La minicómoda MOPPE de IKEA Uno de los clásicos de IKEA gracias a su estilo atemporal. Está fabricada en madera sin tratar, lo que permite poder pintarla y decorarla a tu gusto. Actualmente hay dos tamaños, el de la imagen, con seis cajones y que mide 42 x 18 x 32 y cuesta 20 €. Hay otra algo más pequeña (31 x 18 x 31) y que, aunque tiene también 6 cajones, la disposición de estos es simétrica y todos tienen el mismo tamaño. Hemos seleccionado los mejores IKEA hacks con esta pieza para que te inspires. Minicómoda MOPPE estilo botánico Un delicado papel adhesivo con motivos botánicos y un poco de mano para las manualidades puede convertir tu minicómoda MOPPE de aburrida a original en un abrir y cerrar de ojos. Coloca una planta encima, como en la imagen, y el efecto será total. Minicómoda MOPPE con toque glam Dos técnicas se han empleado en esta minicómoda. Parte de ella se ha pintado con pintura rosa y el efecto amarmolado se ha logrado gracias al papel adhesivo. Una combinación muy acertada con un resultado exquisito. Una moppe que ahora es un especiero De un discreto negro se ha pintado esta minicómoda y se ha adaptado como especiero. Con los botes en vertical, se puede ver todo de un vistazo sin complicaciones. Ideal. Una minicómoda que ya no es una minicómoda Con unas patas y quitando los cajones, la minicómoda MOPPE puede transformarse en un cajón de libros, perfecto para tus hijos. Este lo han dejado sin pintar, pero ¡puedes decorarlo con lo que más les guste! Una minicómoda para los cables ¿Sueles equivocarte (y a veces no encontrar) el cable para cargar el móvil, el del altavoz o el de tu reloj inteligente? Con este hack los tendrás todos, separados, ordenados y, lo más importante, ¡localizados! Una minicómoda MOPPE de estilo minimal Convertida en un pequeño joyero, esta minicómoda se ha decorado con unos diminutos tiradores redondos con una cinta de cuero, lo que facilita su apertura (en vez de meter el dedo). El efecto es tal que pasa de ser una minicómoda a una supercómoda muy estilosa. ¡Es como para copiar la idea en una grande! Una minicómoda para los juguetes Nada como un papel pintado con motivos infantiles (las estrellas y motivos geométricos de colores no fallan) para que tus hijos tengan un lugar a mano en el que guardar sus juguetes. Otra opción es utilizarla como minicajonera para su ropita interior. Varias MOPPE, un genial calendario de Adviento ¿A quién no le gustan las tradiciones y más cuando hay algún dulce o sorpresa de por medio? Coloca varias minicómodas MOPPE y numéralas hasta el 24. Id abriéndolas en familia todos los días hasta el la noche de Nochebuena. Una minicómoda MOPPE que transmite paz Con una mano de barniz y un relajante mandala, esta minicómoda presume de sencilla y exótica al mismo tiempo. Para el atelier y las crasas Si te gusta coser, tendrás bobinas de todos los colores, miles de alfileres, dedales, agujas, ribetes y retales. Para tenerlo todo bien ordenado, apila varias minicómodas y deja alguno de los cajones libres para colocar unas crasas. El efecto es superacogedor y lo tendrás todo bien ordenado. Una minicómoda vintage Con un la técnica del decapé, una minicómoda MOPPE pasa de sencilla a vintage en un santiamén. Y si, además, luce unos tiradores en concha dorado mejor que mejor. ¡No le falta de nada! Un pequeño archivador en el recibidor Coon un estante, unas escuadras y una minicómoda MOPPE puedes hacerte una resultona consola flotante para el recibidor. Pinta los frentes de los cajones de blanco y el efecto tendrá un toque nórdico y muy actual. Una MOPPE convertida en archivador En este IKEA hack han convertido la minicómoda en un miniarchivador. Con una mano de barniz, dando la vuelta a los cajones y añadiendo unos tiradores de archivador (con sus pegatinas y todo) cambia por completo su función y puede ser un archivador perfecto para los papeles del escritorio. Dos minicómodas que ahora son una cómoda Dos minicómodas, un cambio en los frentes de los cajones, ahora de rejilla, y sobre una estructura de una mesa pueden convertirse en el mueble perfecto para el pasillo o el recibidor. Creativo, ¿verdad?