Cortinas: trucos para elegirlas y dar un aire fresco a tu casa, ¡va a parecer otra!

Elegir cortinas para el salón, dependerá del color y los tejidos que reinan en la estancia. Para salones oscuros, escoge tejidos ligeros y vaporosos como visillos o linos de trama abierta. Si puede ser, mejor en tonos claros que aumentan la luminosidad. Para matizar la luz, opta por cortinas dobles, tejidos tupidos o screens enrollables que tamizan el sol y dejan ver el exterior.

Si quieres vestir ventanas que lucen mucho (con cuarterones, en arco...) sin restarles protagonismo, escoge telas con colores de la misma gama que los tonos de la tapicería, de los muebles y del resto de textiles de la estancia. Si dudas, opta por tonos neutros y acertarás. No conviene mezclar estampados diferentes, ya que es difícil combinarlos bien.

La cantidad de tela que necesitas dependerá del tamaño de la ventana, de la confección y del ancho de la tela. “Para saber el ancho de tela que necesitas, mide el ancho de la ventana y multiplícalo por 2,50. Luego, divídelo por el ancho del tejido y sabrás cuántos paños de tela necesitas. El largo de los paños lo sabrás midiendo la altura de la ventana y sumándole 50 cm para confeccionar el bajo y la cabecilla de la cortina”, dice Beatriz Gancedo de Gancedo.

Reserva los estampados grandes para los espacios más amplios, como el salón y el dormitorio principal. ¿Y para estancias pequeñas? Como norma general, el tamaño de las cortinas debe ser proporcional a las dimensiones de la estancia. Viste las ventanas de forma sencilla, con telas claras o semitransparentes. Mejor si son lisas (o con estampados pequeños) y del mismo tono que la pared.

Para colgar tus cortinas utiliza las barras y los rieles. Las barras son fáciles de instalar y más decorativas (las hay de muchos materiales y colores); los rieles permiten manejar más fácilmente la cortina, se colocan en el techo y se usan para tapar tambores de persianas o cuando no hay espacio para una barra.

En estas estancias se generan humos, vapores y olores que impregnan rápidamente las cortinas. Por eso una buena solución son las venecianas o estores de lamas. Los hay que incluyen tratamientos anti humedad e incorporan textiles que les dan una apariencia más elegante, y los que son ignífugos. Otra opción son las cortinas de algodón o mezcla que se pueden lavar a menudo.

Si quieres dar más protagonismo a las ventanas, combina un estor con una caída de tela, en grandes ventanales y puertas balconeras. “La combinación más habitual es la de cortinas y visillos, pero hoy se opta más por una confección clásica como unas cortinas a tablas con unos estores. El resultado es sereno y contemporáneo”, dicen en KA International.

El precio varía mucho según el tejido, el tipo de confección y de la instalación. En general, los rieles son más económicos que las barras. En general, los rieles son más económicos que las barras, cuyo precio varía según el material (de madera, unos 40 € y de hierro forjado, entre 60 y 70 €).

En cuanto a la confección, calculando sobre una ventana estándar (1,60 x 2,50 m) y una confección a tablas en un tejido de 1,40 m de ancho (50 €/m) el precio aproximado sería de 750 €.

Una ventana pequeña parecerá mayor si la cubres con una cortina más grande que ella. Haz que la barra (y la tela) sea unos 30-50 cm más ancha que la ventana, coloca la cortina a ras de techo y déjala caer hasta el suelo. Entre cinco y diez centímetros son suficientes. Así tendrá, además, un aspecto más elegante y vestido.