Decora con cal natural y cuida tu salud

Actualizado a 23 de octubre de 2018, 16:18

La cal natural es un material sostenible con propiedades excelentes para la salud y nuestro entorno. Se usa principalmente para revocar paredes y aplicar pinturas, es muy resistente, regula la humedad, inhibe la presencia de mohos y puedes usarlo en interiores como en exteriores. Por todo ello, resulta indispensable en la construcción, la rehabilitación y la decoración de una casa sana.

En el momento de construir, rehabilitar, pintar o simplemente decorar una vivienda, el primer factor a tener en cuenta son los materiales que vamos a emplear. Las opciones, actualmente, son muy numerosas; los catálogos de los fabricantes están repletos de productos, con sus características técnicas y sus prestaciones. Pero ¿cuáles son los criterios que deben guiar nuestra decisión para vivir en una casa sana? Un concepto fundamental es el de biocompatibilidad.

Que un material sea biocompatible quiere decir que es más afín con la naturaleza y la bioenergía del ser humano, más compatible con la vida. La cal, así como la madera, el corcho, el bambú, el lino, la tierra, el algodón o la celulosa, entre otros, es un material que nos acerca a la Tierra y nos aporta bienestar y confort. En el polo opuesto están materiales como plásticos, otros derivados del petróleo y resinas sintéticas.

De todos los materiales biocompatibles, uno de los más populares es la cal hidráulica debido a la solidez y resistencia que aporta a la construcción. Gracias a la cal, han llegado hasta nuestros días edificios de la época medieval, así como estucos y frescos de épocas pasadas. Se usa principalmente para elaborar morteros (a los que dota de gran consistencia, debido a su capacidad de ligar materiales), revoques o revestimientos, y pinturas. Por sus propiedades técnicas, de aplicación y de salud –no olvidemos que el calcio es el material más abundante de nuestro organismo-, resulta interesante incorporarlo tanto en obra de nueva construcción como en rehabilitaciones.

Natural, la mejor opción

La cal hidráulica procede de las rocas calizas, más concretamente de las que son arcillosas y ricas en sílice y alúmina. Estas rocas se someten a un proceso de calcinación –llegando casi al punto de fusión-, de modo que se forma óxido de calcio libre que permite hidratarse después para su uso en la construcción.

Si a esta cal resultante no se le añaden otros minerales externos ni se mezcla con cemento, estaremos hablando de cal hidráulica natural.

Si, por el contrario, a la cal que se ha hidratado se le ha añadido sílice, aluminio, óxido férrico o productos derivados de la combustión del petróleo como cenizas o escorias provenientes de la industria siderúrgica, entonces hablamos de cal hidráulica artificial. Aunque es un material resistente (sus prestaciones son similares a las del cemento blanco) es menos biocompatible que la cal natural.

La cal natural se usa en construcción y acabados, tanto interiores como exteriores. Destaca por sus cualidades bióticas, permite una buena traspiración de las superficies, regula la humedad y ayuda a crear ambientes cálidos que aportan sensación de bienestar.

Un material vivo

Los materiales biocompatibles favorecen que la vivienda se comporte como un conjunto vivo, capaz de interactuar positivamente con el entorno y las personas, a fin de que la vivienda sea para nosotros como una segunda piel.

La cal hidráulica natural cumple todos estos requisitos. Al ser un material poroso y altamente transpirable, permite un buen intercambio de vapor de agua entre el interior y el exterior, consiguiendo que las paredes de la casa “respiren” sin perder las propiedades de aislante térmico. La cal actúa como un regulador natural de la humedad en el hogar; cuando el ambiente es muy húmedo absorbe humedad y cuando es más seco, devuelve humedad al ambiente. A esta característica se le llama capacidad higroscópica. Además, debido a su naturaleza de pH básico, no es un buen sustrato para el crecimiento de mohos y otros microorganismos, por lo que nos evitaremos tener que aplicarle otros tratamientos específicos.

Contar con la cal hidráulica natural en casa nos garantiza la buena salud del ambiente, pues no emite contaminantes orgánicos volátiles (COVs), químicos que se acumulan en el organismo y acaban resultando nocivos. En caso de incendio no genera humos tóxicos, pues es un material incombustible y, además, es fácilmente reciclable.

Cómo se aplica

La cal es un material de aplicación fácil y rápida. Tanto para morteros, revestimientos o pinturas, puede aplicarse a mano o de forma mecánica con una revocadora. Presenta buena capacidad de anclaje y adhesión en prácticamente todas las superficies y muros, lo que permite unificarlos con facilidad. Esta característica es de gran utilidad para aplicar pinturas sobre superficies difíciles; si mezclamos la pintura con cal, se adherirá casi a cualquier superficie.

Si se utiliza en morteros para cimentación, les aporta resistencia, resulta sencilla de trabajar y tiene la ventaja que se endurece fácilmente en la etapa inicial, lo que permite ahorrar tiempo. También es una buena opción para aplicar en asentamientos de piedra natural.

La cal es una excelente opción para los trabajos de exterior, se puede utilizar incluso en épocas de mucho frío, teniendo la precaución de protegerla del agua o la nieve las primeras 72 horas de aplicación. Pasado este periodo, no debemos temer el contacto de la cal con el agua, al contrario: es muy recomendable para realizar estanques y piscinas naturales ya que fragua bien y se endurece en presencia de agua. Al ser un material de la máxima impermeabilidad, es también recomendable para fijar tejas y soleras. Al ser resistente al agua, se puede usar como estabilizante de la tierra en la elaboración de adobe, sobre todo si se trata de suelos arenosos.

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