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1.

Un bouquet de francesillas y tulipanes

Los tulipanes, de flores estilizadas, combinan a la perfección con las francesillas, de flores más voluminosas y carnosas. Puedes completar el conjunto con verde, que le dará un plus de frescor y presencia. Elige un jarrón transparente, como aquí, para un efecto más ligero. 

2.

Dos delicados ramos de dalias y calas

El color rosa es el nexo de unión entre dos arreglos, tan delicados y románticos como femeninos. En el arreglo más pequeño se han escogido calas de un rosa empolvado y para el más grande, dalias, de llamativas flores.   

3.

Un espectacular ramo de rosas

Para confeccionar este centro se han combinado tres tipos de rosas: una más fucsia (Ensemble), otra en rosa palo (Djoema) y una de menor tamaño más pálida (Sudocu). Se ha jugado con las tres variedades, en diferentes tonos de rosa, sin usar más hoja verde que la propia de las rosas, porque así queda más natural. 

4.

Un gran ramo silvestre con flores multicolor

La idea de este ramo es que fuera desenfadado y con sabor a campo. Para confeccionarlo se han usado rosas de varios colores, flor de cera y verdes silvestres para darle más cuerpo y presencia. Un truco: para que las rosas luzcan más, colócalas en la zona exterior y usa la flor de cera y el verde para darle un aspecto más salvaje y 'movimiento' hacia arriba y los lados.

5.

Un delicado ramo de peonías blancas

Este ramo es tan sencillo como acertado. Ha bastado con reunir un bouquet de peonías blancas atadas con un cordel para confeccionarlo. Y es que las flores de las peonias, grandes y aromáticas, llenan por sí solas este ramo. 

6.

Un ramo romántico con el rosa como protagonista

Si quieres combinar diferentes flores en un mismo ramo, elígelas de diferentes tamaños y de tonos coordinados, como se ha hecho aquí, donde las hortensias blancas se han combinado con rosas carmín y francesillas rosas. Y para dar una nota de verde, se ha optado por un aromático eucalipto, que da frescura a un ramo de sabor romántico.

 

7.

Un ramo espléndido y muy fresco

Para confeccionar este estilizado ramo se han combinado varios tipos de flor y verdes. El verde Molucela; la flor ramificada Delphinium (en blanco y en rosa), también llamada “espuela de caballero”; la Campanula o campanilla, que cuelga y da un aire muy romántico; el Aster, una especie de margarita de tallo alto y, por último, un verde que hace una bola que parece una hortensia, el Viburnum.

8.

Un bouquet de rosas en diferentes tonos de rosa

Desde los tonos más empolvados de rosa, tan de moda, hasta los más intensos, este ramo de rosas será el protagonista de cualquier rincón donde lo coloques. Y más fácil de confeccionar, imposible. Si eliges un recipiente de boca ancha, como este, deberás contar con más flores para llenarlo y que no queden huecos vacíos. Un consejo: intercala rosas de diferentes tonalidades, para que el conjunto se vea más dinámico.

9.

Un desenfadado ramo de dalias en tonos empolvados

Extravagantes, glamurosas, atractivas, exuberantes... Las dalias, con sus llamativas y grandes flores, nunca pasan desapercibidas en un ramo. Y aquí se han acompañado de syringas y hojas verdes. Los tonos empolvados de este ramo, que van del blanco al rosa maquillaje, le dan un look romántico. 

10.

Un llamativo ramo de gerberas

Las gerberas, con sus grandes flores fucisas, son las dominantes de este ramo, que cuenta también con francesillas, flor de hinojo y paniculata y flor de ajo. Para confeccionar este ramo se ha empezado por colocar el verde –hojas de eucalipto– por todo el perímetro del jarrón. Después se ha colocado la gerbera, que se ha completado con la francesilla. Y al final, los huecos vacíos se han rellenado con flor de hinojo y paniculata. ¿Y el toque final? Un poco de verde o flores silvestres, como la flor de ajo, en la parte superior central del ramo.

11.

Un bouquet en tonos pastel

Rosas, claveles y crisantemos forman un ramo dinámico que llenará de color cualquier rincón de tu casa. Sobre una base blanca de crisantemos se han añadido rosas y claveles, de delicados tonos anaranjados. ¿Y el broche? Grandes hojas rodean el jarrón y ocultan los tallos. 

12.

Un elegante y sobrio centro de rosas blancas

Para confeccionar este centro de blanco y verde, se han combinado tres rosas de tres blancos diferentes: Avalanche (blanco puro con una abertura grande), Cameo (en tonos beige con los pétalos externos de blanco roto) y Green (una rosa cuyos pétalos blancos tiran a un verde amarillento). Precisamente estos destellos de verde se han enfatizado con brotes de Hypericum, con sus frutos pequeños, que además de en verde también se encuentra en rojo y salmón, y se han acompañado con hojas de Salal, que aguantan frescas mucho tiempo.

13.

Un bouquet colorista con hortensias

Este ramo es tan fácil de confeccionar como colorista. Agrupa cuatro flores de hortensia de diferentes colores –aquí se ha optado por el blanco, el azul y el lila– y complementa el bouquet con ramitas de ginesta, que dan un toque silvestre, y de flaso jazmín, que compensarán la forma redondeada del ramo. 

14.

Un ramo vibrante y muy elegante

Este espectacular ramo lo componen unos treinta tallos: Ammi Majus, una planta herbácea de dos tipos, una más verdosa y pomposa, y otra más blanquecina; Trachellium, una flor silvestre en blanco y en lila; y Lisianthium, una flor blanca parecida a la rosa, muy habitual en los ramos de novia. Sus tallos largos han permitido crear un ramo muy estilizado y a su vez con mucho movimiento, lo que le da un toque más natural y desenfadado.

15.

Tres arreglos a dos alturas

En lugar de un gran ramo, ¿por qué no confeccionar tres más pequeños? Esta es una opción que resulta muy decorativa para decorar una mesa de centro o incluso como centro de la mesa del comedor. Lo ideal es partir de un ramo principal y complementarlo con dos pequeños arreglos más informales, como se ha hecho aquí. Las francesillas, en blanco y rosa, han sido las flores escogidas. 

16.

Un ramo primaveral con sabor romántico

Las rosas gravity de color melocotón son las grandes protagonistas de este delicado ramo. Se han combinado con francesillas en blanco y melocotón y el brillante verde de las hojas de acacia. El toque más etéreo lo ponen los ramilletes de panicum que le dan un aire casi de bouquet nupcial.

17.

Un ramo muy campestre

Para lograr este look, se han combinado dos verdes de hoja grande, como el Cocculus y el Eucalyptus (de este último hay que quitar las hojas del tallo para que no se estropeen en el agua), con flores muy de campo, como la verónica, con espigas en blanco y rosa, o la Phlox, cuajada de florecitas blancas. ¿Y el toque final? El jarrón se ha forrado con una tela del mismo color que las flores. 

18.

Un ramo de liliums rosas

Los liliums o azucenas son un clásico de los ramos por sus bellas, coloristas y grandes flores. Precisamente por el tamaño de sus flores es una flor que agradece estar sola para que nada compita con ella, como se ha hecho aquí. ¿Que te sabe a poco? Siempre puedes acompañarla con algo de verde, que contraste con sus llamativas flores.

19.

Un bouquet de rosas dulce y asilvestrado

Las rosas nunca fallan para confeccionar un ramo. Aquí se han combinado dos variedades, la gran rosa Cool Water, cuyos pétalos de tonalidades lilas combinan a la perfección con los tonos rosados empolvados de la rosa Sanaa. Para completar la dulzura de este ramo se ha recurrido al Viburnum, un verde muy parecido a la flor de la hortensia, de porte redondeado y con caída, que asilvestra con su presencia el arreglo. El jarrón, con malla metálica, refuerza este look campestre.

20.

Un elegante centro de peonias

Considerada por muchos la reina de las flores –con permiso de la rosa–, la peonia se asocia con elegancia y delicada belleza. Disponible en muchos colores, para confeccionar este ramo se optó por peonias blancas, que se han combinado con un verde transparente (Thalpsi), hojas de Hoya, hiedra y hortensias verdes, todas ellas entrelazadas para crear un efecto más dinámico.

21.

Un ramo romántico y muy femenino

Este ramo campestre tiene, además de la brillantez de los verdes, detalles coquetos como los frutos del Symphoricarpos, que van desde el rosado malva al blanco, y las flores blancas que lo llenan de luz. Para rellenar el ramo, se ha optado por la avena que, con sus tiras verdes y finitas, da el toque silvestre con su transparencia plumosa.

22.

Un festivo ramo de rosas de pitiminí

Las rosas de pitiminí destacan por su pequeño capullo, que se abre como máximo 2-3 cm. Las hay de una gran variedad de colores y tamaños y para confeccionar este ramo se eligieron en un suave rosa.

23.

Un campestre ramo de lathyrus

Esta bellísima flor, de tallo corto y suave fragancia, es también conocida con el nombre de “guisante de olor”. De muchísimos colores, no tiene casi verde, salvo unos pequeños zarcillos que resultan muy decorativos. Su aspecto silvestre y su gran variedad de colores la hacen perfecta para confeccionar ramos desenfadados. 

24.

Un arreglo en rojo y blanco

La rosa, por su belleza, es una flor de gran protagonismo en un ramo. Y en rojo, ¡más aún! Por lo que conviene combinarla con una flor que, sin competir con ella, la complemente. Como se ha hecho aquí, que la rosa Pasión, de un rojo vibrante, se ha combinado con Ranúncula. Y para completar el arreglo, un verde silvestre muy fresco y espeso, el de la arbustiva Chiringa, cuya flor blanca recuerda un poco a la flor de almendro.

25.

Un sencillo arreglo de calas o lirio de agua

Elegantes y delicadas, las calas son unas flores muy apreciadas para confeccionar ramos por su belleza y su espectacular gama de colores. Y es que aunque las más habituales son las blancas, las podemos encontrar en tonos que van del amarillo al negro, pasando por tonos burdeos o anaranjados. El único pero de las calas es que son una flor de temporada, que solo se encuentra durante los meses de primavera y verano.

26.

Un ramo en cascada en rosa y carmín

Este espectacular ramo será el robamiradas de dónde lo coloques. Para confeccionarlo se han empleado rosas Sweet Avalanche, que dan la nota más delicada; crisantemos en malva; los frutos rojos de la falsa pimienta y la caída de los racimos de amarantos. Un truco para hacer este ramo: haz un ramillete con las rosas y los crisantemos, que ocuparán la parte central del ramo. Y para darle caída, coloca en los extremos el amarantos y la falsa pimienta en cascada. 

27.

Un ramo de verde proporcional al espacio

¿Quién dice que un ramo, para ser espectacular, debe tener flores? Esta propuesta demuestra que, con solo verdes, se puede obtener un ramo super especial. Se han combinado ramas de eucalipto, que además darán una aromática bienvenida a casa, con hojas de magnolio. Colócalos en una copa alta, como aquí, para que el arreglo resulte aún más llamativo. 

28.

Un ramo alegre y vital en amarillo

Si no quieres arriesgarte a la hora de confeccionar un ramo, apuesta por una única flor, como se ha hecho aquí. Acertarás seguro. Si quieres que el conjunto resulte más armónico, optar por un solo color, en este caso amarillo, que transmite alegría y energía.

29.

Un desenfadado arreglo de hortensias

Las hortensias tienen dos grandes ventajas a la hora de confeccionar un ramo: su multitud de colores, incluyendo tonos antiguos, morados, rosados, blancos, cremas, verdes e incluso azules; y sus grandes flores, lo que permite crear un bello ramo con muy poquitas flores. Fíjate en este: han bastado seis flores, que se han elegido de diferentes colores para hacerlo más llamativo.  

30.

Un arreglo muy aromático y de campo

Romero, hierba luisa y lavanda componen este ramo tan silvestre como aromático. Debes saber que la lavanda está en su mejor momento en junio y julio, así que aprovecha la temporada para llenar de color y aroma tu casa. Pero ojo, ten en cuenta que sus racimos lilas serán los grandes protagonistas del ramo que confecciones. 

31.

Un centro de mesa original y muy otoñal

Este arreglo nos encanta por su originalidad, siendo un centro muy decorativo para una mesa de otoño. Para confeccionarlo se han aprovechado dos calabazas vacías y secas, a modo de jarrón, y se han agrupado rosas y hortensias blancas junto a hojas de helechos y arbustos silvestres. El resultado no puede ser más natural y delicado.

32.

Un ramo fácil y romántico con flores blancas

El blanco es el gran protagonista de este ramo, romántico y muy delicado, a base de flores blancas y casi sin presencia del verde. Se ha optado por francesillas, espuela de caballero y amni majus, colocados a distintas alturas. Precisamente la espuela de caballero se ha usado para darle caída al ramo y el amni majus para que tenga una forma más desenfadada.

33.

Un arreglo de tulipanes y peonias muy natural

Colorista, primaveral y con sabor a campo, este ramo se ha confeccionado con tulipanes, peonias de diferentes tonos y ranúnculos rizados. Un conjunto colorista perfecto para acompañar una comida informal al aire libre. 

34.

Una copa de hojas verdes con sabor frutal

¿Un ramo con frutas? ¿Y por qué no? Las frutas combinan muy bien con los ramos de verde, como en este caso, que se ha confeccionado un ramo de diferentes verdes con ramas de limonero con limones. Entre los verdes que se han usado encontramos el clavel verde, el asparagus plumosus, hojas de helecho u hojas de lirio. 

35.

Un bouquet de rosas como centro de mesa

Más fácil de confeccionar, imposible. Aquí se ha reunido varias rosas, de un tono rosa viejo, y para que el arreglo luzca más se han agrupado en una jarra, que le da más altura y un plus decorativo. 

36.

Un arreglo con los colores del otoño

En este ramo combinamos flores y hojas duraderas con colores otoñales: sedum, dalias, hojas de eucalyptus cinereas, clematis, amarantos, skimmias, malus y abelias. Nuestro consejo: haz primero el ramo con las hojas, y luego añade las flores. 

37.

Un ramo de rosas muy natural en el porche

Este ramo se ha confeccionado con rosas ramificadas y ramas de viburnum y para que el arreglo tenga forma desenfadada intercala ambas flores y combina rosas más abiertas y cerradas.  

38.

Un improvisado arreglo de mimosa y eucalipto

¡Del campo a casa! Así de fácil. Este arreglo, colorista y vitalista, se ha confeccionado con mimosa, con sus características y aromáticas bolitas amarillas, y brotes de eucalipto y hojas verdes, que le dan cuerpo. La mimosa, que cae en cascada, le da movimiento a un ramo con claro sabor campestre. El jarrón refuerza este look un tanto rústico. 

39.

Un arreglo de rosas y nandinas

Para confeccionar este ramo se han combinado rosas de jardín, ramas de ciprés y dos variedades de nandina, que con sus pequeños racimos y sus coloristas hojas, da un contrapunto campestre a un arreglo de tonos otoñales.  

40.

Un arreglo desenfadado muy primaveral

Este ramo transmite frescor y un aire desenfadado gracias a sus pequeñas flores que lo llenan de vida. Las más vistosas son los racimos de alhelí, en rosa y morado. Las flores de cera en blanco dan cuerpo al ramo y los cardos japoneses, de color carmín, ponen la nota más intensa. 

41.

Un colorido ramo de liliums

Los liliums o las azucenas son consideradas por expertos las flores más bonitas del mundo. Y es que sus grandes y decorativas flores se convierten en las protagonistas de cualquier arreglo. Además, las hay de multitud de colores.

42.

Un ramo desenfadado con un mix de flores

Las mezclas suman. Así que no temas combinar flor cortada de temporada con flores silvestres del campo. Crearás un conjunto vital, descarado y desenfadado, como este. Si quieres que el ramo se vea más armónico, unifica las gamas de colores. Acertarás seguro. 

43.

Un romántico arreglo de peonias y paniculata

La delicadeza de las peonias combina a la perfección con las florecillas blancas de la paniculata, que dan un toque romántico a este arreglo tan sencillo de confeccionar como bello. 

44.

Un informal ramo de rosas

Para confeccionar este ramo, se han combinado rosas de jardín de diferentes colores creando un arreglo informal y desenfadado. Para realzar la frescura y naturalidad del ramo, se ha optado por un jarrón de cristal transparente.

45.

Dos arreglos gemelos con rosas y flor de almendro

Estos dos arreglos son delicados, originales y de temporada, gracias en parte a la flor de almendro, que le da un contrapunto silvestre. Las rosas de jardín se han elegido en dos tonos, blanco y rosa, para que el conjunto no resultara monocolor. 

46.

Un original ramo "comestible"

Si buscas dar una nota de color y originalidad a la mesa, con este ramo darás acertarás seguro. Lo componen coles o repollos ornamentales, que se caracterizan por sus hojas rizadas de un intenso color morado, y uvas, a modo de pequeños racimos. 

47.

Tres ramos, mejor que uno

Una manera muy decorativa y natural de vestir la mesa del comedor es con un ramo. O, como aquí, tres, que es el "número mágico" en cuanto a composiciones según nuestras estilistas. El grande, que ocupa la parte central y es el protagonista de la composición, combina lisianthus y fortinias. Mientras que en los medianos destacan las azucenas.  

48.

Un centro muy frutal con sabor otoñal

Este original centro de mesa tiene rosas, ranúnculos, bolitas de nieve (symphoricarpos albus) y... ¡calabazas! Sí, porque los frutos de otoño también "van" con las flores. 

49.

Dos bouquets a diferente altura

Una opción original en vez de un solo ramo, es poner un par a dos altura diferentes. En este caso, se ha jugado con la peonia, la jeringuilla y el falso pimiento. Un truco para lograr su forma de ramo abierto es atándolo a la altura del cuello del recipiente y descansando sobre él. 

50.

Un vitalista centro de mesa en amarillo

Si buscas un centro de mesa alegre y vitalista, inspírate en esta propuesta. Para confeccionarlo se han combinado francesillas, tulipanes, mimosas y ramas de eucalipto, que le dan un punto de verde y de frescor. 

Un ramo nunca debería faltar en casa. Aromatiza, llena de color y energía y además decora. ¿Qué más se le puede pedir? Y no, no es necesario invertir mucho dinero, sobre todo si apuestas por flores de temporada. Y si optas por variedades más caras, como las clásicas rosas, puedes completar el arreglo con verde, que le dará más volumen, y es muy económico.

¿No sabes por dónde empezar para hacer un ramo? Te echamos una mano con este práctico paso a paso. ¡Y ponle flores a tu casa! (y a tu vida).