3 porches cerrados con salón, comedor y muchas ideas (con vídeo)

Este porche reformado por Natalia Zubizarreta ha sumado en estilo y funcionalidad gracias a una nueva decoración y un cerramiento que separa la estancia. Es cálido, confortable y de aspecto renovado. ¡Nos encanta! 

El cerramiento acristalado ha convertido una terraza con poco uso en invierno en un salón-comedor para disfrutar todo el año. La artífice del cambio ha sido la interiorista Natalia Zubizarreta. "Mantuvimos el suelo de mármol porque es elegante y pintamos las paredes en un tono tostado, para que le diera un aire más acogedor y sofisticado. Con tanta luz nos podíamos permitir un color más intenso” explica. 

La cubierta del cerramiento está hecha con policarbonato, que aísla y deja pasar la luz pero no el calor. Es practicable e, igual que las puertas replegables del perímetro, se pueden abrir casi por completo en verano”, explica la interiorista. Los muebles son una prolongación del interior, con sofás de estilo clásico, alfombras o lámparas escultóricas.

El salón es más clásico y formal, con muebles tapizados y muchos cojines, y el comedor más actual y relajado, con mesa y banco de teca y butacas de fibras y metal. Y las plantas dan frescura. En los sofás, hay cojines de lino y terciopelo para sumar elegancia. 

"Para el comedor y nos apetecía un estilo más relajado y ecléctico con mesa y banco de teca y unas butacas de fibras y hierro muy actuales" explica la interiorista. Todo el perímetro del porche se ha vestido con grandes cortinas con ollaos sobre barras para moverse cómodamente. De lino, poliéster y algodón, no se arrugan y son fáciles de limpiar.

La interiorista Belén Ferrándiz cerró el porche de esta casa cántabra para poder disfrutar de él todo el año. “Apostamos por crear una espacio que siguiera con la misma línea decorativa de la casa, pero integrado al paisaje. Por eso elegí una carpintería de madera pintada en blanco y busqué que las zonas de cristal fueran lo más grandes posibles“, nos cuenta. También abrió tragaluces en la cubierta del porche.

"Pinté de blanco suelos y vigas para crear un ambiente sereno y muy acogedor y lo decoré con muebles de maderas naturales, fibras vegetales y lino, para darle más calidez”, añade la interiorista. “Tanto el salón como el comedor están enmarcados por una alfombra de fibras y comparten la misma lámpara de madera y hierro, que pone un toque industrial”, concluye. 

Los muebles de todo el espacio siguen la línea decorativa del resto de la casa: muebles de materiales naturales como madera y fibras y textiles de lino. Todo en blanco y tonos miel, tan cálidos como luminosos. Y el cerramiento buscó potenciar al máximo los paños de cristal, por eso no son ventanas, sino frentes fijos, así tienen menos particiones. 

“Como si el jardín entrara en casa”, así define Pilar de la Vega este invernadero que ganaron al cerrar el porche. Ella es propietaria de la tienda de muebles Me & You y se encargó personalmente de la reforma. “Es un espacio de 40 m2 que usamos mucho. Primero cerramos la parte donde tenemos plantas y luego seguimos ampliando para ganar una zona de estar”, explica.

“Cerramos el porche con perfiles de Climalit en negro. El techo es de cristal y tiene sendos toldos de loneta por la parte interior y exterior, para evitar el calor excesivo,” nos cuenta Pilar. Enredaderas, un ficus enorme y otras plantas integran todavía más este espacio con el espectacular jardín que lo rodea.