Durante años, si pensábamos en cómo pintar una cocina pequeña, la respuesta era casi automática: blanco o, como mucho, blanco y madera. Colores claros, luminosos y neutros para ganar metros visuales en la cocina. Y aunque esa fórmula sigue funcionando, los interioristas están demostrando que hay vida (y mucho estilo) más allá del blanco total.

De hecho, cada vez más cocinas pequeñas apuestan por el color. Eso sí, no cualquier color ni de cualquier manera. La clave está en saber usarlo, dosificarlo y combinarlo bien para que no reste luz ni haga más pequeño el espacio. Colores suaves, envolventes, equilibrados o con un punto vibrante: todo depende del efecto que busques. Pero lo que está claro es que hoy las cocinas admiten más variedad cromática que nunca. Y sí, pueden ser pequeñas… y tener mucho estilo.

nuestras expertas, a favor del color

  • Paula Duarte, interiorista: "Si eliges bien el color, puedes crear una cocina con muchísima personalidad". 
  • Paula Duarte, interiorista: "Si una cocina blanca no se combina con madera, fibras vegetales o algún elemento cálido, puede parecer un laboratorio, sobre todo con suelos grises y azulejos hasta el techo
  • Clara Masllorens, interiorista: "Mi opinión es que hay que atreverse. Utilizar color en las cocinas es esencial, ya que aporta personalidad y carácter al espacio. Si bien una cocina blanca siempre es una elección "segura", puede resultar un poco monótona."
  • Clara Masllorens, interiorista:  "Suelo recomendar colores que no sean "tendencia", ya que esto puede llevarnos a cansarnos de ellos con rapidez.
  • Natalia Zubizarreta, interiorista: "A pesar de que hay sistemas de antihuellas, las cocinas negras suelen ser bastante sucias. Las manchas de grasa o de huellas digitales le quitan vida y pulcritud a la cocina

5 VENTAJAS DE LAS COCINAS DE COLORES

  1. Suma personalidad: Los colores transmiten emociones. Una cocina con tonos vibrantes o combinaciones atrevidas puede hacer que el espacio se sienta más acogedor, vital y único, reflejando tu estilo personal.
  2. Adiós a lo típico: Salirse del clásico blanco o gris permite crear un ambiente original y menos predecible. Es ideal si buscas una cocina con carácter, diferente a lo que se suele ver en todas partes.
  3. Zonificar el espacio: En cocinas abiertas o grandes, los colores pueden marcar diferentes áreas: una isla en color distinto, muebles altos en otro tono, etc. Esto aporta dinamismo y organización visual.
  4. Disimula el desgaste, las manchas o las rayadas: A diferencia de los colores claros, que muestran con facilidad manchas o huellas, los tonos más intensos o combinados pueden ocultar mejor el desgaste y la suciedad del día a día.
  5. Jugar con tendencias: Si eliges bien la paleta (por ejemplo, un verde oliva, un terracota suave o un azul marino), puedes incorporar tendencias sin que la cocina pierda elegancia o se pase de moda demasiado rápido.

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