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Arriba y abajo

No des un cm por perdido en cuanto a almacenaje se refiere. En este dormitorio, se ha aprovechado el espacio bajo las dos camas con dos grandes cajones gaveteros y tres baldas XL colonizan las paredes. Soluciones de Dijous.

2.

Cajas y baúles, ¡que nunca falten!

Son dos clásicos del orden, ya que permiten recoger los juguetes de manera rápida, pudiendo ser ellos mismos quienes participen desde peques en el ritual de guardar sus cosas.

3.

¿Bancos o gaveteros?

La decoradora Anna Taberner ha aprovechado el espacio bajo las ventanas con dos módulos dobles muy capaces que, a su vez, con unos cajones sirven de improvisado banco.

4.

Sus cuentos, a su alcance

Esta solución es tan práctica como decorativa. Las baldas (de Ikea) se han rematado con un tope que facilita que ellos mismos puedan guardar sus cuentos sin que se caigan. Colócalas a su altura para ayudarles a ordenar.

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Soluciones ingeniosas

La escasez agudiza el ingenio: a falta de metros, soluciones creativas, como se ha hecho aquí. El cabecero de doble cara (de Dijous) permite habilitar unos estantes para sus cosas y una balda sobre la ventana reúne los juguetes de menos uso ordenados en cajas etiquetadas.

6.

Books con ruedas

En dormitorios amplios, las soluciones con ruedas son muy prácticas, ya que los peques pueden mover sus cosas de un lado a otro con total comodidad. Esta estructura con books es un diseño de Bona Nit.

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Su rincón especial

Si los metros no son un problema, destina un espacio de su habitación a zona de juegos. Para ellos será su rincón especial y tendrán todos sus juguetes en un único sitio. Esta composición, con pizarra, estantes y cajones es de Dijous.

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Su escondite... ¡y el de sus juguetes!

¿Una tipi en su habitación? ¿Y por qué? No solo será su escondite favorito, sino que cuando no se usa puede servir para guardar sus tesoros más preciados. Tipi de La Cangreja Deco.

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Todo en uno: con cajones y estantes

Las soluciones para guardar sus juguetes deben ser versátiles, como aquí. Baldas, sí; pero también cajones y, a poder ser, de diferentes medidas porque no todos sus juguetes son iguales. Mueble de Tecno-Fusta.

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Mucho más que una librería

Esta solución de D'Abril aprovecha toda una pared para tener en orden desde sus juguetes y cuentos hasta libros más adelante.

Para los niños los juguetes son casi sus mejores amigos. Para ti, un reto que se complica día a día. Y tras su cumpleaños o la Navidad ¡todavía más! “¿Pero ahora dónde guardo todos estos juguetes que le han regalado?”. Y es que mientras ellos están venga a abrir regalos tu cabeza está jugando al tetris nivel avanzado en su habitación.

Además hay que sumar a esto el hecho de que los peques no son precisamente los reyes del orden. Cuando juegan, invaden. Pero, aunque no tenemos la varita mágica para ponerlo todo en orden en un plis plas, lo que sí queremos es compartir contigo estas buenas ideas y soluciones para guardar sus juguetes.

Cajas, cestos y baúles: un clásico que nunca falla

Son un básico del orden. Sobre todo durante los primeros años, ya que les resulta muy fácil guardar sus juguetes y, a la vez, cogerlos sin necesidad de ayuda. Ten en cuenta que las cajas y los baúles son fáciles más de apilar que los cestos.

Facilitarás el orden si usas etiquetas que indiquen su contenido. Durante los primeros años, cuando aún no saben leer, puedes apostar por dibujos en vez de palabras para ayudarles a localizar sus cosas. Si eliges soluciones con tapa la habitación siempre se verá más ordenada.

Cajones y books: muchos aún son pocos

Los cajones, al mantener su contenido oculto, son la clave para mantener el orden. Para que sean más prácticos, elígelos de diferentes alturas, así podrás guardar desde los objetos más pequeños hasta juegos de mesa o los juguetes más voluminosos.

Cuando el niño ha dado el paso a la cama, una buena opción es aprovechar la parte inferior con grandes cajones gaveteros. Con ello renuncias a una cama extra, pero a cambio ganas mucho espacio de almacén –suelen tener unos 80 cm de fondo–.

Los books con ruedas resultan muy prácticos en dormitorios amplios –podrá mover sus cosas de un lado para otro sin problemas– y para guardar objetos de peso –os ahorraréis tener que hacer esfuerzos para mover el book con su contenido–.

Baldas y librerías: almacenar en alto

No temas colonizar las paredes:¡si están ahí es para sacarles partido! Las baldas son una opción muy versátil que nunca falla: pueden servir para tener a mano sus juguetes preferidos o para mantener en orden sus cuentos.

Serán más cómodas si las eliges en función de los objetos que piensas guardar. Por ejemplo, para cuentos son muy prácticas las baldas que terminan con un pequeño tope, ya que puedes exponer los cuentos en vertical sin que estos se vuelquen y caigan. Además, si las colocas a su altura, él mismo podrá cogerlos cuando le apetezca y, más importante aún, ¡guardarlos!

Si tu hijo es más de leer que de jugar, no lo dudes: planifica una librería para que tenga a mano sus cuentos... ¡y sus pequeños tesoros! Un truco para que todos estos objetos mini estén en orden y no se pierdan es reunirlos en decorativas cajas de cartón.

Jugar y guardar: un rincón de juegos a su medida

Si los metros no son un problema, resulta muy práctico destinar un espacio de su habitación a zona de juegos –se recomienda que mida al menos 150 x 150 cm– y reunir las diferentes soluciones de almacenaje en ese espacio. Con ello, además, se ayuda al peque a diferenciar las actividades del día según el espacio: en una zona se juega y en otra se duerme. Un mueble a medida que incluya zona de baldas y cajones de diferentes alturas será una muy buena opción. Puedes completarlo con una pizarra para que pueda dar rienda suelta a su creatividad.