El pavo de Navidad es el rey de las mesas en las fiestas navideñas alrededor del mundo, tanto, que podríamos decir que simboliza la unión entre tradición, sabor y unión familiar. Su carne jugosa y su capacidad para ser sazonado con diferentes tipos de especias lo convierten en el plato perfecto para dejar suelta nuestra imaginación y crear una receta deliciosa. Además, su gran tamaño es ideal para servir en grandes reuniones familiares.
Preparar un pavo de Navidad es todo un ritual pero, como no tengas cuidado, su carne puede quedarte o dura o muy seca. Pero no te preocupes, si ya habéis vivido en casa la típica escena familiar en la que servís el pavo de Navidad y, cuando os lo lleváis a la boca, está más duro y seco que la suela de un zapato, entonces necesitas poner en práctica estos 5 trucos para conseguir una carne de pavo jugosa y tierna para no repetir este año la misma escenita de siempre.
5 trucos para conseguir una carne de pavo jugosa
Por suerte, en lo que se refiere al mundo de la cocina, hay cientos de trucos que podemos poner en práctica para que una receta, en concreto, nos salga de maravilla, incluido para el pavo de Navidad. Si quieres que su carne quede jugosa y tierna, debes tener en cuenta estos 5 trucos.
1. Descongelación correcta
Lo primero que debes hacer para que la carne del pavo de Navidad quede tierna y jugosa es descongelarla correctamente. Para ello, se recomienda que, por cada 2,5 kilos del pavo, se dedique un día entero a su descongelación. Para que mantenga todo su sabor y el proceso se produzca de manera gradual, es mejor descongelarlo dentro del frigorífico y si se te olvida descongelarlo, mételo en agua fría durante media hora y repite este paso hasta que esté descongelado y listo para ser preparado.
2. Buena limpieza
Igual de importante que es su descongelación, lo es también su limpieza. Para ello, quita todas las menudencias del pavo, limpia cada trozo, interna y exteriormente, con agua fría y sécalo todo muy bien para que no quede agua dentro. Y para asegurarte de que el pavo se cocina en el horno por todas partes iguales, deja reposar durante una hora a temperatura ambiente antes de meterlo.
3. Cubre el pavo con sus jugos y los de la salsa
Este punto es primordial para que la carne del pavo quede jugosa. Para conseguirlo, se aconseja cubrir el pavo con los jugos de la carne y de la salsa que va soltando a medida que se va cocinando en el horno. Para ello, cada media hora, abre el horno y ve cubriéndolo bien con los jugos que haya desprendido. También se aconseja untar en mantequilla reblandecida antes de meterlo en el horno.
4. Piel dorada
Una señal para que el pavo quede jugoso y con una textura de otro mundo es que su piel se haya puesto dorada después de la cocción en el horno. Pero aquí podemos encontrarnos con un pequeño problema: puede que el pavo se haya dorado por fuera muy rápidamente pero que por dentro siga aún crudo. Si te pasa esto, no te preocupes, todo tiene solución: sácalo del horno y cubre su piel con papel de aluminio y vuélvelo a hornear hasta que la jugosidad de la carne quede a tu gusto.
5. Tiempo de cocción
Por último, el tiempo que lo dejes dentro del horno cocinándose también influye en el resultado final de su carne. Se dice que para calcular su tiempo de horneado se debe añadir media hora por cada kilo de carne o hasta que la temperatura interna del pavo llegue a los 75º (la puedes medir con un termómetro de cocina). Además, es importante que, antes de introducir el pavo dentro del horno, lo precalientes a una temperatura de entre 185º y 195º. Asegúrate de que no es más alta de 195º ya que el calor provocaría la evaporación de sus jugos y esto daría como resultado una carne seca, dura y sin sabor.
- Último consejo: cuando consideres que el pavo ya está en su punto, apaga el horno, tapa el pavo con papel de aluminio y déjalo en el interior media hora más para que los jugos se impregnen mejor mientras se enfría.
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