VA DE LUCES

Manual de la iluminación perfecta

¿Cuántas lámparas poner? ¿Qué tipo de luz? Esta guía te sacará de dudas para que ilumines bien cada espacio de casa

Txell Huguet

Redactora de El Mueble especializada en decoración y orden

Actualizado a 22 de julio de 2021, 12:12

No necesitas la misma luz para leer que para cocinar o para charlar. La iluminación tiene mucho más que ofrecer que el simple hecho de permitir ver al caer la noche o en espacios oscuros: es capaz de crear ambiente y de hacerte la vida mucho más fácil. Luz directa sobre espacios de trabajo, una iluminación que cree sensación de relax, luces de lectura... Descubre los secretos de la iluminación del salón a las zonas de paso, pasando por toda la casa.

El salón: una luz en cada zona

En el sofá: Para la interiorista Begoña Susaeta la iluminación del estar ha de ser tenue, para crear un ambiente cálido y confortable. Lo conseguirás con lámparas de pie y de sobremesa con pantalla, de 12 W.


Para ver la TV: Lo más adecuado es iluminar la pared de detrás del televisor (los hay con retroiluminación de serie): así se compensa la luminosidad de la pantalla y no se fatiga la vista. Si enciendes una lámpara de sobremesa, cuida que no se refleje en la pantalla.

La zona de lectura: Combina la luz ambiental con una puntual, con un foco directo y orientable de luz blanca o azulada (la amarilla cansa la vista). Una bombilla de 8 W es suficiente (7 W si son leds).

En la cocina: luz para la encimera

Para cocinar: Debes evitar las sombras, por eso es básico iluminar la encimera. Desde Osram recomiendan instalar leds bajo los armarios altos. Mejor si son tipo fluorescente, para que la luz sea homogénea en toda la zona de trabajo.

Una luz natural: Elige bombillas con un alto índice de rendimiento cromático (a partir de 80 IRC, un código que aparece en el envoltorio de las bombillas), porque reproducen mejor la luz natural y no alteran el color de los alimentos.

Para buscar y guardar: A la hora de elegir la luz general de la cocina, la mejor opción son los focos encastrados, distribuidos por todo el techo, que dan una luz general suficiente para ver sin problemas armarios, estantes y cajones.

Junto a la cama: una luz dirigible

Ilumina la cama: El arquitecto Ignacio Lucini aconseja que instales un aplique con brazo flexible y dirigible, sobre todo si te gusta leer en la cama. Equípalo con bombilla de bajo consumo o leds de 7 W. Y en el armario Instala un foco halógeno por cada cuerpo de armario y sitúalo a unos 20 cm de distancia. Así podrás ver la ropa que tienes guardada sin problemas.

En el baño: como la luz del sol

El baño necesita una luz general potente y luces específicas en la zona del tocador y la de la ducha. Lo más cómodo es tener un interruptor para cada tipo de luz.

Focos en el techo: Con ellos te aseguras que la luz general del baño sea suficiente. Apuesta por los de bajo consumo y de luz blanca, brillante y homogénea, que no cree contrastes. Si los sanitarios están en un espacio independiente, ilumínalos también con focos de techo.

A los lados del espejo: Lo mejor es iluminar el espejo por ambos lados (si la luz viene de arriba, crea sombras en la cara). La luz blanca es la más parecida a la luz solar, y la que te reflejará más fielmente en el espejo. La zona de aguas. Ducha y bañera requieren una luz tenue y de bajo voltaje, con leds estancos empotrados en el techo o en el suelo.

En la mesa: que no te deslumbre

La distancia ideal: Desde Philips aconsejan colgar la lámpara a unos 75 cm de la mesa, la distancia adecuada para iluminar bien la comida sin deslumbrar a los comensales. Para evitarlo, muchas lámparas de comedor incluyen un plafón difusor inferior que tapa las bombillas. La potencia de luz necesaria en el comedor es de 14 W/m2.

El tamaño importa: Adecúa la lámpara al tamaño y a la forma de la mesa. Una luminaria de forma circular te servirá para una mesa cuadrada o redonda. Si es una mesa muy alargada, puedes usar varias lámparas para evitar que queden zonas en penumbra.

En zonas de paso: luces puntuales

En el recibidor: Basta con una luz indirecta que dé calidez a la entrada, por ejemplo una lámpara de sobremesa sobre una cómoda.

En el pasillo: Tienes varias opciones. Puedes instalar apliques de pared que iluminen el techo, focos orientables empotrados en el techo (ideal si tienes cuadros colgados en la pared) o lámparas colgantes si el techo es muy alto (una cada metro y medio).

Luces inteligentes: Muchos interioristas iluminan los pasillos con puntos de led empotrados en la parte baja de la pared, a pocos cm del suelo, que se encienden solos cuando detectan movimiento.

La regla de oro: crea tres tipos de luz

❊ Luz general

Cualquier estancia de la casa necesita una luz general, potente, uniforme y sin sombras, que permita ver todo el espacio. La mejor manera de conseguirla es instalando focos en el techo que “bañen” toda la estancia.

❊ Luz ambiental

Es la que da calidez y hace que una estancia sea acogedora. Lámparas de sobremesa o de pie, con reguladores de intensidad, son perfectas para resaltar rincones de la casa o muebles concretos, crear contrastes y dar más sensación de profundidad.

❊ Luz puntual

Son luces directas, muy dirigidas hacia un punto concreto, donde se realiza una actividad específica, sea leer o preparar la comida. También son luces puntuales los bañadores que iluminan los cuadros y los focos de recorrido que se instalan en los pasillos.

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