Lo que sí y lo que no debes hacer al guardar ropa de cama

Organizar las sábanas estratégicamente no solo alarga la vida de tu ropa de cama sino que te permite disfrutarla suave, limpia y perfumada durante más tiempo. Entre los trucos que sí debes aplicar es guardarlas en una armario oscuro y seco. Lo ideal es un armario para la ropa blanca (ropa de casa en general), pero también sirve un cajón o baúl.

Dobladas y bien estiradas. Tanto si ya están planchadas las sábanas como si es una tarea pendiente (porque te resultará más sencillo eliminar las arrugas). Es importante que dobles en cuadrados o rectángulos más o menos del mismo tamaño la sábana bajera y la encimera.

Lo que sí debes hacer al guardar la ropa de cama es organizarlas solo con otros textiles de la casa como toallas o manteles, pero separados por categorías. Además, las sábanas deben guardarse o bien por juegos completos (una buena idea es usar la funda de la almohada como bolsa para introducir bajera y encimera) o todas las sábanas encimeras apiladas por un lado, las bajeras por otro y fundas de almohada juntas.

Usar bolsas de tela para guardar las sábanas que menos uses es una buena idea para mantener los tejidos limpios, a salvo de polvo y con una buena transpiración. Una buena idea es usar la funda de la almohada como bolsa para introducir bajera y encimera.

Porque el aroma de la ropa de casa nos agrada. Es agradable meterse en la cama y sentir que las sábanas aún conservan el olor a limpio, a suavizante. Pero como a veces no dura lo suficiente… puedes usar agua de plancha y bolsitas aromáticas situadas en el armario donde las guardes.

Porque solo ayudarás a que los tejidos se estropeen y el mal olor aparezca. Nada de meter en el armario o cajón de la ropa de casa directamente las sábanas según salen de la secadora. Deben airearse. Y por supuesto, han de secarse perfectamente en el tendedero.

Hay que mantener el orden para que hacer la cama sea más fácil. Y lo suyo es que la cama se haga con juegos completos. Por eso no debes guardar la ropa de cama en el armario desparejada (sino por juegos completos) ni tampoco hacerlo de manera apretujada, que no haya prácticamente hueco en el estante para sacar una sábana sin tirar de otra. Así no respira el tejido y coger una se convierte en misión imposible. También se arrugarán más.

Por el mismo motivo que indicábamos que no debes guardar la ropa de cama directa desde la secadora o aún húmeda, tampoco debes hacerlo con las sábanas recién planchadas. Espera unos minutos a que pierdan temperatura y la poca humedad que hayan cogido antes de llevarlas a su estante del armario o cajón.

Si tienes que usar contenedores para organizar el interior de un armario o guardar las sábanas no uses plástico. Es preferible siempre tela o bien cestas de fibra natural (asegurándote de que no hay ninguna fibra que pueda enganchar el tejido, por eso se pone una funda de tela a las cestas destinadas a almacenar ropa).

Lo que no debes hacer al guardar la ropa de cama es acumular juegos antiguos que no usas. Deja espacio en el armario para que sea más cómodo su uso y los tejidos respiren. Deshazte de los juegos que no vayas a usar o, si los mantienes para tapar o proteger cosas, llévalos a otros espacio ya que no serán de uso frecuente.