guirnalda de luces para por las noches, será el espacio más acogedor de toda tu casa.

Una terraza de gran tamaño es ideal para crear una zona de estar más en tu casa, pero al aire libre. Un cómodo sofá en esquina aprovechará el espacio al cien por cien. Incluye unas butacas, una mesa de centro u hasta una gran alfombra que aporte calidez. ¡No usaréis el salón en todo el verano!

Si el espacio lo permite y la terraza cuenta con una pared desnuda a la que no das uso, no dudes en crear un jardín vertical que te ayude a refrescar el ambiente. Además de decorar la terraza, actuará como aislante térmico, creando un ambiente más fresco. 

Si tu terraza no es demasiado pequeña, pero tampoco le sobran los metros, no quieras darle muchos usos. Con uno tendrás un espacio de relax y bien decorado. Por ejemplo, esta terraza se ha decorado con un estar compuesto por un sofá rinconero y una mesa de centro. Se han añadido también dos puffs, que resultarán fundamentales cuando vengan visitas. 

Aunque tu terraza tenga techado, como esta, y sea algo más privada que las que son completamente abiertas, hay más detalles que puedes añadir para evitar las miradas indiscretas. Y las plantas pueden ayudarte: aquí se han colocado unos arbolitos tipo ficus que, además de crear una barrera térmica y proteger del viento, aportan privacidad. 

Porque aprovechan mejor el espacio y evitan que tengas el mobiliario por medio el resto del año, cuando no le des tanto uso a la terraza. Planifícalo pegado a la barandilla y, si es posible, con almacenaje (bien con puertas o el asiento abatibles). Así tendrás dónde guardar los cojines de exterior durante el invierno sin ocupar sitio en casa.

Una de las maneras de conseguir que cualquier terraza se vea más amplia es cambiando las tradicionales barandillas por otras de cristal templado, que permitan que la vista se pose en el horizonte. Son seguras y decorativas. Si tu casa es un chalet independiente, no tendrás problemas en instalarlas, pero si vives en una comunidad (ya sea de casas adosadas o edificios), tendrás que pedir permiso a tu comunidad de vecinos. 

Si decoras la terraza para que se convierta en un agradable comedor exterior, hay un factor que no puedes dejar al azar: la protección ante el sol. Y es que, si tu terraza no cuenta con una cubierta, será imposible de utilizar a la hora de comer, cuando pega más el sol. Si es posible, pon una cubierta fija, como esta de la imagen. Otra opción es un toldo con cofre, que podrás recoger durante el resto del año. 

Si tu bajo cuenta con una terraza, planifícala para convertirla en un espacio más de tu casa. Si, además, cuenta con techado, podrás decorarla con los muebles que más te gusten. Los de fibras son perfectos, por la calidez y frescura que ofrecen. Y estarán protegidos de las inclemencias del tiempo. Ideal, ¿verdad? 

Las terrazas grandes invitan a que crees varios ambientes: una zona de solárium, un estar y, por supuesto, un comedor exterior. Para separarlos a nivel visual puedes utilizar alfombras. Incluso poniendo una sola, como con la que han decorado el salón de esta terraza, será suficiente para diferenciarlos.

Si tu terraza tiene forma de L, podrás crear diversos ambientes fácilmente. ¡Parecerán independientes! Coloca en uno de los lados un sofacito para las tardes de relax, en el otro extremo cabrá un pequeño comedor con piezas plegables que no se coman el espacio. ¿Y en la esquina? Coloca unas tumbonas que te permitan aprovechar el sol. 

Una terraza pequeña puede ser todo lo que necesitas para crear un rinconcito de relax en el que puedas pasar las horas leyendo o disfrutando de un delicioso refresco. Tan solo necesitarás un banco con unas cómodas colchonetas y unos cojines para el respaldo. 

Lo primero en lo que debes pensar al decorar tu terraza, ya sea grande, pequeña o mediana, es en el uso que le daréis. Si sois más de comer fuera, planifica un pequeño comedor. En cambio, si lo que os gusta es disfrutar del atardecer sumido en la tranquilidad y el relax, tu opción será un estar con, al menos, un cómodo sofá o un par de butacas. Eso sí, si el espacio lo permite, ¡no renuncies a nada! 

Si buscas ideas de decoración de terrazas y esta es de grandes dimensiones, fíjate en esta de la imagen, decorada por el exteriorista Ignasi Bisbe. Se ha dividido el espacio en dos zonas: una de relax y otra con un comedor exterior, pero es gracias al color turquesa (de las sillas en el comedor y de la mesa auxiliar y textiles del estar) que se crea la unidad y continuidad entre los espacios.

Si cuentas con una terraza o ático muy grande y quieres crear diversos ambientes, el suelo te ayudará a potenciar la diferenciación entre zonas. Haz como la influencer Paula Ordovás: en la zona de más tránsito (el comedor y el estar) ha colocado un suelo de exterior de madera de teca, muy cálido y resistente. Pero, ¿qué pasa con la zona de relax con las tumbonas? Ahí el suelo cuenta con césped artificial, una opción económica y de casi nulo mantenimiento para darle un poco de verdor a la terraza.

No hay normas para elegir los colores que decorarán tu terraza, pero sí que es cierto que la misma teoría que sirve en el interior la puedes aplicar en el exterior. El blanco y los neutros son siempre un acierto. Potencian la luz, iluminan el ambiente y combinan con todas las tonalidades. Pero (sí, hay un pero), para que no resulte frío añade complementos de fibras y textiles gustosos y que contrasten en color.

¿Cómo decorar una terraza cuando los metros escasean? Planifica un banco suspendido en L que ofrezca asientos para varias personas y añade algún auxiliar, como una mesa o una butaca extra. Al colocar los bancos completamente pegados al perímetro de la terraza, la sensación es de mayor amplitud.

A terrazas pequeñas, grandes soluciones. No satures el espacio si este escasea. Es mejor que te limites a poner lo básico. Mira cómo se ha hecho aquí: dos cómodas butacas Acapulco, muy ligeras y que decoran por sí mismas, un set de mesas auxiliares y plantas, muchas plantas (garantizarán la frescura y decoran un montón).

Siempre hay hueco para un farolillo de fibras, una maceta con una frondosa planta o una mesa auxiliar que acompañe a los asientos. Al decorar la terraza no te limites a los muebles, añade otros elementos. Serán los responsables de la calidez y de potenciar un estilo u otro. 

No satures el espacio con muebles voluminosos, condenarás la sensación de amplitud y moverse será complicado. Es preferible que emplees muebles ligeros (mejor si son plegables) y volados y acompáñalos de una pieza con mucha presencia, como una cómoda butaca de fibras. Esta coqueta terraza es buena muestra de ello.

No conseguirás relajarte al cien por cien en tu terraza si tienes la sensación de que unos ojos se te clavan en la nuca. Por eso, es importantísimo garantizar la privacidad y la intimidad en tu terraza. Las plantas son grandes aliados para conseguirlo. Además su verdor y frondosidad dotarán al espacio de un toque natural y ayudarán a regular la temperatura.

¿Sois muchos en casa? Aunque tu terraza sea grande, si os gusta juntaros en el exterior y disfrutar al aire libre, destina la zona a un estar. Añade tantos asientos como sea posible: un sofá de exterior sobre el que giren el resto de elementos. Butacas, puffs y, por supuesto, varias mesas de centro, así podréis moverlas libremente según las necesidades de cada momento.

No intentes que quepan miles de muebles en tu terraza. Si no es pequeña ni grande, lo mejor es que la destines a un solo uso, pero ¡como dios manda! Con comodidad, espacio y estilo. Cuando una terraza es pequeña, hay que limitar el número de muebles al máximo –cabrá poco más que un sofá y una mesa–. Pero si las dimensiones lo permiten, añade un par de asientos más. Bien en forma de butacas o de puffs.

Hay pocas cosas mejores que disfrutar de una deliciosa comida al aire libre. Por eso, si tu terraza cuenta con suficiente espacio, coloca una gran mesa de comedor. Las de madera de teca aguantarán bien en el exterior. Añade unas cómodas sillas en las que disfrutar de las más largas sobremesas y una lámpara que emita una luz acogedora. Para ello, las de fibras son las mejores (se pueden colocar bajo techado).

¡Son importantísimos! Su ausencia hará de tu terraza un espacio triste y sin vida, pero no vale cualquier. Tendrás que prestar especial atención al elegir los cojines de exterior. El tipo de tejido es muy importante para que resista a los rayos del sol, pero también lo es elegir texturas gustosas y de colores vivos, propios de la vitalidad del verano.

Aunque siempre deseamos contar con unos metros de más, las terrazas pequeñas son las más habituales. Una buena solución para ganar espacio en ellas es instalar bancos a medida, como el de obra que vemos en la fotografía, que dispone, además, de espacio de almacenamiento en la parte inferior.

Si el espacio escasea, lo mejor para decorar la terraza con plantas es aprovechar las paredes. Además, si son de madera, como en la foto, las macetas y jardineras pueden sostenerse en el propio panelado.

A la hora de decorar tu terraza es esencial que el exceso de elementos no la convierta en axfisiante. Así pues, siempre será preferible -si no sobran metros-, darle un solo uso y utilizar mobiliario plegable, el cual podremos retirar cómodamente cuando no lo vayamos a usar.

¿Y si montamos una terraza chill out en casa con unas sencillas colchonetas y unos cojines mullidos? ¡Ojo! Como tus amigos prueben lo que es echarse una siesta en un rinconcito como este, quizás no quieran marcharse nunca…

Que en nuestra terraza no nos entre una mesa para comer o cenar no significa que no podamos pasar en ella momentos únicos. Una butaca de mimbre y una mesita auxiliar serán más que suficientes para disfrutar, por ejemplo, del sol de la mañana mientras tomamos un café y leemos el periódico.

Las terrazas medianas permiten ya la creación de diferentes ambientes, como una zona de estar, un comedor, un espacio de lectura… A la hora de distribuirlos, es necesario establecer zonas de paso cómodas, cuidar la estética general y, siempre que sea posible, situar el comedor más próximo a la cocina, y la zona de relax, más retirada. 

¡Bendito dilema! En el caso de las terrazas grandes, no es un problema incrementar el número de ambientes, pudiendo incluso otorgarle la estética de un salón exterior. La amplia y elegante terraza de la fotografía pareciera querer establecer un diálogo entre interior y exterior, hogar y naturaleza.

A menudo encontramos terrazas que, sin ser pequeñas, presentan una planta complicada. Para aprovechar una terraza estrecha debemos pensar muy bien qué distribución nos dará más juego. En este caso, la solución fue colocar un agradable comedor alargado que invita a entablar largas sobremesas.

Otra alternativa para aprovechar una terraza pequeña es conectarla visualmente con el salón. De esta forma, se puede disfrutar la sensación de hallarse en un espacio abierto incluso en el interior de la estancia.

Nuevamente, los bancos a medida y los sofás rinconeros garantizan que el centro de la terraza quede libre, permitiendo que donde entraban cuatro personas, ahora lo hagan seis.

Sí, nos pasamos todo el invierno rezando para que lleguen días espléndidos de sol. Sin embargo, es bien sabido que una terraza sin zona de sombra se convertirá en un pequeño infierno en temporada estival. Toldos, pérgolas, parasoles articulados, cubiertas vegetales… Hay mil alternativas para que esto no ocurra. Elige la que mejor se adapte a tu terraza.

Si tu terraza dispone de pocas horas de sol, puedes potenciar su luz vistiendo de blanco los muros y eligiendo plantas y textiles que trasmitan vitalidad y alegría.