Cuadros para el salón: 12 composiciones para decorar y triunfar

Apoyar un cuadro o unas láminas decorativas en una cómoda o un aparador hubiera sido impensable hace un tiempo. Y ahora, en cambio, es un must, sobre todo cuando se trata de láminas o dibujos. En el caso de los óleos o las grandes obras, lucen mejor colgadas y con una iluminación puntual adecuada. Aquí, este cuadro contribuye a crear una composición con mucho encanto en el salón. 

Si no quieres arriesgarte a la hora de hacer una composición, no lo dudes: apuesta por una serie y coloca los cuadros de manera simétrica, como se ha hecho aquí, donde se han reunido tres cuadros de la misma artista y se han unificado tamaños y marcos. 

En salones con chimenea es importante tener en cuenta que es precisamente la chimenea uno de los puntos focales de la estancia. Por lo que los objetos que elijas para decorarla tendrán mucho protagonismo. Aquí se ha optado por un cuadro que, en vez de colgarlo, se ha apoyado en la repisa, lo que ha permitido hacer una composición muy decorativa con jarrones y libros. 

Colocar los cuadros apoyados en una balda en vez de colgarlos es una opción que gana cada vez más adeptos. No solo te permite cambiar la composición de manera fácil y rápida y sin tener que ir taladrando la pared, sino que da un look más dinámico. Además, puedes superponer los cuadros o, en este caso, las fotos, que crea un conjunto más casual.  

Aunque estamos habituados a hacer composiciones de cuadros en vertical, apostar por dos cuadros apaisados y colocarlos uno encima del otro es una manera muy original de vestir la pared del sofá y enmarcarlo y, a la vez, gracias a su formato horizontal contribuye a alargar visualmente esa pared, haciendo que el salón parezca grande de lo que es en realidad. 

Si quieres superponer diferentes obras, como se ha hecho, procura que al hacer la composición no quede la obra entrecortada. Si quieres que el conjunto se vea más armónico y tenga sensación de conjunto, unifica marcos. 

Sí, los cuadros también pueden ayudar a delimitar visualmente un espacio o poner el foco de atención en un rincón especial, como en este caso, que el cuadro parece "enmarcar" el rincón de lectura. 

Sí, los cuadros no sirven solo para la decoración de la pared de tu salón. También pueden ser un objeto decorativo para vestir una librería. De hecho, lo ideal a la hora de organizar la librería es no llenarla al 100% de libros, sino combinarlos con otros objetos personales, como fotos, algún cuadro o escultura, cajas... De este modo, el resultado es más ligero. 

Decorar con fotos es una manera muy fácil y efectiva de personalizar el salón. Si quieres que tu composición de fotos tenga un aire más relajado no la hagas simétrica. Puedes combinar fotos de distintos tamaños, como aquí, siempre que compartan algún elemento. En este caso, la temática es el Valle de Arán, muy en sintonía con el entorno de esta casa de montaña, y que son todas en blanco y negro.