No eres tú, es el colchón. Prepara tu dormitorio para el verano

Según la Sociedad Española del Sueño (SES), la temperatura ideal para dormir es de 15 grados centígrados. De hecho, aseguran que una temperatura por encima de los 23-24 grados ya interfiere en la calidad del sueño. Ahora que todo apunta que las olas de calor van a ser cada vez más frecuentes e intensas, no nos queda otra que ir preparando, lo antes posible, nuestro dormitorio para el calor extremo, para poder conseguir un descanso reparador durante las noches calurosas.  Y, la verdad, mejor no dejar pasar los días porque el calor llega cuando menos te lo esperas. Hemos estado hablando con los expertos de MAXCOLCHON para entender las claves antes de que nos lleguen los calores. 

 

Claves para dormir bien en verano

Apúntate estas cuadro ideas fundamentales para que tu dormitorio sea un buen refugio climático para la canícula. 

Orden y espacio

Un dormitorio ordenado y despejado transmite una sensación de frescura y tranquilidad, pero hay que repasar todos los elementos para que sean más refrescantes con la llegada de los meses de calor. Despeja la habitación y retira todas las prendas de invierno y guárdalas.

Colchón transpirable

El colchón es el elemento más importante a la hora de dormir, todavía más, si hace calor. Una base de descanso de mala calidad puede causar dolor de espalda, incomodidad y sueño interrumpido. Invertir en un colchón es una decisión inteligente que nuestra columna agradece. También en el caso de segundas residencias o en esa casa del pueblo en la que pasamos gran parte del verano. La gama de colchones transpirables de MAXCOLCHON es un verdadero acierto para evacuar todo ese calor que desprendemos al dormir. 

 

Tejidos naturales

Tenemos que considerar el uso de fundas de almohada y protectores de colchón transpirables para evitar que el calor y la humedad excesiva afecten al colchón. Podemos incorporar sábanas confeccionadas con tejidos transpirables. Algodón y lino serán las mejores opciones ya que son materiales que transpiran y son capaces de regular la temperatura corporal y absorben el sudor. 

Ropa de cama más luminosa

Una forma de conseguir un dormitorio más fresco, más ligero es cambiar a ropa de cama de colores luminosos, (blanco, beige) además de los tejidos suaves. Los colores oscuros no son recomendables en verano. Con esto no queremos tampoco un dormitorio aburrido en blanco. Guarda pinceladas de tonalidades de contraste, de colores como azul, verde u ocres, que recuerden mar, montaña o tierra, pero en lugares puntuales (un cabecero, algún cojín...)

La suma de todos estos elementos nos aporta una sensación fresca durante toda la noche. Y si todo esto no fuera suficiente, un ventilador de techo, es una buena idea.