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1.

Grande, pero no repleto, y con personalidad

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Si tu recibidor es grande, el peligro es que lo llenes demasiado. Para evitarlo, analiza tus hábitos y estructura la estancia por zonas, con soluciones a la medida de tus necesidades: ¿tienes perro y necesitas un espacio para sus cosas?, ¿vas en bici? ¿te sacas siempre los zapatos y necesitas un zapatero y un banco para descalzarte?

2.

Abrigos ordenados

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Si tienes espacio, lo ideal es que los abrigos se queden en la entrada, listos para salir de nuevo de casa. Usa una percha para cada prenda en el armario y asigna una zona a cada integrante de la familia para mantenerlo ordenado. Sigue la misma norma en los percheros o los ganchos.

3.

Percheros de pie

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Los percheros de pie son, además de decorativos, los accesorios perfectos para dejar los bolsos, sombreros o fulares al entrar en casa. Pero no te engañes, no son un armario, y por eso no debes llenarlos demasiado. El truco es limitar las piezas que vas a colocar y revisar lo que tienen una vez a la semana.

4.

Organiza los estantes

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Aprovecha los estantes del armario para guardar accesorios. Si los organizas en cestas o cajas (mejor iguales o similares), evitarás que acaben siendo un caos y darás sensación de orden al espacio. Para ordenar los cajones, usa también compartimentos para dividir y agrupar por categorías: así sabrás siempre dónde buscar.

5.

Un espacio para los zapatos

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Dejar los zapatos en la entrada esconde un sinfín de beneficios, así que si tienes espacio, reserva una zona para guardarlos. Opta, si es posible, por estantes ajustables, asigna una área a cada miembro de la casa, reserva las inferiores para el calzado de uso diario y deja un hueco para los invitados.

6.

Recibidores pequeños... ¡aprovecha el espacio!

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Si tu recibidor es pequeño o se limita a una pared al lado de la puerta de entrada, integrada en otra estancia de la casa, céntrate en aprovechar al máximo el espacio con piezas de mobiliario ligeras y complementos prácticos que te ayuden a organizarlo.

7.

Piezas prácticas

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Una consola con cajones, una balda en la pared con colgadores debajo o una mesa alta, plegable o estrecha te servirán para colgar algunas prendas y complementos o como superficie de apoyo para dejar las cosas cuando entras en casa (llaves, teléfonos, correo comercial, correspondencia...).

8.

Objetos pequeños

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Coloca una bandeja –mejor pequeña– para las llaves, las monedas, etc., y reserva un cajón para los accesorios pequeños, como relojes o gafas. Organízalos con cestas, bandejas o cajas y dedica un minuto al final del día a ordenarlos. ¡Esta es una de las zonas imán que más desorden acumula en casa!

9.

Aprovecha las paredes

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No olvides el espacio extra en las paredes para incluir complementos que te ayuden a organizarte y motivos decorativos que le den un poco de carácter al espacio. Son el sitio ideal para colgar las llaves o dejar la correspondencia cuando entras en casa. Eso sí, ¡nada de acumular publicidad! Deséchala a diario y archiva el resto una vez por semana.

El tamaño no siempre importa. En el caso del recibidor, por ejemplo, que sea grande no es excusa para llenarlo de objetos porque, total, hay espacio. En un recibidor grande, lo mejor es tener un armario cerrado para que así, todo lo que necesitas dejar cuando entras en casa (chaquetas, bolsos, zapatos, bufandas...) no esté a la vista. Cuanto menos se vea mejor.

Y si el recibidor es pequeño, entonces tu minimalismo debe multiplicarse aún más. Tienes espacio para una mini consola de poco fondo. Un colgador solo para lo justo y poco más. Ahh y que no falte un espejo. Te ayudará a multiplicar la sensación de espacio y la luz.

Si dudas sobre lo que debes tener y lo que no en tu recibidor te lo recordamos