El dormitorio es nuestro templo de descanso. Y no solo eso. Es también ese espacio íntimo en el que nos relajamos y desconectamos del día a día. Por eso, es importante no solo cuidar su estilo, sino también su comodidad. Por eso, te recomendamos que revises si cuenta con estos cinco elementos con los que conseguirás subir su nivel y con los otros cinco que no hacen más que afear la decoración y dificultar tu descanso. ¡Vamos allá!

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1.

Sí a un cabecero que te acoja

Colchas Hipercor

Cabecero realizado a medida por Pétit Côté Decó en madera de roble y lino blanco. Cómoda a modo de mesilla, de Blanc d'Ivoire. Lámpara, de Q&Q.

El Mueble

Es el primer básico para conseguir un dormitorio acogedor. Un cabecero no solo resaltará la presencia de la cama en la habitación, sino que también es un elemento que puede ayudarte a subir la temperatura. Nuestra recomendación es que lo elijas bien tapizado o bien de madera. El de este dormitorio cuenta con la calidez de la madera en el marco y la comodidad que aporta la superficie tapizada. 

2.

Sí a una ropa de cama gustosa

dormitorio con molduras en cabecero 00560042

Pared del cabecero a medida con molduras Orac Decos y pintura de Valentine. Apliques, mod. Capuchina, de faro Barcelona. Lámpara de pie, de IKEA. Estores y librería, de Coton et Bois.

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No se trata de que tu dormitorio tenga un estilo y elegancia determinada, también es muy importante que los complementos y textiles potencien el descanso. Por eso, siempre que sea posible, decántate por tejidos naturales como el lino o el algodón, que traspiran mejor que los tejidos sintéticos. Otra de sus ventajas es que son frescos en verano y abrigan en invierno. 

3.

Ideas para decorar el dormitorio

Ideas para decorar el dormitorio

Descubre las mejores claves para decorar el dormitorio con estilo.

4.

Sí de decorar la pared del cabecero

Villa La Luisa

Cabecero diseño de Pedro Peña con papel y cenefa de madera. Ropa de cama verde y plaids de lino, de El Corte Inglés.

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Ya sea con unos cuadros, unos apliques, un cabecero llamativo o un espejo. No dejes la pared del cabecero vacía. Aprovecha esta superficie para poner tu toque personal y potenciar ese punto focal que crea la propia cama. Ahora, evita colocar cuadros (o un espejo) demasiado pequeños que creen una sensación de vacío y espacio mal decorado. Un consejo: antes de hacer agujeros en la pared, comprueba, con la ayuda de alguien, cómo quedará lo que vas a colgar. Bien puedes presentarlo en la pared o poner cinta de carrocero en el espacio que van a ocupar. 

5.

Sí a unas cortinas que aporten intimidad

Dormitorio cálido empapelado en gris, con cabecero tapizado a juego

Cabecero y cortinas, en Tapicería Toral. Lámpara, del estudio De Natalia Zubizarreta.

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Uno de los factores que necesita todo dormitorio es un poco de intimidad. Tanto si tienes unos vecinos indiscretos como si no, estarás más cómoda si colocas unas cortinas que eviten las miradas ajenas. Y opciones tienes muchas. Puedes colocar tan solo unos visillos que dejen pasar la luz, pero den privacidad; o combinarlos con unas cortinas opacas que, además, impidan el paso de la luz por las mañanas. ¿Más opciones para elegir las cortinas para el dormitorio? Unos estores, combinar estos con unas cortinas, un modelo opaco... Todo dependerá de tu estilo y preferencias. 

6.

Sí a una alfombra que amortigüe la pisada

dormitorio 00564434

Cabecero de DM lacado diseño de la decoradora. Papel vinílico, de Caselio. Mesillas, de Crisal.

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La calidez es un básico que necesita cualquier dormitorio. No solo visual, también tienes que sentirla. A esto se suma lo desagradable que puede ser levantarse por la noche y pisar descalzos el frío suelo. ¿Solución? Colocar una gran alfombra que albergue ambos lados de la cama, como en esta propuesta. Otra opción es poner un par de alfombras alargadas a cada lado de la cama, por ejemplo.  Hay muchas opciones para elegir la alfombra del dormitorio

7.

No a meter cosas debajo de la cama

Cama con cajones.

Cama con cajones.

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Bolsas o cajas debajo de la cama pueden provocar sensación de desorden, incluso aunque no se vea. ¡Lo sabes! Y es que si te falta almacenaje y quieres aprovechar ese hueco muerto tienes varias opciones. La mejor es cambiar el somier de toda la vida por un canapé. Tienen un montón de almacenaje y son muy discretos. Otra opción son las estructuras de cama con cajones, donde podrás guardar todo tipo de objetos con un resultado equilibrado y sin ruido visual.  

8.

No a una zona de trabajo en el dormitorio

dormitorio con cabecero de obra y rincon de trabajo 00571139

Cabecero, diseño de Adriana Farré. Papel pintado, de Corrdonné. Cuadro, de Carmen Figueras, en Coton et Bois. Escritorio, en Vintage Industrial. Silla, de Kave Home. Estor, de Margarita Ventura.

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En la medida de lo posible, no trabajes en el dormitorio. Este espacio de la casa está destinado para descansar y el trabajo nos provoca estrés que será difícil de evitar cuanto te vayas a la cama. Además, nada queda más feo que un escritorio lleno de papeles u objetos que provoquen desorden. Esto no significa que no puedas tener un escritorio en el dormitorio, pero para usarlo en momentos puntuales. 

9.

No a una tele en el dormitorio

Escondida dentro de un mueble

Dormitorio principal con escritorio, de Taller de Las Indias. Silla y lámpara de flexo, de Triggo. Armario con televisión escondida, diseño de Sol Van Dorssen.

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¿Sabías que tener una televisión en el dormitorio no solo afecta a tu descanso, sino que también influye en tu vida sexual? Según un estudio de la psicóloga y sexóloga Serenella Salomoni, las personas que tienen una tele en la habitación ven disminuida su vida sexual al menos un 50%. Y este dato se incrementa en mayores de 50 años. Una solución es esconderla dentro de un armario y no convertir en costumbre verla todas las noches antes de dormir. 

10.

No a un exceso de ropa en la silla

dormitorio con escritorio debajo de la ventana 00565180

Cabecero con armarios y escritorio, realizados a medida diseño de Mar Marcos y Olga Gil-Vernet.

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El desorden es el peor enemigo de un dormitorio con estilo. No se trata solo de tener suficientes armarios para guardarlo todo, sino de aplicar ciertas rutinas que eviten que, día a día, vaya creciendo esa montaña de ropa sobre la silla o la butaca. Acostúmbrate a guardar la ropa o echarla al cubo de la ropa sucia según te la quites. Así no solo mantendrás el orden en la habitación, sino que evitarás que se arrugue de más. 

11.

No a los aparatos de ejercicio en el dormitorio

cajon con aparatos de ejercicio 00525466
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Tanto aparatos de ejercicio como otros equipamientos tales como pesas, cuerdas de saltar o las raquetas de pádel en el dormitorio, solo serán un recordatorio diario de que ese día nos has hecho ejercicio que deberías. Y ya no hablamos de la posibilidad de convertir la máquina de correr en un improvisado perchero. Busca una habitación vacía donde puedas colocarlos y guardarlos. Además, este tipo de equipamientos acumulan bacterias y gérmenes si no se limpian con cierta frecuencia. ¡Mejor, fuera!