12 salones decorados en blanco y gris: actuales, elegantes y acogedores

Este salón tiene un punto de atrevido, ¡pero qué estiloso! Y no es casual ya que es el salón de la casa de la decoradora Paula Duarte. De hecho, la decoradora eligió este gris cálido porque vuelve acogedor el estar y ‘baja’ el tono rojizo del suelo. Era muy importante saber qué poner en estas paredes grises. Los dos sofás blancos dan contraste, y los cojines de lino en tonos cálidos animan el estar. 

Atreverse con un gris verdoso para el mobiliario, las paredes y las carpintería puede parecer, a priori, una decisión arriesgada. Pero el resultado, en este salón, proyectado por la interiorista Bárbara Serra, ¡es espectacular! No solo el salón se ve elegante y más vestido, sino que suma calidez y luz al espacio. 

La decoradora Asun Antó se alió con el blanco para llevar el máximo de luz a este bajo. Por eso paredes, techos y el gran mueble librería son de este luminoso y acogedor blanco. Y escogió unos estilosos sofás de en un suave gris piedra, que los actualiza y les da un carácter más atemporal. 

Este salón demuestra que el gris no solo es un gran aliado para crear contraste, sino que funciona y muy bien como color de base del proyecto decorativo. La interiorista Marta Noguera Trias, de Antinea Interiorismo, escogió para las paredes este gris elegante, camaleónico según la incidencia de la luz, y a su vez luminoso. Para los sofás de terciopelo siguió con el mismo color, pero en un tono más intenso, lo que permite crear contraste. Y reservó el blanco para el techo, que ayuda a multiplicar la luz. 

En decoraciones contemporáneas, el gris se ha convertido en el nuevo blanco. Sobre todo en sus matices más pálidos. En este salón, el equipo de I loft you aprovechó la gran luminosidad del espacio para teñir paredes y el mueble del estar de un cálido gris piedra, que tiene la particularidad de volverse casi blanco cuando le da el sol directo, y de oscurecerse y volverse más acogedor y envolvente de noche. Para los sofás se ha optado también por un gris, pero un poco más subido de tono, lo que permite crear un sutil contraste. 

Blanco parece, pero gris es. Y es que en este salón, proyectado por el arquitecto Alfonso de Argila de Chopitea y la interiorista de Renova Mercedes Pérez, se han invertido las tornas y el gris se ha usado como base de toda la decoración. Lo vemos en muebles, tapicerías, paredes y techo e incluso la alfombra. El resultado es un salón muy sereno, envolvente y coordinado. Los cuadros, de base blanca, los cojines decorativos y las flores destacan y hacen más luminoso, aún si cabe, este delicado gris.  

El gran acierto de este salón, decorado por Begoña Susaeta, ha sido el juego de textiles, que visten y dan personalidad a un salón pequeñito en blanco. Así, la decoradora ha apostado por decorar con el gris, en muebles tapizados y cortinas, y puntuales toques de rojo, creando un salón moderno a pesar de su arquitectura clásica. 

Este salón es pequeño, por eso la decoradora Paula Duarte apostó por una base en blanco, que llena de claridad el espacio ampliándolo. Y jugó con el gris, en un matiz suave, como nota actual y de contraste. Lo vemos en el sofá, en la gran alfombra que enmarca el estar y en el marco de uno de los espejos. 

Este salón, proyectado por Luderna Design, no es el típico salón de casa de montaña. Llama la atención es gris azulado que colorea la pared del salón y que se ha llevado al gran sofá rinconero. Este color contrasta con el blanco de techo y el resto de paredes, creando un espacio luminoso y muy personal. 

Este salón, donde lo ves, es pequeñito, pero la decoradora Pia Capdevila lo abrió a la cocina, lo que le dio más amplitud, y lo optimizó al máximo con muebles a medida y soluciones ingeniosas. Y, para vestirlo, apostó por una base blanca, en paredes y muebles, a la que le dio "color" y estilo con toques de este gris piedra cálido, como el gran sofá rinconero, los cojines del banco e, incluso, el cuadro. 

No nos cansaremos de decirlo: una base blanca o neutra es una apuesta segura, porque te da mucha libertad para jugar con los muebles tapizados y los complementos para darle color. Y esto es lo que se ha hecho en este salón, donde el blanco baña los diferentes ambientes, y el toque de color, en este caso el gris de los sofás o de la alacena de la cocina, el que da carácter al espacio. 

Este salón de aire nórdico se ha proyectado por el Estudio Milans del Bosch con un dúo cromático que funciona a las mil maravillas: el blanco, que tiñe paredes y techo, revestidos de madera, y el gris, que guía la decoración, el sofá, la cómoda –que se ha actualizado con pintura– y los espejos con cuarterones.