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En blanco y acero

Con mobiliario de Santos, esta cocina es muy capaz sin parecerlo. Los armarios altos de la zona del fregadero se han aligerado en los laterales con baldas abiertas. La columna de hornos se ha planificado en su totalidad de acero, para integrar los electros.

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Todo, en el mínimo espacio

Así es esta cocina, cuyo mobiliario blanco y en acabado brillante multiplica la claridad. Una original barra de madera superpuesta a la encimera sirve de mini office.

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Una cocina mimetizada

Realizada con la misma madera del pavimento y de las paredes, esta cocina se integra de manera natural en el espacio. Realizada a medida por Era Carrola.

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Abierta al salón comedor

Uno de los laterales de la cocina sirve de práctico pasaplatos y una original balda sujetada al techo ofrece almacenaje extra.

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Con mini office

En esta cocina se ha aprovechado la zona de la ventana para habilitar un pequeño office para comer con luz natural y los armarios se han reservado para los dos frentes paralelos. En blanco, sin tiradores y con zonas abiertas, resultan más ligeros.

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Personal y muy capaz

¿Quieres una cocina diferente? No te cortes y apuesta por el color, como se ha hecho aquí. En una tonalidad pastel será más luminosa. Muebles de Carpintería Manolo Hernández.

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Minimal y práctica

 Esta cocina tiene tanto de pequeña como de bien aprovechada. La nevera panelada y la campana empotrada se integran en la cocina dando una imagen más ordenada.

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Capaz y ligera

Para no recargar el espacio, se ha prescindido de armarios altos flanqueando la zona de fuegos. Mobiliario realizado por Auró Cuines.

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Con barra volada

Prolongar unos centímetros la barra para disfrutar de un office o zona de comidas informales es una opción muy práctica, sobre todo si, como aquí, la cocina está abierta al comedor. Muebles de Bulthaup.

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Hasta al techo

En esta cocina se ha aprovechado cada centímetro hábil para ganar almacenaje llevando los armarios hasta el techo. En blanco y con acabado brillante, resultan ligeros y multiplican la claridad. Diseño de Meritxell Ribé.

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Rústica y actual

Abierta al comedor contiguo, esta cocina con muebles de roble de Ikea tiene una pátina rústico-chic. Los armarios superiores, con apertura abatible, son de más fácil acceso.

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Práctica y coqueta

Abierta al salón comedor, se ha planificado con el mismo material que envuelve toda la casa: roble. Un sobre de madera apoyado en unos los laterales de la cocina sirve de práctica barra de desayunos.

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Con comedor

Sí, comedor. Y es que en esta cocina se ha prescindido de los armarios inferiores en el lateral de la "U" para ganar una mesa alta para comidas... ¡para hasta cinco! Mobiliario diseño de Abag.

Asumámoslo: nuestra cocina es más pequeña de lo que nos gustaría. Ni isla, ni office, ni reunión en familia mientras preparamos la cena, porque donde caben dos no siempre caben tres. Dicho esto, ¡vamos a sacarle el máximo partido! Y de todas las opciones posibles, la distribución en "U" del mobiliario es la que exprime más y mejor los metros, siendo ideal en cocinas de planta cuadrada.

Las medidas necesarias

La distribución en "U" es la más práctica... siempre que cuentes con el espacio necesario. Y es que para poder abrir sin problemas los armarios y moverte sin sentirte encorsetado necesitas que la cocina mida un mínimo de 240 cm de ancho. Con ello te aseguras un espacio central libre de unos 120 cm.

El triángulo de trabajo más cómodo

Si el triángulo de trabajo te inspira tanto misterio como el triángulo de las Bermudas, no te apures, le ponemos luz al asunto. Se conoce como triángulo de trabajo el dibujo imaginario que forman las tres áreas básicas de la cocina: cocción, agua y despensa. Cuanto más perfecto sea este triángulo, más cómodo y ágil será el recorrido que hacemos al trabajar en la cocina.

La distribución ideal

La zona de despensa y la de cocción se recomienda que estén enfrentadas, mientras que la zona de aguas es habitual reservarla para el vértice. No es una fórmula exacta, ya que dependerá de la cocina y de la ubicación de la puerta de acceso. En cualquier caso, lo ideal es colocar el fregadero bajo la ventana, para aprovechar la luz natural mientras preparamos y limpiamos los alimentos y utensilios. Los fogones, en cambio, es mejor destinarlos siempre ante una pared, y en ningún caso debajo de una ventana, por motivos de seguridad.

Armarios y más armarios

En una cocina pequeña, tener espacio para guardar es básico. Pero tampoco conviene recargarla en exceso si no queremos que se vea aún más pequeña. Tu mejor aliado será el blanco. Planifiques muchos o pocos armarios, las cocinas en blanco siempre transmitirán mayor sensación de amplitud.

Si quieres sacarle el máximo partido a cada cm, no lo dudes: lleva los armarios altos hasta el techo. Ganarás espacio extra de almacén y evitarás que ese espacio muerto entre los armarios y el techo sea un nido de polvo y suciedad. Puedes compensar el peso visual del conjunto combinando en la parte superior módulos vitrina, que son visualmente más ligeros, y zonas abiertas.

¿Me cabe un office?

Es probable que un office tradicional, con una mesa exenta para cuatro, no. Pero hay soluciones ingeniosas que te permitirán comer en la cocina aún teniendo los metros justos.

Una opción fácil y muy práctica es prescindir de los armarios inferiores de una parte de la "U" y convertir ese espacio en una barra para comidas informales para dos. Te bastará con un par de taburetes para poder contar con un pequeño office.

¿Con ganas de ver estas ideas a la práctica? No te pierdas nuestra galería, con cocinas de todos los estilos optimizadas al máximo. Y no te pierdas este vídeo en el que te contamos cómo poner orden en la cocina.