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1.

Manta de punto XXL

Todo lo que tienen de decorativas lo tienen de abrigadas, porque calientan ¡y mucho! A pie de cama o en el brazo del sofá para acurrucarse con ella las tardes de peli o de lectura, son un must. Eso sí: ten en cuenta que son muy voluminosas y a la hora de guardarlas ocupan mucho espacio. Esta, de lana realizada a mano, es de Taimo.

2.

Plaid bicolor

Miv Interiores

Confeccionado con 100% algodón, este plaid se llama Kolonia y destaca por su base en blanco con un patrón de color negro y flecos deshilachados, que le dan un look muy casual. Es de House Doctor, mide 130 x 180 cm y cuesta 64 € en Miv Interiores. 

3.

Extrafinas

Sí, las mantas no tienen por qué ser muy voluminosas para abrigar tu sueños. En función del material y el proceso de tejido, las encontrarás con un generoso y envolvente volumen o extra slim, como esta, de Matèria. La funda nórdica y el edredón son de Filocolore. 

4.

Riqueza de texturas

Bloomingville

La nueva colección textil otoño-invierno de Bloomingville destaca por sus colores sobrios y sus riqueza de materiales y texturas.

5.

Gustosa manta de mohair

El mohair es una fibra de origen natural que procede del pelo de la cabra de Angora. A diferencia de las lanas que son rizadas, el pelo mohair es liso y muy fino. Este tipo de fibra genera tejidos muy suaves, brillantes, firmes y con propiedades aislantes, siendo una opción ideal para la confección de mantas. Esta, a pie de cama, es de Zara Home.

6.

Mantas de lana

Son las mantas de siempre y su principal ventaja es su poder aislante y su capacidad para mantener el calor corporal. La blanca con flecos procede de Catalina House, la blanca y gris jaspeada es de Matèria y la de punto rosa, de La Maison.

7.

De espiga

Muy Mucho

 Esta manta de lana gris con largos flecos es el complemento perfecto en decoraciones de corte natural o rústico. Es de Muy Mucho, mide 130 x 160 cm y cuesta 21,99€.

8.

Muy natural

Las mantas, blanca con flecos y mostaza con flecos y un ribete de color, dan un look muy natural y luminoso a este dormitorio. Ambas son de J70 Decoración y la ropa de cama es de Filocolore. 

9.

De lino azul

Madam Stoltz

Este plaid, de diferentes tonalidades de azul y efecto deslavado, es de Madam Stoltz y mide 130 x 175 cm. Perfecto para dar una nota de color muy actual a una cama vestida en blanco o gris clarito. 

10.

Una nota de color

Si tu ropa de cama es blanca, atrévete con mantas o plaids con color o estampados, como se ha hecho aquí. Verás cómo la cama se transforma y la decoración del dormitorio, sobre todo si es de base muy neutra, se enriquece. La funda nórdica es de Filocolore y las mantas y plaids son de Matèria.

11.

De punto y en verde

 Con textura, esta manta resulta tan decorativa doblada a pie de cama, como calentita cuando el frío aprieta. Es de Matèria, igual que los plaids.  

12.

Manta con motivos

Ferm Living

Se llama Mirage y es una de las novedades textiles de Ferm Living para esta temporada. Confeccionada en 100% algodón, está disponible en tres colores de base. Sus medidas son 120 x 170 cm y su precio es de 135 €.

13.

Combinación de plaid y manta

Es una apuesta doblemente vencedora: das más volumen y movimiento a la cama y tienes más posibilidades a la hora de arroparte. El plaid azafrán y la manta de lana de ochos son de Mujika Interiorismo. 

14.

De pelo

Ya sean sintéticas o naturales, estas mantas caldean cualquier ambiente, siendo una opción muy confortable para vestir desde la cama hasta el sofá. Este tipo de mantas quedan bien en diferentes estilos de decoración, pero es en espacios rústicos o con una decoración de estilo natural o nórdico donde más destacan. Esta, de pelo de cabra, es de Home Design International.

"No me llames manta llámame plaid". Y es que este término de origen anglosajón se ha extendido como la espuma en los últimos años hasta el punto de convertirse en un comodín para designar a toda pieza textil con la que podamos envolvernos, abrigarnos y acurrucarnos. Pero, ¿de qué hablamos cuándo hablamos de plaids?

Si tiramos de diccionario, la palabra plaid tiene dos acepciones: “tela escocesa” o "cuadro escocés”. Y esto no es casual, ya que el término plaid está vinculado con el kilt original o falda escocesa.

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Según la delegación de turismo nacional de Escocia, "el feileadh mor" era una prenda larga sin confeccionar que envolvía todo el cuerpo y se ceñía con un cinturón. De cintura para abajo, se parecía al kilt actual, mientras que la tela que quedaba por encima de la cintura se pasaba sobre el hombro y se sujetaba con un broche. Esta porción superior de tela podía colocarse de muy diversas formas alrededor de los hombros en función del clima, la temperatura o la libertad de movimientos requerida. Al final del día, el cinturón se desabrochaba y el feileadh mor se convertía en una cálida manta para la noche".

La palabra inglesa plaid que designa la tela
con la que se confeccionaban tradicionalmente los kilts significa manta en gaélico

Hoy en día, su significado original ha ido mutando hasta designar, ni más ni menos que a una manta de viaje o de sofá.