15 cocinas espectaculares que se convirtieron en el CORAZÓN de la casa tras una reforma

Esta cocina abierta se ha convertido en el centro de la zona de día de esta casa. Y la clave ha sido abrirla por completo al salón e integrarla de manera armoniosa con el comedor contiguo. Un banco, completado con una hilera de aromáticas muy decorativas, conecta la zona de cocina con el comedor, ofreciendo, además, muchas plazas de asiento y espacio para guardar. La gran isla, que cuenta con una zona de barra, sirve de separación visual con el salón. 

Con la reforma, la decoradora Asun Antó tomó prestados unos metros al garaje para ampliar la cocina y abrirla por completo al salón. Aprovechó para hacer un cerramiento que lleva luz y vistas del jardín. El comedor, entre la cocina y el salón, sirve de separación visual entre ambos espacios. 

La decoradora Natalia Gil convirtió una cocina pequeña e interior en una "cocina de paso", es decir, prescindió del recibidor para dar espacio a la cocina y al salón y convertir este espacio en el centro de la vida familiar. Ahora, se separa del salón con un panel fijo de cristal en negro y se cierra al pasillo con una puerta negra con el mismo conjunto de cuarterones. Unos cerramientos que contrastan con el estilo más clásico de la cocina, con una campana de obra que da mucho encanto, y una lámpara de araña. 

A esta cocina no le falta de nada. La decoradora Asun Antó aprovechó sus metros para organizar un espacio en dos zonas: la de trabajo, distribuida en tres planos, y la de office, con una mesa redonda de madera que facilita la circulación y da un look más acogedor al espacio. Además, la cocina cuenta con doble acceso, lo que permite abrirla por completo al resto de espacios de la casa. 

En esta casa, la cocina es la que articula el espacio de la zona de día, totalmente diáfano pensado para disfrutar de las maravillosas vistas al bosque desde cualquier punto. Como explica la decoradora Lara Vallés, "la idea era que pudiéramos cocinar, charlar, a la vez que disfrutas de las vistas. Y todo está panelado de madera para dar sensación de unidad". 

Esta cocina ha crecido con la reforma y se ha abierto, no solo a la zona de día, sino también al jardín. De hecho, la gran ventana apaisada no existía antes de que la decoradora Marta Prats convirtiera este espacio en el corazón de la vida familiar. Para hacer más vivida la cocina, la decoradora combinó muebles de líneas actuales con piezas recuperadas, como las puertas de la alacena, y toques country, como la gran isla de trabajo con una encimera de madera.

Un dormitorio y una cocina pequeña y cerrada se han transformado en 25 m² abiertos, con mucho espacio para guardar y pensada para compartir y disfrutar en familia. El interiorista Héctor Aguirre, de Kökdeco, ha ideado una gran isla de 250 x 100 cm que es el corazón de la cocina y que reúne muchísimo almacenaje. La gruesa encimera, de un resistente porcelánico, integra el fregadero y suma carácter. Una gran puerta corredera metálica separa la cocina del resto de la zona de día. 

Esta cocina es un homenaje a las cocinas tradicionales de campo de antaño. Empezando por su vocación de convertirse en el corazón de la casa. De hecho, se le reservó el espacio con las mejores vistas del jardín y de su entorno natural. La elección del mobiliario, con cuarterones y tiradores de concha, buscaba ese look campestre vintage, que se ha completado con piezas recuperadas, como las sillas, y de estilo, como la mesa que se hizo a medida o el platero. 

Esta cocina es tan poco convencional como la espectacular arquitectura del espacio, con este precioso techo artesonado centenario. La interiorista Lara Pujol apostó por un mobiliario en un personalísimo caqui que busca integrarse en el salón y restarle look de cocina.