Los 25 salones de invierno más acogedores de El Mueble: con madera, textiles abrigados y notas de color
Urbanos, rústicos, de montaña, de campo... Sea cual sea su estilo, estos salones comparten una decoración acogedora para convertir el estar en el mejor lugar para refugiarse del frío
La decoración de invierno tiene algo de mágico que invita al dolce far niente en buena compañía. Mantas gustosas para acurrucarse en el sofá disfrutando de una maratón de tu serie preferida, el calor del fuego si cuentas con chimenea, velas que creen atmósferas íntimas y acogedoras, alfombras mullidas que abriguen nuestros pies desnudos... Si eres fan de la estación más fría del año, estos salones de invierno te encantarán.
Salón con sofás de Home Spirit. Cojines de La Maison, Teixidors y Margarita Ventura. Proyecto de la interiorista Isabelle Mouries.
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Un salón alpino para hibernar
Las montañas nevadas de los Pirineos Orientales son el telón de fondo de esta cabaña revestida de madera con espíritu de refugio de montaña. Y es que pocas estampas son tan invernales como la que se regala este salón. Un entorno natural como este pedía un salón extra cálido, donde arroparse al calor del fuego mientras en el exterior el paisaje se tiñe de blanco. Madera y más madera, pero también textiles furry, una iluminación cálida y muchas velas.
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Salón con sofás y mueble del salón, diseño de Molins Design. La mesa de centro y los textiles, de Coton et Bois.
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Al calor de la madera y de los textiles
La madera nunca falla para subir la temperatura del salón, sobre todo si se combina con textiles abrigados y colores cálidos. Y esto es lo que ha hecho la decoradora Asun Antó, que se alió con las telas para hacer más acogedor y cosily este salón. Doble cortinaje, cojines en tonos mostaza, caldera y un tono topo para las paredes arropan este salón y le dan calor de hogar.
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Salón proyecto del decorador Pablo González con sofás, de IKEA. Lámpara, de Fronda.
Un salón invernal con un equilibrado mix de estilos
Este salón se ha decorado pensando en los fríos invierno de Segovia. Una gran chimenea como protagonista del espacio, un papel a cuadros que nos recuerda a los tartanes tan invernales, madera y textiles de texturas abrigadas, como el terciopelo o las pieles.
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10 trucos para sumar calidez a tu casa en invierno
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10 trucos para sumar calidez a tu casa en invierno
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Salón con consola de hierro, diseño de la decoradora. Sofás de Gómez del Pulgar, mesa auxiliar de La Maison.
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El gris también es para el invierno
El gris es un color neutro que tiene mala fama de frío, pero matizado con un toque de amarillo puede resultar cálido y elegante. En este salón, decorado por Elena Eyre, se ha usado para romper con la base en beige, y darle más estilo y carácter. Lo vemos en la trasera de la boiserie, en los sofás y en la butaca. Los toques de naranja y caldera ayuda, también, a darle ese look acogedor que tanto apetece en un salón de invierno.
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Salón con sofás y mesa de centro de Estudio Milans del Bosch.
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Un salón invernal de sabor nórdico
Del estilo escandi hemos aprendido que el blanco puede ser un color muy cálido e invernal, como demuestra este salón de montaña. El blanco tiñe paredes y techos, llenando de luz este espacio sin restarle "calor". Los toques puntuales de madera, como la mesa de centro o las mesitas auxiliares, refuerzan su calidez.
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Salón con butaca de Athezza, puff de Peausserie Sabatier y chimenea diseñada por Carmen Caubet, responsable de la reforma.
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Revestido de madera y con textiles furry
La madera es la gran protagonista de este salón de invierno: en carpinterías, pavimento, techo y revistiendo la escultórica chimenea que preside el salón. Esta base cálida se ha abrigado, además, con textiles furry, muy en sintonía con look de montaña de esta casa, que suben la temperatura visual del ambiente.
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Salón con sofá, mesa de centro y mesa auxiliar, de Coton et Bois. Lámpara de sobremesa, de Cottage Little House. Butaca, de El Corte Inglés. Alfombra, de Gra BCN.
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Un salón invernal con textiles muy abrigados
Manta, sofá y chimenea. ¿Qué más se puede pedir para una tarde de frío? Este salón de invierno demuestra que, con una acertada elección de los textiles, puedes montarte tu estar para esta estación sin problemas. Mantas de lana o franela, texturas abrigadas, motivos y colores cosy...
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Salón con sofás de Atemporal, mesa de centro y auxiliar de Brucs y papel pintado de yute de Arte.
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Más cosily con un papel pintado con efecto natural
Este salón de montaña tenía, de base, lo necesario para resultar cálido y acogedor durante los meses de invierno. Pero la decoradora Marta Tobella le dio un plus con este original papel pintado que reviste la pared del salón y que tiene un acabado de yute, creando un efecto de pared entelada.
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Salón con sofás, de Miki Beumala. Mesa de centro, en Toco. Lámpara de sobremesa, en Hada. Cortinas, en Margarita Ventura.
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Un salón muy acogedor gracias al color
El color es un gran aliado para sumar calidez o frescor a un espacio. Y así lo demuestra este salón, que invita al recogimiento gracias a la elección de un atrevido gris que baña la gran librería.
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Salón con sofá de Maisons du Monde y mesa de centro, en Better & Best.
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Un salón de invierno con vistas al mar
El mar no es cosa, solo, del verano. Y este salón, decorado por Natalia Zubizarreta, busca reafirmarse en esta creencia. Esta es una casa de Asturias que se disfruta durante todo el año, por eso la decoradora apostó por una base neutra y muy natural, que fuera ligerita en verano pero también acogedora durante las tardes de invierno viendo el mar. Y reservó a los textiles el poder de abrigar o refrescar el espacio.
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Salón con butaca y reposapiés, de Crearte, con tela de Les Créations de La Maison. Lámpara de pie Grossman Grashoppa de Gubi. Alfombra, de Francisco Cumellas. Cojines, de Laura Ashley y Gancedo. Cuadro, de Inventory.
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Estampados invernales con mucho encanto
Los cuadros y los estampados tipo tartán son un recurso infalible para sumar calidez a un salón en invierno. En este pequeño rincón de chimenea se ha optado por una butaca tapizada a cuadros, que se ha completado con una manta de mohair extra cálida.
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Salón con butacas de Crearte con tela de Andrew Martin, en Carmen Caubet.
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Con dos zonas de estar y una gran chimenea a modo de separación
La gran protagonista de este salón de invierno, con permiso de la madera, es sin duda la gran chimenea metálica que organiza el espacio en dos zonas de estar, ambas al calor del fuego.
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Salón con sofás y alfombra, de IKEA. Mesa de centro de madera y cuerda de Coton et Bois.
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Un salón muy acogedor decorado en tonos neutros
Abrigado en invierno y fresquito en verano. Así es este salón, cuyo gran acierto es su base neutra, dominada por el blanco roto de las vigas de madera, el gris de los sofás y este suave topo de las paredes. Las cortinas de lino arropan este espacio y las fibras vegetales lo hacen más cosy.
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Salón con librerías y mesa de centro, diseño de la decoradora. Puf Farlov, de IKEA. Espejo, de Maisons du Monde. Alfombra, de Nacho de la Vega.
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De madera y cuero, un salón extra cálido
Este salón, proyectado por Aurora Monasterio, demuestra que un salón de invierno puede ser muy cálido y acogedor siendo 100% urbano. Los sofás de cuero junto con la librería de madera y la gran alfombra que recoge el estar ayudan a subir la temperatura del espacio.
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Salón con sofá, de Frajumar. Mesa de centro, de Dröm Living. Mesa tronco y mesa del comedor, diseños de Luderna, realizadas por Era Carrola. Puf, en Matèria. Alfombra, de Benutta. Sullas, de Vittyd. Lámparas de techo, en Lámpara y Luz.
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Un salón de casa de montaña con vocación de refugio
Que levante la mano quien no querría estar en este salón, con las impresionantes vistas de las montañas nevadas. Pero no solo el exterior invita al recogimiento. La madera que reviste techos y paredes, la paleta de colores y las texturas cálidas acaban de configurar un salón extra acogedor.
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Salón con sofás, de Atemporal. Mesa de centro, de Coton et Bois. Alfombra, de La Garriga Verda. Mesa auxiliar, de Cado. Cortinas, de IKEA.
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¡El blanco también es para el invierno!
El blanco es un color muy versátil, puede ser fresco cuando vira a azul, o muy acogedor y envolvente cuando está matizado con amarillo, como se ve en este salón de invierno decorado por Asun Antó. Las texturas, como el lino rústico de los sofás y cojines y la lana de la alfombra, así como los contribuyen a sumar calidez al espacio.
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Salón con butaca, tapizada con tela de La Maison, en PortobelloStreet. Puf, en Miv Interiors. Espejo, en Maisons du Monde. Chimenea Flat, de Edilkamin.
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Un salón de invierno de madera
La madera es la gran protagonista de este salón, vistiendo desde el techo hasta el suelo y la pared de la chimenea. Su acabado natural, que deja ver la textura, nudos y vetas de la madera, suma un extra de calidez a este salón de montaña al que el invierno le sienta de maravilla.
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Salón con sofás, de La Maison. Mesa de centro y puff, de Sacum. Lámpara de pie, de IKEA.
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De montaña y con sabor urbano
Las vigas, la chimenea, la madera y las texturas abrigadas nos recuerdan que estamos en una casa de montaña, pero el personalísimo papel que reviste la pared de la chimenea y la elección de un mobiliario actual equilibran el carácter rústico de este salón de invierno.
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Salón con sofá a medida, de Miki Beumala. Mesas de centro, en Taller de las Indias. Butacas, en Zara Home. Alfombra, de Hamid. Espejo, de Antrazita.
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Un salón de campo abrigado por la piedra y la madera
En este salón la elección de un blanco roto para las paredes y las vigas de madera ilumina el espacio, lo aligera del peso visual de las paredes de piedra y, a la vez, suma calidez.
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Salón con sofás, mesa de centro y banqueta, en Cado. Alfombra, de Calma House.
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Un salón rústico arropado por las texturas
Piedra, madera, tapicerías gustosas, textiles furry, mantas de lana, cojines de franela... Todo en este salón proyectado por la decoradora Jeanette Trensig está pensando para sumar calidez y crear a una atmósfera que invite al recogimiento.
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Salón con banco de hierro bajo la ventana, sofá, butaca, puff y cestos, de Cado. Mesas de centro, de Mercader de Venecia. Alfombra, de Papiol. Sillas, de Pomax.
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Un salón rústico con mucha madera y vistas
La decoradora Jeanette Trensig no lo dudó: la madera de techos y suelos se quedaba tal y como estaba, haciendo más acogedores y envolventes los espacios. Y, para sumarle un plus de calidez, apostó por un verde oliva para las paredes, que combina muy bien con la madera de esta tonalidad oscura.
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Salón con sofá realizado a medida, de Gems. Butaca, de Taller de las Indias. Mesas de centro, de Coco-Mat. Alfombra, de Cotlin. Chimenea Atlanta, de Espai Alsesa.
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Juegos de color que suman calidez
La chimenea es la clave de este salón de invierno, decorado por Bárbara Sindreu. Al pintarse en este gris oscuro se convierte en protagonista de un espacio proyectado con una base neutra. Los cojines de terciopelo, las mesas de centro de madera y las butacas de cuerda contribuyen a subir la temperatura del salón.
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Un salón con madera, elementos de pelo y color.
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Un salón que inspira calidez
Las texturas, los materiales, las tonalidades y, por supuesto, el toque de la chimenea hacen que este grandioso salón sea una fuente de inspiración para cualquier estancia que quiera convertirse en un espacio que combate al frío de golpe. Nos encanta la combinación del tono blanco nieve de la alfombra de pelo con la mesa efecto tronco de árbol y los sillones en un verde azulado que brinda armonía a todo el espacio. Nos hace sentir como si estuviéramos en un bosque nevado pero al calor de la chimenea.
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Un salón neutro con cojines de color.
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Un salón con toques de color
A pesar de que la paleta cromática de los salones de otoño e invierno suele ser más neutra que la de los meses de calor, nunca está de más añadir un toque de color para dar vida al espacio. ¡Mira este salón! La solución para añadir esa frescura de forma discreta y nada extravagante, ha sido intercalar los cojines neutros con otros de un color azulado ideal. Además, las plantas de interior también acompañan a este efecto de salón despierto.