La distribución perfecta de un lavadero debe girar alrededor del llamado "circuito de lavado". De esta forma, lo ideal es concentrar en una pared la zona de lavado con un punto de agua y los armarios con útiles de limpieza. Y en otra, la zona de plancha. La zona de lavado no es necesario que tenga luz natural, pero la de plancha, sería aconsejable porque es mucho más fácil ver cómo están quedando las piezas con el planchado. ¿Buena idea, no? Pues sigue leyendo y podrás ver muchas más.

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1. Un lavadero lleno de luz y color

Lavadero lleno de luz y color y muy prñactico - 531783

"Quise crear un lavadero práctico para la familia que tuviera aspecto de antiguo y que pareciera que llevaba toda la vida allí", nos cuenta la interiorista Paula Duarte. La pared de cristal amplía la sensación de espacio y la luz. 

Muebles (2.600 €), encimera de Formica (22 €), fregadero (145 €) y grifo de Franke (115 €), en Azulejos Gala. Frente de cristal hecho por un carpintero (2.900 €). 

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La zona de lavado al detalle

Estores y zona de lavado en un lavadero ideal - 531784

Los estores dan intimidad cuando hay ropa tendida. La zona de lavado ocupa un único frente y las paredes se aprovechan con un tendedero extensible. 

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Paredes y suelo con un toque de color

Paredes y suelos del lavadero muy original - 531785

El papel pintado de flores da mucha vida y color al lavadero. Lo mismo que el suelo porcelánico que también dibuja flores. Combinan genial con el blanco. 

Papel pintado de flores de Sandberg (91 € rollo). Suelo porcelánico de Equipe (27 €/m2). 

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2. El cuarto de lavado ideal

El cuarto de lavado ideal con zona de lavado y muchos armarios - 529085

Supercálido, con suelos de toba y muebles de madera, este lavadero cuenta con un espacio amplio para el cuidado de la ropa. Es un proyecto de Deulonder Arquitectura Domèstica. El espacio bajo la ventana se ha aprovechado como zona de lavado, con encimera y antepecho de Neolith, y grandes cajones extraíbles. Junto ella se encuentran lavadora y secadora, una al lado de la otra para resultar más cómodas. Y debajo, los cestos para la ropa sucia. 

Además, dispone de una zona de armario abierto, con barra y baldas extraíbles, para la ropa lista para guardar. También varios armarios que combinan frentes de madera con doble cristal con malla en medio (de yute y acero) para guardar ropa blanca, productos de limpieza, excedentes... 

 Mesa de planchar de madera de Deulonder Arquitectura Domèstica (3.993 €). Encimera de Neolith (4.804 €). Apliques (99 €/unidad). 

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La zona de colgar

La zona de colgar del lavadero ideal - 531816

La pared está revestida con un papel pintado de rayas de Phillip Jeffries y un práctico colgador de madera. 

Papel pintado de Phillip Jeffries (726 €). 

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3. Un lavadero con dos zonas en paralelo y mucha luz

Lavadero con zona de planchar oculta junto a la cocina - 522666

El equipo de Coton et Bois quería que este lavadero, de unos 6 m2 y ubicado junto a la cocina, fuera diáfano, polivalente, y con mucha luz natural. "Ubicamos el fregadero bajo la ventana y debajo situamos el almacenaje", explica Javier Baldrich. El mueble planchador queda oculto por las puertas de debajo del colgador. Así solo se saca cuando es necesario. El papel pintado efecto lino da calidez al cuarto de plancha y la corredera acristalada suma luz y lo conectan con la cocina. 

Mobiliario de DM lacado en blanco (3.500 €) con encimera de Silestone Blanco Zeus (1128 €). Papel pintado de Flamant (300 €). Puerta corredera de DM lacado (847 €). 

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Una pared muy bien aprovechada

Lavadero con maquinaria y espacio para colgar al lado de la cocina - 522665

En el otro frente y en paralelo, se ha aprovechado toda la pared con armarios hasta el techo con escobero; lavadora, secadora en columna, y zona para colgar abierta. 

Lavadora y secadora de Balay (878 €). Fergadero de Teka y grifería (217 €). 

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4. Un lavadero con "circuito de lavado" perfecto

¿Qué es? La interiorista de Deulonder Arquitectura Doméstica, Chone de la Sotilla, nos lo cuenta: "Se necesita un mostrador con un punto de agua y espacio para dejar algún barreño en reposo, además de armarios para guardar detergentes. Y junto a la lavadora y la secadora, un cesto o dos para separar la ropa blanca de la de color". 

Mobiliario de Deulonder Arquitectura Domèstica. Encimera y antepecho de Corian. Electrodomésticos de AEG.

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Un planchador muy bien organizado

El orden es básico. Chone aconseja "una barra para colgar prendas; si puede ser, otra a una altura de 1,10 m para manteles, y baldas para dejar las paneras con la ropa planchada". Y lo ideal ideal es que la tabla de plancha cuente con cajones para cepillos, el costurero, el almidón..., una cesta para la ropa por planchar y una bandeja para la que ya está planchada, como aquí.

Planchador con ruedas de 140 cm, diseñado por Deulonder Arquitectura Domèstica.

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Baldas extraíbles para la ropa planchada

Es una idea genial para ordenar la ropa de toda la familia desde el mismo planchador. Una balda para cada miembro de la casa, y a medida que salga la ropa planchada, la doblamos y la colocamos en el lugar correspondiente. Luego será mucho más fácil y rápido llevarla a los distintos armarios

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5. Un lavadero en orden con armarios cerrados

La interiorista Blanca Tey convirtió un cuarto pequeño junto a la cocina en despensa y lavadero. Aquí, lo prioritario era guardar y no hay cestos, sino armarios. Blanca ocupó todo el espacio disponible con armarios donde almacenar no solo la ropa sucia y la planchada, sino también la ropa blanca de casa. 

Muebles hechos a medida, diseño de Blanca Tey. Cesto y jabones, de Debany. Encimera de mármol veteado.

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Organizado y bonito, ¡por supuesto!

Hacerlo bonito es hacerlo más agradable. Aquí, los azulejos de sirena le dieron máxima actualidad; el color verde, serenidad y los toques del fregadero y la grifería, el punto british vintage.

Grifo modelo Retro-Tres 360º de Tres Grifería. 

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Un armario para cada cosa

Los armarios cerrados regalan sensación de orden. No queda nada a la vista y esto hace que el espacio se vea muy sereno. La cesta de la ropa sucia es uno de los puntos más críticos. Para no tenerla exenta y que se desborde con la ropa acumulada, un armario como este es la solución. 

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6. Un lavadero con muchos cestos y cajones

En este lavadero, los electrodomésticos están en columna y así dejan espacio para los cestos de la ropa y los cajones. "Los decoramos con vinilos y en ellos guardamos productos quitamanchas o el costurero, muy útil para repasar algún botón", explica la interiorista Asun Antó.

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Un fregadero muy práctico

Lo es gracias a su grifo alto ya que deja espacio para colocar un barreño grande y llenarlo de agua. Junto al fregadero hay que pensar en dejar una zona de mármol libre para reposar enseguida los barreños llenos de agua sin tener que hacer más esfuerzos.

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Un planchador y un armario muy bien planificados

Que la tabla de planchar cuente con cestos para organizar la ropa antes y después del planchado ya hemos visto que es una buenísima idea. Pero si además dispones de un armario cerca en el que dejar las piezas que no pueden doblarse, como las camisas, o las más grandes que ocupan espacio, como los edredones, el orden está asegurado. 

Armarios y fregadero de Acocsa. Encimera de Neolith. Mueble planchador de Cistelleria Canals y cestos de Coton et Bois. Alfombra de Papiol.

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7. Pequeño y muy bien aprovechado

Tiene 1,60 m de ancho pero se aprovechan al máximo. Bajo el fregadero, los cestos de la ropa sucia y la lavadora panelada, que ocupa menos visualmente. Los armarios decoran gracias a las puertas acristaladas y, en el hueco de uno de ellos, se mete el planchador. De Deulonder Arquitectura Domèstica.

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Sin juntas, más higiénico

El fregadero es de Corian y se prolonga para convertirse en encimera. Así queda más integrado y se ve más grande. Y por otro lado, es mucho más limpio porque al no tener juntas, no se acumula la suciedad. Junto a él, una estantería abierta para tener los jabones a mano.