Como ya has visto, en cuanto a limpieza no hay muchas diferencias entre placa vitrocerámica o inducción ya que ambas tienen una superficie de cristal, que es la que hay que limpiar. Con un producto específico de limpieza y otros trucos caseros puedes limpiar las manchas quemadas y pegadas de la vitrocerámica y mejorar su brillo. Pero puede que te estés planteando cuál te conviene más por el sistema de cocción, que como hemos visto es diferente.
Para evitar que aparezcan manchas en la superficie, limpia la placa de tu vitro o inducción siempre cuando esté fría.
Vitrocerámica e inducción son dos sistemas de cocinas eléctricas muy diferentes, que implican un ahorro energético distinto también y esto puede hacer que te decidas por una u otra.

Cocinas impecables
Un plan de limpieza infalible en 5 pasos
Vitrocerámica
Ventajas
- Se puede usar todo tipo de recipientes, nada de ollas o cacerolas especiales.
- El calentamiento es progresivo. Hay algunas recetas o alimentos que no conviene que se calienten demasiado rápido porque pueden quemarse o perder sus propiedades.
- Aunque haya impurezas en la superficie, su eficacia no se ve afectada. El calor sigue fluyendo.
Inconvenientes
- Tarda en calentar. Si tenemos prisa, puede ser una molestia.
- El enfriamiento de la superficie no es inmediato. Así, si dejas un recipiente se seguirá cocinando el contenido, lo que es bueno para aprovechar el calor residual en la cocción pero no debemos olvidarnos de que permanecerá un rato caliente antes de poder limpiar, por ejemplo.

ECOTRUCOS
Limpiar la cocina puede ser fácil (y natural)
Inducción
Ventajas
- Calienta el doble de rápido que la vitrocerámica porque el campo electromagnético actúa rápidamente sobre la superficie de metal del recipiente y trasmite el calor a gran velocidad. Es perfecta para llevar líquidos a ebullición y cocinar verdura, arroz, pasta o simplemente calentar una sopa.
- Gasta menos que la vitrocerámica. Como solo actúa sobre la superficie metálica del recipiente no tiene pérdidas adicionales de calor. Poner en marcha el imán requiere menos energía que el calentamiento de una resistencia.
- La temperatura de cocción se controla con gran precisión. El imán no tiene inercia calórica. Se apaga y se enfría, no sigue cocinando ni calentando.
Inconvenientes
- Requiere de ollas y cacerolas específicas. La base debe ser de un metal que interactúe con el imán. No se pueden usar por tanto ollas de barro ni otros recipientes de cocina artesanal.
- Su precio es algo más elevado. Pero también hay que tener en cuenta que la inversión puede resultar a la larga conveniente por el ahorro en energía.