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1.

Un escritorio vintage muy práctico

Los burós como este de la foto son muebles muy útiles hoy en día para crear un rincón de trabajo en casa, ya que reúnen en una sola pieza zona de trabajo y almacenaje. Y si cuentan con una persiana pueden cerrarse y el contenido queda oculto, convirtiéndose en una pieza decorativa sin más. Una similar, en Merc&Cia. 

2.

De mostrador a mesa de trabajo

Sus grandes dimensiones convierten a este antiguo mostrador en una mesa de trabajo vintage de lo más cómoda. Además, cuenta con dos pequeñas alas plegables para ampliar, si cabe, la superficie de trabajo, y la balda inferior ofrece mucho espacio para guardar. Procede de Otranto. 

3.

Muebles vintage de estilo industrial

De madera y con estructura metálica, es una pieza de nueva creación que emula los aparadores y vitrinas que servían para mantener la vajilla al alance de la mano en los establecimientos de restauración. Este es de Brucs. 

4.

Antiguo mueble de imprenta

 Los muebles de imprenta como este chibalete se caracterizan por presentar cajones de poca altura ideados para guardar, originariamente, los tipos o letras. Hoy en día son piezas de gran valor estético, sobre todo si están en buen estado de conservación, y a la vez resultan muy prácticas reconvertidas en cajoneras. En este salón se le ha destinado un rincón especial, para que pueda lucir sin competencia alguna. 

5.

Un antiguo camisero

 Este antiguo mostrador pertenecía a una camisería y ahora se ha reconvertido en un práctico aparador que, además, decora por sí solo. Cuenta con una doble cara, siendo así aún más práctico: por un lado sirve para exponer la vajilla y, por el otro, para guardar la cubertería. Procede de Merc&Cia.  

6.

Un aparador que es una isla

 De un colmado a una cocina moderna. Y es que este antiguo aparador no solo da un toque retro y personalidad a esta cocina, sino que gracias a sus cajones de diferentes medidas resulta muy práctico en la zona de trabajo para tener los utensilios a mano. Procede de La Inmaculada Concepción. 

7.

Un archivador muy capaz

Estas piezas, presentes en las notarías y las oficinas, son de las más buscadas hoy en día, porque a su belleza atemporal y singularidad se suma su practicidad, porque sus cajones eran muy capaces al estar pensados para organizar carpetas y documentos cuando la era digital no era ni un sueño futurista. Procede, igual que la mesa y la silla, de El Drapaire del Passatge. 

8.

Un bargueño a modo de separador

 Con sus múltiples cajoncitos, este mueble de oficio es hoy en día un gran aliado para mantener en orden lo más pequeño. En esta cocina separa la zona de comedor de la de trabajo, sirve de mostrador y sus cajones permiten tener a mano desde el office el pequeño menaje de diario, como la cubertería o los caminos de mesa. 

9.

Una mesa tocinera

En cocinas rústicas o campestres, son una pieza muy apreciada, ya que da un toque tradicional y auténtico. Tradicionalmente se usaban para elaborar los embutidos y demás tras la matanza, de ahí su nombre. Suelen ser piezas muy robustas, grandes –una práctica común es cortarlas para adaptarlas a espacios más reducidos– y es habitual que cuenten con un par de cajones. 

10.

Un mostrador recuperado

No solo se ha convertido en la isla de la cocina, sino que se ha integrado en él el fregadero y ahora vive una segunda juventud, pero con las secuelas bien visibles del paso del tiempo. ¡Y lo bien que le sientan! El mostrador procede de Merc&Cia.  

11.

Reconvertido en joyero

Esta cajonera servía para guardar los hilos de una mercería. Su diseño, con cajones de muy poco altura, lo convierten en un joyero de lo más práctico. ¡Y único! Basta con equiparlo con compartimentos o, en este caso, cajitas de cartón.

12.

Procedente de un antiguo herbolario

Dónde lo ves, este mueble servía para mantener en orden las diferentes hierbas y tisanas en un herbolario. Aquí se ha reconvertido en práctico y original mueble bajolavabo, ya que su balda es perfecta para guardar las toallas y sus múltiples cajoncitos mantienen en orden lo más pequeño: desde cosméticos y perfumes hasta pequeños enseres de higiene. 

13.

Una cajonera de inspiración retro

 Esta propuesta, diseño de la decoradora Jeanette Trensig, se inspira en las cajoneras de los muebles de oficio, con sus grandes cajones y tiradores de concha. La combinación de rojo y negro con la madera en acabado raw le da un look muy actual. 

14.

Una antigua mesa de carnicero

A modo de consola y separador del salón del comedor, esta mesa de carnicero de los años 30 procede de Antigüedades Cerrajería Nájera.

15.

Un pequeño aparador

Ya sea en el comedor, la cocina o incluso en el recibidor, este aparador dará una nota rústica y muy personal a la vez que será de gran utilidad por su versatilidad, ya que cuenta con cajones, una vitrina a modo de expositor y dos pequeños armarios. 

Es habitual al hablar de muebles de oficio confundirlos con los de almoneda.

¿Qué es un mueble de oficio?

Los muebles de oficio son piezas en sus orígenes estaban vinculadas a ciertos oficios, labores o actividades profesionales. El típico buró o mesa de notario con su icónica silla giratoria de madera, los bargueños con sus cajoncitos, los muebles de imprenta que gracias a sus cajones largos y estrechos mantenían en orden y a la vista las tipografías, las mesas tocineras... Se trata de muebles, ahora obsoletos de su función originaria, pero de gran valor estético. Si están en buen estado de conservación, son piezas que darán personalidad y un carácter único a cualquier espacio.

Diferencias entre muebles de oficio y muebles de almoneda

  • Los muebles de oficio son aquellos creados con la finalidad de ser utilizados en algún oficio (escritorios o burós, cajoneras o chibaletes, mesas tocineras...), como los que hemos visto en esta galería.
  • En cambio lo que define una almoneda no es su función original sino su antigüedad. Se considera que un mueble es de almoneda cuando tiene al menos 50 años de antigüedad. Los que superan el siglo ya se consideran antigüedades con todas las letras.

Por lo tanto...

Un mueble de oficio sí podría ser, además, de almoneda, pero en cambio no por ser de almoneda tiene que ser de oficio.