Las 10 cómodas preferidas de las decoradoras de El Mueble (y el secreto de dónde ponerlas)

Las piezas antiguas, como esta cómoda gustaviana, son una apuesta segura. Resultan prácticas y aportan un plus de estilo y mucha personalidad. Búscales un lugar en el que destaquen. De madera envejecida y con grandes cajones, en este salón decorado por Dafne Vijande aprovecha el espacio entre ventanales.

Robusta, cálida y muy capaz. Por sus medidas, esta cómoda tiene alma de aparador. Aprovecha el espacio bajo la ventana abierta entre salón y cocina. Baja y con anchos cajones, de 120 cm, es ideal para guardar mantelerías o documentos. Combina madera envejecida y piedra y es perfecta también como superficie de apoyo y para decorar en este proyecto de la arquitecta Mar Marcos y la decoradora Olga Gil-Vernet.

Una cómoda blanca es perfecta si quieres rebajar su presencia y ganar claridad. La de la imagen es de estilo gustaviano, muy delicada con su decapado y sus tiradores de latón. En realidad es una pieza restaurada por la propietaria de esta casa decorada por Carolina Sánchez-Vadillo. Lo ideal es colocar la cómoda apoyada en la pared o bajo la ventana, como aquí. Su altura no interfiere con los estores. Además, su tono se ha engamado con la butaca.

Este secreter de herencia demuestra que darle una segunda vida a un mueble antiguo es siempre un acierto. Junto a la mesa del comedor, mantiene el servicio de mesa a mano y va a juego con la mesa y las sillas del comedor. Sus pequeños cajones se cierran con llave cuando es necesario y su balda es perfecta para revisar papeles. El secreter se ha decorado con grabados antiguos con marcos de Ca&KI. Es un proyecto de la arquitecta Sylvia Preslar y la decoradora Gabriela Conde. 

Una cómoda restaurada es la protagonista en este recibidor decorado por Carolina Sánchez-Viadillo. La cómoda se ha decapado en blanco para integrarse en la decoración, que busca rebajar el peso de las vigas y el techo artesonado. Sus amplios cajones son perfectos para guardar los zapatos al entrar y su superficie tiene sitio para una lámpara de sobremesa, una colección de cerámicas y un ramo de calas. 

Los muebles de oficio cumplen a la perfección la función de mueble del recibidor. Sus múltiples cajones son ideales para guardar llaves, cartas y complementos. Y, a la vez, son piezas de madera cálidas y decorativas por sí solas, con cajones y con tiradores originales, como estos tipo concha. En este recibidor, la interiorista Asun Antó, de Coton et Bois, ha rebajado su presencia decorando la cómoda con un gran espejo con cuarterones y objetos de cristal. 

Esta cómoda llena de elegancia el recibidor. Afrancesada, en blanco, de líneas curvas y con tiradores de metal, atraerá todas las miradas. Sus cajones pequeños son perfectos como vacía bolsillos y la zona de armarios te ayuda a mantener a raya los complementos. La intensidad de las ramas de eucalipto dan color al recibidor decorado en blanco y beige, un dúo luminoso y cálido a la vez. 

Una cómoda de madera es la mejor elección para llenar de calidez tu dormitorio. Rebaja su presencia con espejos y usa sus cajones para tener a mano lo más pequeño, como la ropa interior o las camisetas y así completar al armario principal. Puedes convertir su sobre en una coqueta zona de tocador con unos espejos y un toque de verde. Si tienes suerte de tener una cómoda antigua, vale la pena que la dejes con su acabado original. 

Una cómoda con color se convertirá en la estrella de tu dormitorio. Esta combina azul y sobre de madera. Un color frío y elegante, muy adecuado en una zona de descanso. Usa su superficie como tocador con un espejo. Es el modelo Amelia de El Corte Inglés, de pino azul envejecido, mide 115 x 45 x 90 cm. 

Si el espacio de tu dormitorio lo permite, puedes sustituir la mesita de noche convencional por una cómoda. Ganarás capacidad para guardar, superficie de apoyo y mucho estilo. Para que sea práctica como mesilla, elige un modelo ligero de unos 65 x 35 x 65 cm. Puedes usar el mismo recurso a lado y lado de la cama o combinar mesillas distintas. En este dormitorio, la interiorista Isabel Flores ha decorado la cómoda con un espejo con cuarterones, que multiplica la luz y la sensación de espacio.