Las 13 cocinas con más likes del Instagram de El Mueble: abiertas, coloridas, rústicas, con isla... ¡toma nota para tu próxima reforma!

Esta cocina derrota personalidad y carácter: desde las preciosas vigas de madera a la vista hasta el arco que enmarca la isla, todo respira elegancia rústica. ¿Habías imaginado colocar un espejo en la pared de la encimera? Aquí se demuestra que funciona de maravilla si lo que buscamos es profundidad y ampliar el espacio. La madera viste paredes, isla, muebles... y las fibras naturales de lámpara y alfombra la complementan de lujo.

Encabeza el top 10, y entendemos por qué: esta cocina, a pesar de ser muy pequeña, cuenta con el blanco como aliado para conseguir amplitud visual, en contraste con un azul eléctrico de lo más original. Nos encanta también la versatilidad de la península, que funciona como respaldo del banco del office, y tiene incluso lugar para almacenar dos cestitas de mimbre, ideales para guardar manteles y servilletas. Otra buena idea de la que tomar nota: las baldas de obra, a modo de armario abierto, aligeran muchísimo el ambiente.

Esta cocina pequeña mide tan solo 8 m², pero no le falta de nada. Partiendo del fregadero bajo el ventanal, para aprovechar la luz natural al máximo, se planificó una distribución en U con muebles de almacenaje muy altos, que dan la sensación de pasillo. Aunque parezca aparentemente sencilla, son los pequeños detalles escogidos con mucho cuidado, como la grifería, los tiradores o los apliques antiguos, los que le dan personalidad.

En esta cocina se respira un lujo muy sutil, gracias (principalmente) a los acabados en dorado. Lo encontramos en la grifería, en las patas de los taburetes, y en los tiradores de los armarios. El glamour viene reforzado también por el material de la isla en gris antracita, el negro de los electrodomésticos y, cómo no, el precioso techo abuhardillado que dota al ambiente de cierta majestuosidad.

Con una cocina así, da gusto levantarse por las mañanas solo para poder disfrutar de un buen desayuno. No solo tiene una práctica barra para comer con unos taburetes de madera de lo más cálidos, sino que también incluye, al fondo, un mueble desayunador. Tiene todo lo necesario: colgadores para las tazas, estantes para los botes de cereales, y hueco para la cafetera o la tostadora. El color visón lo tiñe todo, y el punto de elegancia lo aportan los tiradores en dorado.

Esta casa decora por su encanto clásico, y tiene como hilo conductor un tono muy sereno de gris: está presente en los frontales de los muebles y en el suelo en damero. ¿Otro detalle fascinante? La altura de los armarios, que no llegan al techo, permite que los encabecen unas elegantísimas molduras.

Esta cocina es pequeñita, pero no le falta de nada: es un proyecto del estudio de Deulonder. Las decoradoras se inspiraron en el color de las baldosas hidráulicas para el color verde del mobiliario, y añadieron un colgador superpráctico y de lo más resultón que incorpora dos lámparas y aporta carácter. Es pequeña, ¡pero sin complejos! 

Esta cocina capta a la perfección toda la esencia del estilo mallorquín: techos abuhardillados con vigas de madera, suelos de piedra, fregaderos antiguos, superficies de mármol... y, cómo no, las preciosas sillas de anticuario. Da igual en qué época del año estemos, esta cocina siempre respira aires estivales.

Con unas vigas tan espectaculares y un cerramiento acristalado que proporciona tanta luminosidad, la decoración de esta cocina tenía que ser neutra, ¡sí o sí! Reina el blanco y los muebles sencillos, de estilo rústico, a tono con una casa que solía ser una cuadra.

Una cocina blanca es siempre un acierto: esta, además, cuenta con una generosa isla que da paso a una barra de desayunos por un lado, y un mueble de almacenaje por el otro.  Toma nota también de los armarios hasta el techo y sin tiradores que la convierten en un espacio más homogéneo y práctico. ¿Lo que más nos gusta? La lámpara de diseño negra que cae del techo en arco, y que junto a los taburetes plateados eleva el punto moderno de la estancia.

Nos topamos con otra cocina en L que logra muy bien un efecto unificador: esto es, gracias al uso del mismo material en el salpicadero y en la mesa, que dan continuidad. Asimismo, la madera del suelo se complementa a la perfección con las sillas y la lámpara de fibras naturales: toda una declaración de intenciones que nos habla del cariño con el que se han cuidado todos los detalles.

Esta cocina es un proyecto de la decoradora Lucía Mariñas, y cuenta con todo lo estrictamente necesario: ¡menos es más! Es sobria y atemporal, de líneas muy limpias y frentes lisos en blanco, pero no le falta carácter ni estilo. Nos enamora la barra de mármol Calacata, ¡cuánta elegancia!

Una cocina con papel pintado en estilo Toile de Jouy, muy british, es siempre un acierto si buscas un aire sofisticado y elegante. En esta, viste solamente la pared principal para no abarrotar el espacio: todo el mobiliario (¡hasta la lámpara de techo!) sigue el patrón de color en blanco y negro. ¿El resultado? Una cocina que respira armonía y buen gusto.