La limpieza del hogar es fundamental para poder vivir en él tranquilamente y con bienestar. Un hogar desordenado y sucio puede afectarnos directamente a nuestra salud, la suciedad y el desorden nos generan estrés, incluso, la falta de limpieza puede generarnos enfermedades y alergias por el cúmulo de polvo, ácaros y bacterias. No vamos a negar que, con el ajetreo del día a día, estemos cansados y nos cueste sacar un hueco para limpiar, pero, ¡hay que hacerlo sí o sí!
Barrer o aspirar el suelo, quitar el polvo o fregar los platos, son ciertas tareas de limpieza que debemos hacer todos los días para mantener un ambiente saludable y agradable en casa. Pero hay otras tareas domésticas, como limpiar a fondo el baño o hacer la colada, que podemos hacerlas una vez a la semana, normalmente las dejamos para los findes, por lo general, los sábados y domingos no es más fácil sacar un hueco para realizarlas.
Limpieza y orden en el dormitorio
El dormitorio es, sin duda, una de las estancias más importantes de la casa. Es el lugar donde pasamos un tercio de nuestras vidas descansando, por lo que su orden y limpieza son fundamentales para garantizar un sueño reparador todas las noches. En el dormitorio es importante mantener el orden en el armario, los cajones y el zapatero, no hay nada peor que tener la ropa o el calzado desordenados, hay que ver la de tiempo que perdemos intentando encontrar un par de zapatos y qué desesperación cuando no lo encontramos y tenemos que ponernos otros.
Y si hay algo del dormitorio que, personalmente, nos encanta tener siempre en orden, limpio y con buen olor eso es la ropa de la cama. Es un auténtico placer meterte en la cama por la noche, después de un día duro de trabajo, y que las sábanas estén bien colocadas y, lo mejor, desprendiendo una fragancia que te lleve al quinto sueño en cuestión de escasos minutos. Para poder vivir esta sensación todas las noches, es importante cambiar regularmente las sábanas y fundas de almohada, de hecho, se recomienda cambiar la ropa de cama al menos una vez por semana, ya que esto ayuda a prevenir la acumulación de ácaros y alérgenos.
Se acabaron las peleas con las fundas de almohadas grandes
Y, hablando de cambiar la ropa de la cama regularmente, hay dos elementos que nos da dolor de cabeza con solo pensar en el momento de cambiarlos: el nórdico y las fundas de almohada. De verdad, ambas actividades, especialmente el cambio de nórdico, deberían considerarse deportes olímpicos, ¡es increíble el esfuerzo tan grande que hacemos cada vez que tenemos que cambiarlos!
Del cambio de nórdico hablaremos otro día, porque hoy nos queremos centrar en el cambio de almohadas, porque, aunque su cambio parezca sencillo, se nos hace cuesta arriba cuando la funda de almohada es más grande que la propia almohada. Cuando tenemos esta situación, siempre nos sobra por los lados telas de funda, lo cual, además de quedar un poco feo visualmente, resulta bastante incómodo a la hora de dormir, ¡es un incordio!
Pues hoy estás de suerte: hemos encontrado en el perfil de Instagram de @organizo_tu_hogar un vídeo en el que explica, paso a paso, cómo meter una almohada en una funda que es más grande y que quede perfecto, toma nota:
En resumen, si la funda de almohada que usas es más grande que la propia almohada, bastaría que doblaras la tela sobrante un par de veces hacia dentro y, ¡listo! Aquí no ha pasado nada y nadie se dará cuenta de que le queda grande a la almohada. Además, no te molestará mientras duermes.
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