13 ejemplos geniales de cerramientos de cocina que querrás copiar (con vídeo de uno de ellos)

En esta cocina decorada por Natalia Zubizarreta con un estilo tradicional triunfan los colores claros y luminosos. Para cerrarla se ha instalado una puerta corredera de grandes dimensiones construida en hierro negro y cristal. Es el complemento perfecto para crear un contraste interesante con el color y los materiales. Las lámparas de techo subrayan el toque industrial que pone el cerramiento.

En este vídeo puedes cómo este cerramiento blanco con puertas correderas acristaladas ha sido una gran solución para un piso pequeño. A continuación, más fotos con cerramientos de la revista El Mueble:

Para separar la cocina del comedor se instaló una pared de hierro y vidrio en la que se abre una puerta doble abatible. Aunque ambos espacios disfrutan de mucha luz natural, el cerramiento de cristal permite que esta fluya libremente. El negro de la perfilería marca la diferencia y dota de estilo a esta cocina actual.

El cerramiento de cristal que separa esta cocina del salón contiguo es una gran corredera de varias hojas y perfiles blancos. Divide los dos ambientes de forma certera, evitando los ruidos y olores que se producen al cocinar pero sin perder el contacto visual. Y, cuando se quiere comunicar ambos espacios, solo hay que abrir las puertas. En el espacio correspondiente a la cocina, una isla central, con barra de desayunos y taburetes altos, hace de espacio de transición.

No todos los cerramientos de cocina son de hierro. Las puertas correderas de madera que se integran en el tabique ofrecen una opción muy interesante. Si las abres del todo, pasan inadvertidas. Los espacios se suceden, de la cocina al comedor y de este al salón, y aumenta la sensación de continuidad y amplitud. Y cuando lo necesitas, solo tienes que cerrarlas para separar los dos espacios.

Aunque se trata de una cocina totalmente abierta al salón, en uno de los laterales hay un panel acristalado fijo, sin puerta. Los perfiles en negro, junto con las ventanas y las lámparas y apliques, contrastan con el blanco de los muebles y de las paredes. Para añadir calidez, el suelo es de tarima y la isla central lleva encimera de madera.

En esta cocina, el cerramiento de cristal blanco solo ocupa la parte superior. Debajo se dispuso una barra de madera para comidas rápidas y desayunos. La abertura por la que se comunican ambos espacios puede servir como pasaplatos, por ejemplo. Esta solución es perfecta para mantener la cocina independiente sin restar luminosidad.

Un tabique a media altura y un hueco de ventana de grandes dimensiones son los elementos que configuran este cerramiento especial. De esta forma, cocina y comedor quedan integrados visualmente. Para enmarcar el hueco se eligió un marco de madera de un tono claro, similar al del suelo y los muebles.

Las cocinas pequeñas que no cuentan con muchos metros cuadrados se benefician de los cerramientos que las mantienen conectadas con el resto de espacios, pero sin perder la independencia. Como esta caja de cristal con puerta corredera. El color blanco de los muebles y del cerramiento consigue mayor ligereza visual.

Como si de la propia pared se tratase, el cerramiento de cristal y hierro negro de esta cocina decorada por Cris Afán de Ribera y Loreto Balbuena es fijo y cuenta con una puerta abatible. La clave está en la forma en que deja circular la luz natural. Además, mantiene el contacto visual entre el comedor y la cocina. Los muebles de cocina son blancos y de estilo minimalista.

Este acristalamiento de color blanco separa la cocina del pasillo en toda su longitud. Fue diseñado por la decoradora Asun Antó con el objetivo de dotar de más luz al pasillo, un espacio que era estrecho y oscuro.

Si tienes un paso estrecho para comunicar la cocina y el salón, puedes instalar una puerta corredera de hierro negro tan sencilla y decorativa como la de la imagen. Destacan los perfiles extremadamente finos y elegantes.  

¿Tu cocina es pequeña y oscura? Plantéate sustituir las paredes por un cerramiento acristalado que abarque todo el perímetro. Puedes dejar un muro a media altura y continuar con cristal hasta el techo. Así la cocina disfrutará de más luminosidad y parecerá más espaciosa.