10 razones por las que serás más feliz en una casa pequeña

 Cuantos más metros, más necesidad de limpieza, más espacios que llenar y, por lo tanto, más desorden... Sin duda, una casa pequeña te hace gastar menos energía personal y te regala tiempo para ti. 

No tienes tantos metros para llenar con muebles o detalles decorativos, con lo que el gasto es mucho menor. 

Y es que una casa pequeña también nos ayuda con pagos como el de la luz, la calefacción o también el seguro. Y así reducirás las facturas. 

Los expertos recomiendan no dedicar a la hipoteca más del 35% de nuestro sueldo. Con una casa pequeña tienes más opciones de no llegar a ese techo y por lo tanto, ahorrar o disfrutar más. 

Una casa pequeña requiere muchos menos recursos para construirse, con lo cual, su impacto en el medioambiente es mucho menor. Y seguirá siendo sostenible porque, a menos metros, como decíamos, menos gasto energético y de productos de limpieza. 

Porque, en una casa de pocos metros, es inevitable compartir espacios. Las zonas comunes cobran especial importancia y la familia tiene que repartirse no solo rincones sino también responsabilidades para mantener el área de todos en un estado "aceptable".

Disponer de menos espacio te obliga a ser más selectivo, lo que no es una mala idea. Menos acumulación, más orden y más facilidad de mantenimiento. Mira todas las cosas que tienes en casa y deberías tirar. 

Cuando el espacio falta, las neuronas se activan para aprovecharlo al máximo. Camas altas con mucho que ofrecer, muebles con doble función, espacios de doble uso.

Una casa grande y cara tiene un mercado de compradores mucho más reducido. En cambio, una casa que sea asequible, multiplica sus compradores. Aquí tienes más trucos de home staging.

Es difícil sentirse recogido en un gran espacio, sin embargo, los pisos pequeños tienen esta ventaja: con poco, son muy acogedores.