Ideas para amueblar y decorar un salón vacío desde cero (incluye vídeo)

Aprovecha tu salón vacío para analizar el espacio. Te vendrá bien apuntar en un papel todas tus necesidades y dibujar distintas posibilidades de distribución hasta dar con la que más te convenza. Te será más fácil si eliges un punto de referencia (una chimenea, una librería, una ventana...). A partir de él, comienza a disponer los muebles. La interiorista Asun Antó ha elegido esta boiserie como centro focal. En torno a ella ha colocado un par de sofás enfrentados y en el centro, una gran mesa de madera.

¿Uno o dos? ¿En forma de L o enfrentados? ¿Tapizado o de piel? ¿Neutros o de color? Todas estas preguntas deberás hacértelas y contestarlas con sinceridad. Y una vez tengas las respuestas, entonces sí, ve a por él. La interiorista Ángeles Téllez ha elegido para este salón dos sofás blancos en forma de L que ha colocado delante de los balcones para tener profundidad visual. Les acompañan una mesa compacta blanca y un puf gris. Los sofás en colores neutros resisten mejor el paso del tiempo. 

Si eliges una mesa de centro rectangular lograrás una sensación de orden; si optas por varias redondas, tipo nido, darás movimiento al espacio y te permitirá extenderlas o no a lo largo del sofá, según las necesites. El único requisito es que entre ellas exista un nexo de unión, bien por el estilo, material o color. Para decorar este salón, Natalia Zubizarreta ha elegido una única mesa de estructura metálica y sobre de bandejas ¡que nos encanta! Fíjate en su decoración, en ella no pueden faltar libros, velas y jarrones con flores.

Amueblar un salón no consiste en llenar todo el espacio libre, sino poner las piezas básicas y aquellas extras que sumen. Un mueble vintage, ya sea un aparador, una vitrina o una cómoda, es todo un acierto. ¿Su secreto a la hora de ubicarlo? Arrimarlo  bien a la pared para que no ocupe demasiado espacio ni interfiera en la circulación de la luz. En este salón, la interiorista Asun Antó se ha decantado por una cómoda con cajones, ideal para almacenamiento. En madera en bruto, sin tratar, es todo un plus decorativo.

Y qué mejor que cerrar la zona de estar con un par de pufs multifuncionales. Puedes utilizarlos como asientos extra o como mesas auxiliares. Elígelos de fibra, si quieres dar un efecto fresco y desenfadado a tu salón o de terciopelo, pelo o lana si lo que buscas es calidez. En Ramisa Projects & Fun han elegido para este salón un par de piezas de terciopelo en tonos turquesa que sofistican el ambiente. ¿Prefieres butacas? ¡Adelante!

Tu salón no estará del todo completo si no incluyes en él alfombras. Estas, además de proteger el suelo, delimitan zonas, hacen la pisada más agradable y el espacio mucho más acogedor. Puedes pegarla al sofá o, como aquí, dejar un palmo libre de unos 5 cm entre él y la alfombra. Eso sí, la mesa bien centrada. En este salón se ha elegido un modelo tipo kilim en rosa empolvado que da dinamismo al ambiente sin saturarlo.

Si todavía tienes colocada la alfombra de fibra natural del verano, ¡perfecto! porque también se llevan en invierno. Sola o bien con otra estampada sobre ella ¡verás qué bien queda! Aquí la interiorista Gloria Borrás la ha dejado lucir en solitario bien pegada al sofá para evitar que el suelo se ensucie. Lo ideal es que la longitud de la alfombra sea del mismo tamaño o inferior a la del sofá, nunca superior. Aquí Gloria ha contado la mesa auxiliar como una prolongación del sofá, por eso, la alfombra llega hasta ella. Dos pufs hacen de mesas de centro.

Un sofá sin cojines es como un jardín sin flores: anodino. La clave para vestirlo está en mezclar diferentes tamaños, formas, tonos y materiales. Si quieres un look fresco opta por verdes y azules y si buscas uno más clásico y atemporal, decántate por los tonos tierra, como ha hecho aquí la interiorista Marta Tobella. La única regla al combinar colores es que sean de la misma gama cromática. Coloca los cojines más grandes en los extremos y deja los más pequeños en primera fila. ¡Tu sofá te quedará de lujo!

Los habrás visto cientos de veces en los salones de El Mueble. Los plaids visten y no sabes cómo. Livianos en verano o más calentitos en invierno, son una gozada taparse con ellos mientras vemos la tele, leemos o charlamos. Colócalos de forma desenfadada sobre el brazo del sofá, las butacas o los pufs. Procura que engamen con los cojines, como estos plaids de punto y mohair elegidos por Estudio Boira.

Hoy por hoy no se concibe un salón sin el toque eco de una planta o un buqué colorista. En este de la imagen, la interiorista Paula Rombys ha optado por colocar un ejemplar XL en un rincón luminoso donde no estorbe. Y ha añadido una maceta más pequeña en el alféizar de la ventana y un ramillete de flores sobre la mesa de centro. Todo, en ese intento de integrar el exterior dentro de casa.

Tu salón va tomando forma pero ¡ojo! Todavía quedan algunos detalles. Por ejemplo, ¿no notas las paredes algo vacías? Coloca un cuadro o dos y verás cómo cambia tu perspectiva. Fíjalo en la pared del sofá, si quieres conseguir un look más ordenado o apóyalo sobre el respaldo, para una apariencia más informal. Abstracto o botánico, como este, ¡quedará fenomenal en tu zona de estar! Procura hacer un guiño con los colores, introduce algunos de ellos en los cojines del sofá. 

Nos lo dicen por activa y pasiva las interioristas: no le damos la suficiente importancia a las cortinas. ¡Y tienen razón! Que no sea tu caso. Completa la decoración de tu salón con unas caídas en tonos neutro que tamicen la luz lo justo y te den privacidad. Estas en beis las ha elegido Meritxell Ribé, de The Room Studio. Añaden calidez al ambiente y lo acaban de vestir. 

Y ya si quieres subir nota en la decoración de tu salón, prueba a colgar unos estores en las ventanas, además de las cortinas que ya tienes. Elígelos de lino o algodón en tonos neutros. ¿Una combinación que funciona? Estores blancos y cortinas beis, como los de este salón firmado por Sol Van Dorssen. Y ahora sí, ¡a disfrutar del tuyo totalmente amueblado y decorado!